Agostina Zelaya
Y de nuevo me encontraba en la misma rutina repetitiva y aburrida, si estaba en la escuela.
Nunca fue de mi agrado la escuela, pero ahora es como que mi edad ya me lo hace notar más. Tengo ganas de terminar el colegio para siempre
No tengo nada pensado, ni una carrera, ni un trabajo u oficio, solo quiero terminarla y ya.
Muy temprano para mi gusto. Con mi cara de orto decorando mi cara, mi vista estaba pérdida en aquel pizzarron, pero mi mente solo soñaba con estar en mi cama
Te extraño tanto amor de mi vida
Mi compañera a mi lado estaba igual o peor que yo, definitivamente odiamos los lunes y mucho más tener Matemáticas a la primera.
El profesor dio inició a que empezemos y eso hicimos, o bueno tratamos.
— boluda, ¿vos entendiste algo? — me preguntó
— no escuché ni bosta — respondí sincera y reímos
— y bue, el que no arriesga no gana — dijo
Asentí riendo, y tratamos de terminar los ejercicios que había dictado el profesor. Íbamos bastante bien, o eso creíamos nosotras
— wachas, ¿me dicen la 5? — Mateo que estaba delante nuestro se da vuelta
— pero tomatela muerto de hambre, estudia solo y no rompas las bolas — respondió Milena
— daleee Mile no seas así conmigo — se hizo el pobrecito
Pero ella lo miró sin expresión alguna
Entonces él hizo pucherito y mordí mi labio disimuladamente mientras apreciaba esa imagen
que wacho lindo.
— wachita — me miró a mi aún con esa carita al ver que mi compañera no le pasó importancia
Y fue tan fácil convencerme
Reí y se la pasé sin problemas.
— gracias linda — me guiño un ojo y se dio vuelta nuevamente
— pendejo de mierda, ya me desconcentró — lo puteó Milena
— te escuche — dijo el dado vuelta — y no es mi culpa que seas burra wachina — dijo y reí
Un re amor se tienen.
{•••}
Me despido de Milena ya que ella se va para su casa y comienzo a caminar rumbo a la mía.
Valentín tampoco vino hoy, así que se me vuelvo solari
Puedo ver como Mateo esta hablando con una piba, mientras se sonríen e ignoró eso completamente para seguir caminando.
Tarareaba una canción muy en la mía, como siempre. Cuando de repente siento unas manos en mi cintura que me sueltan rápidamente.
— la concha de tu vecina — lo putee con una mano en mi pecho
— hola — me sonríe de lo más normal
Lo miré por unos segundos para después morder mi labio mientras niego con una sonrisa en mi cara empezando a caminar junto a el
— ¿vas para tu casa?
— si — contesté
— te acompaño. — dijo sonriendo
— no hace falta — le resté importancia mirando hacia adelante
— si hace falta. — retrucó y lo miré — favor por favor — me guiño un ojo
Me limité a no decir nada pero si sonreírle. Siendo realistas no es que su casa este en la otra punta del mundo, literalmente vivimos a dos cuadras.
Fue fácil darnos cuenta de eso claramente.
— si es por eso, preferiría otro tipo de favor — susurré lo suficientemente alto como para que el escuche y suelte una risita
— ¿y que clase de favor queres? — sonrió
— vos fíjate — me hice la boluda sonriéndole pícara
Me sobresalté cuando me acorraló contra la pared frenando mi paso y poniéndose muy cerca mio para tomar mi cintura con sus manos.
— ¿así te pinta? — susurró a pocos centímetros de mis labios
De a poco se acercó a estos y los empezó a rosar haciéndome desearlo
— ¿te gusta así? — volvió a preguntar cuando estaba a punto de besarme pero se hizo para atrás
Solté una ligera risita por su acto haciendo que me sonría.
— hacela corta Mateo — espeté deseándolo
— comeme la boca mejor — respondió haciendo referencia a lo que le dije cuando nos besamos por primera vez
Sin dudarlo lo agarré de los cachetes y planté un beso, que el continuo tornándolo un chape lento pero con ganas.
Sonreí en el medio del beso recordando lo que me dijo
que ganas que le tengo
Como si hubiera leído mi mente, sonrió mordiéndome el labio inferior para después bajar sus manos a mi culo y manosearlo dejando apretones. Solté un suspiro en su boca y el exageró su acto como si le gustara hacerme suspirar.
El aire empezó a faltar y nos fuimos separando lentamente, mientras dejaba picos en mi boca. Nuestras labios se separaron, pero manteníamos la misma posición sin movernos.
Miro mis ojos con deseo para luego bajar hasta mis labios donde al mirar este mordió el suyo.
— estas buenisíma wacha — dijo
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ESOOO TILIN A LA MIERDA TILIN
JAJSKKAJSKSKSKJJL
