| XII |

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Ya es Navidad.

Mi mamá ya se empieza a llevar mejor con Eren y eso ya me pone de buen humor. Creo que luego de haber decorado mi departamento junto a mis padres se ganó su confianza.

Eran las ocho de la tarde y ya estábamos todos preparando los platillos para la cena. Mi papá se encontraba preparando los tragos, mientras que mis hermanas estaban haciendo el postre.

—Se podría decir que Eren se ganó a su suegra.— Bromeó Jean, quien se encontraba a mi lado.

Miramos en dirección del ojiverde, quien se encontraba preparando la cena de navidad junto a mi madre. Preparaba las ensaladas mientras mi madre le daba las indicaciones.

Lo veía sonreír mientras conversaba de algo con mi mamá, me gustaría tener algo para poder escuchar de que están hablando.

—Parece que si.— Dice Mikasa a mi otro lado.

Nos levantamos para luego colocar la mesa, dejando todo muy ordenado y bien decorado.

—Maxine, ayúdame a llevar esto.— Me pidió mi papá y me dirigí hacia el para ayudarlo con las copas. —Me alegro que hayas conocido a este chico, es un buen muchacho hija.—

Me dio un beso en la frente y se dirigió hacia la mesa para llevar el resto de las copas, y yo me quedé parada pensando en lo que me había dicho. Era verdad, Eren es un buen muchacho, deseo conocerlo más, y tener algo con el.

—¿Estás bien, Max?.— Apareció el ojiverde a mi lado interrumpiendo mis pensamientos.

—Si si.— Dije mientras llevaba las copas a la mesa y Eren me seguía colocando las ensaladas.

A los minutos ya nos encontrábamos cenando, a pesar de ser tantas personas entrábamos perfectamente en la mesa. La cena estuvo deliciosa y todos le agradecieron a mi madre. Las risas y los anécdotas no faltaron.

—¿Y tu Eren? ¿Tienes algún anécdota de infancia que quieras compartir?.— preguntó mi padre luego de haber contado todos mis anécdotas de pequeña.

—Una vez, con mi hermano estábamos buscando globos para hacerle una fiesta sorpresa a mi padre, pero lo único que encontramos fueron unos sobres de colores.— Continuó el ojiverde. —En ese entonces ambos no sabíamos que eran los condones.—

Mi papá estalló en risas junto al ojiverde, nunca me imaginé que mi padre se llevara tan bien con un novio mío, ¿que digo?, Eren no es mi novio.

—¿Que es un condón?.— Preguntó mi hermana pequeña en mi oído.

Abrí mis ojos en modo de sorpresa, estaba nerviosa porque no sabía qué decirle.

—Eehh... un condón es como....— Dije mientras pensaba. —¡un globo!.—

Que referencia más estupida.

—Ahh, ¡yo quiero un condón!.—

—¡No!.— Dije mientras le tapaba la boca con mi mano.

—Maxine, ¿que le estás diciendo a tu hermana?.— Mi mamá me preguntó con un rostro molesta.

—Eeh, me preguntó que era.—

—Que desastre.— Murmuró una de las gemelas.

Luego de todo ese alboroto y tras haberle explicado a mi hermana pequeña (de manera sutil y no tan explícita) de que se trataba un condón retiramos los platos y con la ayuda de Eren los lavamos.

—¿No ha sido incómodo para ti estar con mis padres?.— Pregunté mientras le pasaba un plato ya limpio para que lo secara.

—Para nada, de hecho me llevo muy bien con tu papá.— Secó el plato con un paño y lo dejó a un lado.

Amnesia | eren jaegerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora