Cap 4

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Ya ambos Omegas enamorados de Naruto tenían 7 meses, la mujer de cabellos oscuros seguía buscando una relación estable con el rubio aún cuando este y su Omega ya le habían dejado en claro que eso no iba a pasar.
Sasuke era consentido todos los días por Naruto, no importaba la cosa que fuera o lo que implicara hacerlo, a cualquier hora el rubio iba a buscar lo que su Omega necesitara y quisiera, eso solo era una parte realmente, no únicamente buscaba cosas materiales, lo que más necesitaba, era los ¨encuentros¨ con su Alfa. El joven azabache no era un adicto al sexo ni nada por el estilo, solo que el embarazo lo incitaba a tener relaciones con el rubio, un apetito sexual muy común en los Omegas en gestación.

La joven de cabellos rosados estaba muy mal, prácticamente por los susurros que rondaban por la aldea sobre quién sería aquel Omega que conquistó el corazón del rubio que los había estado salvando en muchas ocasiones, eso la afectaba aún más, gracias a eso ahora se encontraba en una bar de "mala muerte" como ella lo había llamado cuando pensó en ir, daba la media noche, ya eran 3 botellas de sake para ella sola, entre lágrimas se sumía en el alcohol, llevaba todo el embarazo de su "amor platónico" encerrada en su cuarto, sin ir a misiones ni ver a nadie que no fueran sus padres.

—¡O-Oye dame otra b-botella!—le gritó al cantinero que se encontraba en frente de ella, el hombre iba a hacerlo, pero al final no le dio el objeto de vidrio—¡Oye mi botella!

—Sakura, vámonos de aquí—escuchó detrás de ella, por el alcohol no reconoció la voz de la persona que le habló, por lo que se volteó—.

—¡¿Quién e-eres tú para d-darme ordenes m-maldito!?—pudo distinguir unos cabellos rubios, ojos azules y ropa de dos tonos diferentes, sintió como las manos de, según ella, Naruto la agarraban y levantaban en sus brazos, quiso poner resistencia pero cayó dormida por el efecto del alcohol—.

—Lo siento mucho... otro día le traigo el dinero de la cuenta—le dijo el joven al cantinero que solo sonrió leve para verlos irse—.

Naruto caminaba hacia el barrio Uchiha que actualmente era el barrio Uzumaki, llevaba a su compañera de equipo en brazos ya que se desmayó por todo el Alcohol que había ingerido esa noche, cuando la vio salir ese día se preocupó por ella, por lo que le dijo a Sasuke que la iba a cuidar hasta que fuera el siguiente día así que no se preocupara si no llegaba a dormir.

Entró a su casa en la que vivía junto a su Omega, las luces estaban apagadas por lo que dejó a la chica en el sofá y prendió los bombillos de la escalera y primer piso, estaba por cargarla de nuevo para ir al cuarto de invitados de la segunda planta cuando Sasuke apareció en el salón restregándose los ojos, siempre hacia eso cuando despertaba, le parecía muy gracioso y tierno a la vez.

—Alfa ya llegaste...—soltó un suave bostezo antes de terminar de rascarse los ojos para observar al rubio que sonreía, le sonrió de vuelta y vio el sofá, como se imaginaba Sakura había tomado, se sentía un poco culpable, pero no podía pensar en los demás si quería hacer su propia vida—.

—Si, perdón por despertarte.

—No pasa nada, ¿Vas a llevarla al segundo piso?—Naruto le había prohibido subir las escaleras ya que temía que se fuera a resbalar para rodar por las escaleras y así perder a su hijo, se le hacía un poco precipitado pero era mejor para él, las escaleras lo cansaban—.

—Si, por un momento pensé llevarla a su casa, pero no se como reaccionen sus padres al verla llegar tan tomada.

—Es lo mejor en este caso, llévala y ven a dormir, estoy cansado y sabes que no puedo dormir sin ti.

—Claro, en un momento voy—con cuidado de no despertar a su amiga la cargó y subió las escaleras mientras el joven azabache iba a su habitación, la cual fue acomodada por el Alfa para que fuera lo más cómoda posible—.

Soy Omega solo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora