˚꒰-noche de película-

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-Si hay partes de terror, nos besamos-

Las pablaras surgieron tan libremente y normalmente que Miu tuvo que esperar unos segundos hasta escuchar el usual "¡es una mentira!" de Kokichi. Pero no llegó, así que la tensión subió hasta cierto grado en la habitación y la chica se volvió hacia el líder, sus entrañas retorciéndose de los nervios.

El rostro de el líder mostraba una expresión de sospechosa alegría, sus ojos violetas reflejando la pantalla azul del televisor. Era la una de la mañana, y las ojeras se hacían presentes en las caras de los dos. Habían paquetes de comida chatarra alrededor, junto a unos vasos, y la casa estaba hecha un desastre. Después de la fiesta, Miu tendría que haber limpiado. Pero estaba demasiado cansada.

Y Kokichi se quedó. Comenzaron a insultarse al principio, pero la chica se rindió bajo las groserías del más pequeño y se sentó en el sofá, hundiéndose y cerrando los ojos. 

Y ahora el chico soltaba aquello, esperando pacientemente su respuesta mientras el control remoto creaba una línea perfecta hacia la sección de terror en la TV. La inventora tragó.

-¿D-de qué mierda hablas, idiota? Ya sé que todos me aman p-pero no sabías que estabas tan desesperado como para...- se interrumpió al ver que el más bajo se acercaba de golpe y sonreía, la introducción de la película comenzando en el fondo.

-Oh vamos, yo sé que lo quieres, perra~-

Kokichi entrecerró los ojos mientras Miu chillaba levemente, aunque sus mejillas se habían tornado rojas. El líder sonrió internamente; le encantaba causar aquellas reacciones en la chica, porque sabía que bajo sus repetidas peleas, discusiones e insultos había una bomba, grande y redonda que lentamente se encogía en cuenta regresiva, esperando que su relación explotara y se destruyera en pedazos al no poder aguantar más la tensión. 

Se retiró, sentándose con las piernas cruzadas mientras la película comenzaba de verdad, los personajes principales presentándose. A Kokichi normalmente le aburrían las películas de terror. Ya sabía desde el principio quiénes morirían y quiénes no, y la manera en que las películas de la actualidad se aprovechaban de los reflejos humanos para asustar le disgustaba bastante. Él quería algo único, que le pusiera la piel de gallina y lo asustara de forma verdadera. 

Pero- pensó mirando a su costado, Miu encogida mientras observaba la película con los ojos bien abiertos y un sonrojo en su cara- no importaría de todas formas.

Sonrió.

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Miu gritó, la figura negra en la pantalla devorando la cámara mientras las personas corrían a todas partes. Suspiró, intentando calmarse, mientras apoyaba las piernas en el suelo. Habían pasado veinte minutos y la trama comenzaba a desarrollarse, pero ya se arrepentía de haber gritado. Envió una mirada discreta a su derecha. Kokichi no la observaba, pero una gran sonrisa estaba plantada en su cara.

Gruñó por lo bajo, insultándolo. Aquella oferta había sido una gran estupidez, aunque no se esperaba menos de el Kokichi Ouma. 

Ella no quería besarlo...¿verdad? ¿Por qué carajos querría? Kokichi era un shota de mierda, un enano que se creía lo mejor, un mentiroso que siempre malgastaba su tiempo. No tenía mejores cosas que hacer que molestarla, lo que la molestaba a ella respectivamente, y mucho. 

Pero...tal vez, si le daba una oportunidad...no. Nunca-

-Gritaste-

Miu fue sacada de sus pensamientos al escuchar la voz sutil del pequeño líder. Tragó, mirándolo. ¿Siempre había estado tan cerca?

-S-sí, ¿y q-qué?-

-¿Recuerdas nuestro trato?- a este punto, el chico susurraba. La película seguía, mientras el demonio asesinaba más personas, y el reloj de la pared anunciaba las dos de las mañana, pero Miu frunció el entrecejo.

-¿Qué trato, aborto mentiroso? Además, estoy segura de que besas horrible- susurró la inventora. Kokichi paró la oreja, y sonrió, apoyándose en rodillas e inclinándose hacia adelante hasta estar a centímetros de la cara de la chica. Ésta tragó, mientras los nervios volvían a inundarla.

-¿Por qué no lo pruebas?- murmuró el líder con sorna e ironía. Agarró a la chica por los hombros y le plantó un beso corto y rápido en los labios, alejándose levemente. El rostro de Miu se volvió rojo rápidamente, pero su expresión se llenó de enojo.

-¡Ja, lo sabía! Eres un maldito virgen, apuesto a que...-

Sus palabras se cortaron cuando el líder agarró el moño celeste de su pecho y la atrajo hacia sí, apretando sus suaves labios contra los rosados de la inventora, el beso volviéndose mucho más lento y rítmico que el anterior. Introdujo su lengua al cabo de unos segundos, la cuál entró en contacto con la de Miu causando que la rubia gimiera levemente, intentando devolverle los movimientos al líder pero rindiéndose bajo su propio placer.

El chico empujó violentamente a la chica hacia atrás, haciéndola caer contra el sillón y apoyando una mano contra la cabeza de Miu, la otra acariciando el cuerpo de la inventora. Ésta comenzó a gemir más alto, rodeando el torso de Kokichi con sus piernas largas y esbeltas, agarrando rápidamente el cabello del líder. 

Kokichi gruñó, imitándola al ver que intentaba imponerse y jalando su cabello. Cualquier persona normal se habría apartado rápidamente, pero la chica simplemente gimió más rápido, sus mejillas rojas mientras un calor repentino se extendía por su cuerpo. 

-K-kokichi...¡a-ah...!- chilló, al ver que el chico comenzaba a deshacer el moño que ataba su atuendo rosado. El líder dejó de besar sus labios para acercar sus labios al cuello de la inventora, aspirando su aroma a leve alcohol y sudor.

-Shhh, cállate, idiota- murmuró.

Los chillidos provenientes del televisor fueron lentamente ahogados por los gritos de Miu.

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˚🪁˚꒰-𝘧𝘶𝘤𝘬 𝘺𝘰𝘶, 𝘥𝘢𝘳𝘭𝘪𝘯𝘨- 『𝐨𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐈𝐫𝐨𝐮𝐦𝐚』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora