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Notó como la mano del contrario empezó a sudar a través de su tacto. Apretó sus dedos, dando a entender que se calmara un poco, recordando con el simple gesto que siempre estaría a su lado.

El de bata blanca entró nuevamente en el consultorio, con los resultados en manos. Win empezó a temblar más.

Vieron como el doctor abría el sobre y leía los papeles, detenidamente y sin indicios de querer mostrar los resultados a través de sus expresiones.

El teléfono de Bright sonó. Lo sacó y vio el mensaje en su pantalla de bloqueo.

Qué lo diga ya, Dios!

Una risa nasal escapó de su cuerpo, recibiendo un golpe en la rodilla por parte de su pareja.

— Bueno, los resultados son lo que debería ser. —decidieron concentrarse en el experimentado hombre, quien se había quitado las gafas y pasar a explicar lo que decía el documento.— Era lo que se tenía previsto debido al tiempo. Sí, hay un avance muy evidente pero no tanto como para cambiar el diagnostico final que le di hace dos meses.

Vachirawit apretó las manos de su pareja, pues sabía que muy en el fondo, aún tenía una leve esperanza.

— ¿Quieres preguntar algo, cariño?

El leve asentimiento del chico para luego tomar el aparato entre sus dedos, mientras el guitarrista esperaba al mensaje.

— ¿Puedo viajar nuevamente? —volteó a verlo, con la ceja alzada, admirando el leve puchero que sobresalía de sus labios.

Al médico también le pareció adorable.—Sí. Si desea viajar, hágalo ahora... tal vez en un par de meses más, va a tener que quedarse en casa. Esa etapa es algo... difícil.

Su celular vibró nuevamente, indicando un mensaje nuevo.— ¿Qué t-tan difícil? —la pregunta salió cortada debido al otro mensaje que le seguía.

Un suspiro del galeno junto a una pequeña sonrisa mientras negaba fue lo que vio.— Creo que Metawin sabe que sigue luego de esto, así que sí, le confirmo que eso es lo que va a suceder.

Las manos del artista salieron de la cubierta protectora de las de su pareja, limpiando las lágrimas que salían de sus ojos.

Tipeo rápidamente en su teléfono.

Bright vio el mensaje.

Negó.

— No. No le voy a preguntar eso.

La mirada desesperada que le dirigió su pareja hizo replantearse su decisión súbita, pero luego negó nuevamente pues eso implicaría que él lo había pensado demasiado a lo largo del tiempo y había llegado a una conclusión sin preguntarle a él que era lo opinaba.

Su chat se llenó de unos por favor.

— Te dije que puedes pedirme lo que sea, pero no, esto yo no te voy a dar. —su voz, envés de sonar dura, salió quebrada, junto a las lágrimas que escurrían en sus mejillas.

Asintió.

Pensó que su pareja había desistido de la loca idea.

— ¿P-puede... Puedes recomendarme algún lugar... —Bright se levantó súbitamente de la silla, mirando con horror al chico quien hablaba luego de un par de meses. No podía quedarse a escuchar que era lo siguiente que diría su pareja.

Supo que la decisión que tomó de abandonarlo en aquel consultorio fue la peor.

Volvió dentro luego de un par de minutos, viendo los ojos enrojecidos de Metawin junto al rastro de lágrimas que tenía en sus regordetas mejillas.

— Perdóname, no quería salir así... solo me tomó de improvisto. No-No estoy de acuerdo con la decisión que tomaste, quiero que lo sepas desde ahora, pero eres tu el que está sufriendo, no yo, así que respeto tu decisión y te apoyaré en lo que desees, y lo sabes.— las lágrimas bañaron los rostros de la pareja, nuevamente, mientras se fundían en un abrazo desesperado.

El doctor miraba la escena totalmente dolido.

Si tan solo Metawin hubiera acudido a él un par de meses antes...

Otra sería la historia.

Never Be Alone | BrightWin AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora