Capítulo III

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Nota antes de leer: Esta es una nueva actualización. Recuerden que los antiguos capítulos también han sido modificados. Antes de llegar este les recomiendo pasar a leer los demás. Gracias ♡

Muerte.

La muerte puede llegar cuando menos te lo esperas , es espontánea , nunca sabes cuándo llegará el día en el que dejes este mundo de miseria.
Todos dicen que no saben de dónde viene o a donde van , se cuestionan sobre lo que hay después de la muerte.
Incluso algunos piensan que este es el infierno y solo puedes ganar tu salvación al cielo si haces buenas obras , aunque algunos prefieran quedarse aqui.

En cambio , yo si se de donde vengo y hacia donde voy , se que despues de mi muerte, mi alma se fundirá en la oscuridad y solo sentir el ardor del fuego.

-Daniel... Daniel

Esa voz...
Yo he escuchado antes esa voz.

Hay momentos de la vida en que te preguntas si en realidad fuiste una persona idiota al cometer errores sin pensarlo , pero simplemente pasa sin que te des cuenta . Solo quedan los recuerdos, las pesadillas que te atormentan cada vez que intentas estar bien.
Te das cuenta que tu peor enemigo son tus monstruos internos ,aquellos que vagan hasta lo más profundo de tu ser , que te carcomen el cerebro, te idiotizan y simplemente vuelves a caer en lo mismo.

Mi vida es una historia de la cual se puede crear un buen libro. Por que hay un pasado que siempre me persigue, aunque trate de esconderme.

Lo único que quedan son los momentos felices , pero lo peor es que no llegan a ser muchos.
Aún puedo ver la sonrisa cálida  de mi madre , aquellas  líneas que se forman en su rostro cuando forma una mueca de disgusto. Su cabello largo y negro que contrasta con el azul de sus ojos. Su baja estatura y su enorme bondad.

¿En qué momento me convertí en el infeliz que soy ahora?
Si aún puedo recordarme siendo un crío flacucho y devil , con ojeras muy marcadas bajo mis grandes ojos , la cara pálida y traslúcida.
Puedo verme volviendo de la escuela por las tardes , caminando por las sólidas y heladas calles del pequeño pueblo , tomándola de la mano para poder regresar a casa.

Y el bosque, la espesura del bosque que adornaba el camino , los grandes pinos verdosos y viejos , el olor a moho , tierra húmeda y madera de encino.
Los días lluviosos que hacían un paisaje siniestro, mis zapatos undiendose en los charcos de agua que se acomulaban en las descuidadas carreteras, el cielo gris y el viento frío que chocaba con mi rostro haciéndome estremecer.

Las casas pequeñas y viejas con techos de dos aguas y jardines reducidos, que eran ocupados como cocheras. Los colores que sobresalían eran neutros y opacos. Haciéndolas lucir más melancólicas de lo normal.

La gente que no necesitaba socializar , nunca nadie llegaba o se salia a otro lugar , todos habian vivido toda su vida allí , se conocían muy bien y su mayor problema es que solían ser conformistas y jamás buscaban más de lo que tenían. La mayoría eran personas adultas , personas que se habian quedado estancadas y atrapadas entre las sombras de ese lugar . Los niños eran muy pocos y al igual que yo se habían criado entre oscuridad y melancolía.

Siendo como fantasmas en busca de tranquilidad.

Y luego vienen los recuerdos malos.

DANIEL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora