Capítulo 11: Ludwig el talentoso Scout

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"Le pido disculpas por molestarlo por venir aquí a esta hora, Capitán Dion."

"Para nada, Su Alteza. Como soldados comunes, es nuestro deber obedecer sus deseos, sin importar la hora o el lugar ".

Dion se arrodilló e inclinó la cabeza ante la princesa que había salvado la vida de sus hombres. Para él, era una rara muestra de respeto, pero el aire cínico que siempre llevaba a su alrededor lo hacía parecer poco sincero.

"¿E-es así? Bueno, entonces está bien. Es un poco espeluznante escuchar eso de ti, pero..." Ella se movió incómoda en su asiento y se inclinó cautelosamente lejos de él antes de aclararse la garganta. "De todas formas. Hay algo que necesito hacer y me gustaría pedir su ayuda ".

Después de escucharla explicar sus intenciones, frunció el ceño. "¿Quieres volver al bosque... para encontrar tu horquilla?"

¿Es realmente valioso o algo así? Hasta ahora, ella no ha parecido el tipo de persona que se obsesiona con cosas como esa, sin embargo... ¿Quizás es un regalo de alguien especial?

A pesar de postular una serie de posibilidades en su cabeza, la respuesta que le siguió solo lo confundió aún más.

"... ¿Es algo que recibiste de un niño mendigo?"

Claro, podría ser una reliquia de la madre del niño, pero él no podía entender por qué ella lo deseaba tanto como para regresar al bosque.

"Soy consciente de que es una solicitud egoísta y es posible que tengas reservas..." 

"Claro. Vamos, no me importa ".

"... ¿Eh?"

"Su Alteza me hizo un gran favor al brindarme la oportunidad de retirar las tropas. Lo mínimo que puedo hacer es complacer un par de peticiones egoístas ".

Además, hay más que solo egoísmo, ¿verdad?

Aunque dejó la última parte sin decir, no mostró ninguna duda en aceptar su solicitud.

"Dicho esto, no puedo mover las tropas, así que si no te importa, te llevaré allí yo mismo".

"¿Quieres decir... solo nosotros dos?" La cara de Mia se puso unos tonos más blanca antes de que lograra exprimir algunas palabras más. "Supongo que... eso tendrá que ser suficiente..."

Su voz temblaba como si estuviera al borde de las lágrimas.

"Capitán Dion".

Una voz detuvo a Dion cuando salió de la habitación. "Ah, señor Ludwig."

Miró para descubrir al ayudante cercano de Mia esperándolo.

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