Cuando Todo Dió Inició

206 15 3
                                    

Narra Milo.

Siempre, Siempre sentía que alguien me seguía y que alguien me observaba, pero... ¿Cómo podría pararlo? No lo sé, lo bueno era que siempre Mü y yo íbamos acompañados de mi madre y por las tardes iban ambos.

Kardia: ¿Y cómo les fue él primer día? - preguntó.

Todos: Mal...

Degel: tú hijo resultó ser un cavernícola, le rompió la nariz a Minos hoy - dijo molesto.

Milo: pero ya le preguntaron ¿Porque lo hize? Yo sólo me estoy defendiendo - dijo de brazos cruzados.

Kardia: ya cálmate Degel, sólo lo hizo por defenderse nada más...

Degel: claro cómo a tí no te regaño Shion por sus chistesitos.

Mü: prometo que no vuelve a suceder - dijo cansado.

Si al fin y al cabo Milo no se quedó quieto y puso en su lugar al tonto de Minos él cuál prometió nunca volversele a acercar, aunque sé puso nervioso al ver a Camus riendo por lo que le había hecho al mayor, aunque no pudo evitar sentir un cosquilleo en él estómago al verlo reír de esa forma tan hermosa. Rápidamente negó no debía ilusionarse, Camus era sólo un simple conocido, estuvo pensando en él toda la noche, así se la pasó los meses, tras un año, dos... Tres, pensando en él sin poder dormir por breves momentos y sus sentimientos eran un remolino no sabía que hacer y más porque Camus no le ayudaba ya que siempre estaba al tanto de él, lo ayudaba en lo que podía, le había invitado a salir un par de veces las cuáles acepto y la paso increíble no sabía que hacer, ahora se encontraba ahí abrazándolo mientras veía una película de terror.

Milo: - escondió su rostro en él pecho de Camus, mientras que él a notar esto sólo lo abrazo y le susurró -

Camus: no te preocupes, juro que yo voy a protegerte de todo - le dijo mientras veía a cómo él menor lo veía.

Milo: me da miedo - susurró.

Camus: tranquilo sólo es una película ¿Si?...

Milo: ¿Sólo una película encerio? Está cosa es él conjuro - susurro angustiado en lo que la película termino.

Camus: estarás bien, ¿oh qué?, ¿me dirás qué quieres ver la película de los pitufos? - preguntó burlonamente.

Milo: encerio que a veces te detesto - dijo mientras se separaba de él y se ponía de pie.

Camus: Milo, acompáñame, tengo que hablar contigo - dijo levantándose de su asiento para seguidamente tomar su mano y que ambos empezarán a caminar.

Cuando salieron se dieron cuenta de que ya eran las siete de la noche en punto ya sólo les quedaba una hora antes de que Milo tuviera que regresar a su casa, Kardia era muy estricto con forme al horario de su hijo así que si Camus no quería que Kardia le mandara a todos los policías que tenía bajo su cargo, debía ser rápido eh ir a dejar a Milo a su casa a la hora acordada si no Kardia jamás los dejaría volver a salir juntos. Al llegar al estacionamiento le abrió la puerta y lo invito a pasar, cuándo él entro sólo le colocó una venda en los ojos para después hablar.

Milo: ¿Camus qué?

Camus: ¿confías en mí?

Milo: - asíntio -

Camus: te llevaré así, no vayas a ver es una sorpresa que cambiará nuestra amistad.

Milo: confío en ti, pero no me asustes Camus.

Camus: no te preocupes, llegarás a la hora que tú padre me específico, pero tal vez te retrases unos minutos...

Milo: que ni se te ocurra Camus, porque mi papá es capaz de tirarte a los perros junto con los policías, tú ya sabes lo sobreprotectores que son mis padres conmigo.

Camus: no los culpó, eres un niño muy guapo cualquiera trataría de secuestrarte, es más si yo tuviera un hijo igual de hermoso que tú también haría lo que hacen tus padres.

Milo: no sabes en qué problema te estarías metiendo si Afrodita se enterara de lo que me estás diciendo.

Camus: bueno vamos - dijo encendiendo su auto y se fueron.

Pasaron unos minutos hasta que llegaron a su destino Camus le ayudo a bajar y después caminaron por un rato, hasta llegar al punto indicado ya ahí Camus quitó la venda que cubría sus ojos, para que Milo después viera todo con sorpresa ya que era un lugar iluminado por velas mientras que Camus en sus brazos tenía un ramo de rosas blancas y lo que le hizo querer llorar fue ver un letrero sobre una mesa decorado con chocolates y corazones dónde decía.

Te amo ¿Quieres ser mí novio?

Era la pregunta para después ver abajo donde le ponía las respuestas.

¿Si oh sí?

Eran sus únicas opciones las cuáles por poco y lo hacían reír, dirigiendo su vista a Camus.

Camus: ¿Te gustó la sorpresa? Me esforcé mucho por prepararla y bueno Shura y Shaka me ayudaron, bueno sinceramente no sólo ellos también lo hicieron tus amigos, y... Bueno - se había puesto nervioso.

Milo: me encantó Camus... - fue lo único que dijo antes de ponerse a llorar de la felicidad.

Camus: o-oye, n-no llores... - dijo preocupado pero lo único que recibió fue un abrazo, un abrazo que lo hizo sentirse increíblemente bien.

Milo: ¿No estás jugando conmigo? - le pregunto escondiendo su rostro entre su cuello y hombro.

Camus: sabes perfectamente bien que jamás jugaría con algo así, te amo Milo jamás jugaría contigo así - le dijo correspondiendo su abrazo.

Milo: aceptó Camus.

Camus: ¿Eh?, ¿Encerio?

Milo: aceptó Camus, aceptó ser tú novio - dijo feliz.

Camus en respuesta sólo lo besó mientras que sus secuaces salían aplaudiendo emocionados mientras que la recién formada pareja los volteaba a ver.

Camus: ¿Y ustedes que demonios hacen aquí?

Shaka: perdónanos Camus pero no pudimos evitarlo...

Mü: queríamos saber que sucedia con ustedes dos par de tortolitos y vaya que todo les salió bien, te felicito Camus.

Camus: ¿Gracias? - dijo confundido.

Shura: la verdad sólo espero que athena se apiade de tí Milo, vas a necesitar de mucha paciencia para aguantar a este hombre - dijo señalando a Camus.

Camus sólo lo vió mal y todos empezaron a felicitarlos para después irse a su casa si no querían sufrir la furia de la bestia devoradora de manzanas y él cubo lector que deberían de estar cómo leones enjaulados.

Continuará...

Estaré eternamente a tú lado {Camus X Milo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora