La Pocosuertuda

Capítulo 4 : Secreto en llamas

Aquel hombre seguía vivo, a rastras consiguió dirigirse hacia el pueblo en busca de ayuda.
el hombre dio con una casa que estaba encendida, la mujer que vivía en ella logro verle y aunque al principio se asustó, al ver que era un hombre malherido le ofreció su ayuda.
el hombre asustado pidió esconderse en su casa, la mujer al ver en las acondiciones que se encontraba aceptó y lo llevó al sótano.

Tamara Mercader era una señora solitaria que padecía una extraña enfermedad en las piernas. Era dueña de un herbolario y conocida en el pueblo por sus recetas milagrosas.
Al tener conocimiento sobre plantas curativas le ofreció al hombre un ungüento para sanar su herida de bala.

Mientras Tamara lo atendía el hombre empezó a contar lo sucedido y confesó que Desirée la famosa cazadora era quien le había disparado y cosido la piel de lobo.
Tamara no daba crédito ya que Desirée era considerada una salvadora.
—Esto pasa por aceptar a forasteros desconocidos en el pueblo, dijo en voz alta.
La mujer insistió al hombre que se debía de contar lo sucedido, ella era una persona peligrosa.

Por otro lado Desirée recordó que se había olvidado en aquel lugar un abrigo de lana, el que usaba en las frías noches de caza.
No podía dejar pruebas evidentes así que se dirigió hacia el lugar. Cuando llegó se encontró con que aquel hombre ya no estaba, en cambio había un rastro de sangre que llegaba desde aquel lugar hasta el herbolario.

Desirée supuso que aquel hombre había sido refugiado por Tamara Mercader. Por ello, debido al temor de ser descubierta entro en cólera.
Así que lanzó una cerilla encendida por el hueco de una de las ventanas.
El herbolario empezó arder, Tamara y el hombre estaban atrapados en el sótano sin ninguna escapatoria.
La mujer sabía que moriría además sospechaba de que aquel incendio había sido provocado por Desirée.
Por lo que escribió lo sucedido en un trozo de papel lo introdujo en una botella y la lanzó por una pequeña ventana del sótano.