Un pasó más para él final

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Dos meses después.

Milo cómo todos los días trataba de darle comida a Camus, él asunto era que esté desde que pasó aquello de había vuelto un amargado y siempre le despreciaba, Milo sabía que eso estaba mal, él había entrado en una depresión y que no lo hacia porque lo sientiera de verdad así que por eso y cómo su esposo lo seguía a todas partes aunque a él no le gustará y lo rechazará.

Milo: abre la boca Camus... - decía con la cuchara en la mano, pero Camus de un manotazo mando a volar la cuchara y él plató.

Camus: no quiero nada que venga dé tí Milo, ya te lo eh dicho, no me gusta que me tengan lastima.

Milo: no lo hago por lastima, de verdad estoy tratando de ayudarte, de darte apoyó y tú me tratas así, me duele Camus, encerio me lastima que me trates así.

Camus: si tanto de duele vete de la casa, regresa a vivir con tus padres y a mí déjame en paz y no te preocupes los papeles del divorcio ya están en trámite.

Milo: Yo nunca dije eso, yo no quiero disolver mí matrimonio contigo.

Camus: pero yo contigo si, jamás me a gustado que las personas se queden conmigo por pura lástima.

Milo: si yo estoy contigo es por amor, no porque te tenga lastima Camus Entiende, yo te amó.

Camus: Ja... Si claro Antares - dijo sarcásticamente y se levantó de la mesa y salió de la cocina sorprendentemente ya se había memorizado la casa.

Milo sé puso a llorar desde hace ya dos meses había tratado de ser paciente con él pero la paciencia se le agotaba así cómo sus esperanzas de volver a recuperar a su esposo. No quería divorciarse pero a cómo iban las cosas, eso sería lo más viable. Sé levantó y poco a poco empezó a levantar todos los cristales rotos y los puso en una bolsa para seguidamente tomarla y salir de la casa con dirección al contenedor y depositarla ahi, sabía de sobra que si los dejaba dentro de la casa sería un desastre, cuando lo hizo empezó a caminar hacia él centro comercial ya no tenían nada y por suerte ese día no trabajaba pero mientras caminaba se dió cuenta de la presencia de dos hombres que lo seguían a todos lados pero no parecían ser del mismo equipo, sin embargo le dió igual y siguió.

Llegó compró la despensa, sé quedó viendo un par de cosas que le gustaron pero que no compró porque se dió cuenta de que le había agarrado la tardé así que se apresuró a llegar a casa, al llegar acomodo todo en su respectivo lugar para después irse a sentar y empezar a trabajar en la computadora, ya le habían hecho llegar los expedientes de los pacientes así que se puso manos a la obra lo que le sorprendió fue que Camus no fue a gritarle cómo ya sé le había hecho costumbre. Trabajo bien y después algo preocupado fue a ver a Camus pero grande fue su sorpresa de que él no sé encontraba en él departamento pensó en llamarlo pero desistió debía darle su espacio así que decidió dedicarse a lo suyo. Así sé le pasó la tarde y cuando llegaron las ocho de la noche Camus apareció pero nisiquiera le habló Milo por su parte nisiquiera se tomó la molestia de preguntar a dónde había ido oh sí quería cenar sólo siguió con lo suyo cuando llegó la hora de dormir se fue al sillón, se sentía mal pero nisiquiera se molestó en tratar de averiguar qué tenia y sólo durmió.

A la mañana siguiente.

Sé baño y sé vistió cómo normalmente lo haría, aunque estar sólo la tarde anterior lo había hecho pensar, no dejaría a Camus simplemente no podía lo amaba pero tampoco se acercaría mucho a él si no que dejaría que fuera él quien se acercará, así que aprovechando eso de que lo había dejado sólo saco sus cosas y las movió hacia él cuarto contigüo ya que sabía que Camus no le permitiría moverse al otro cuarto pero en fin, pero ahora que lo veía bien se dió cuenta que también tenía cama, bueno le había encantado dormir en él sillón así que no se quejaba cuando se terminó de vestir preparó la comida aunque sabía que Camus no la iba tocar le dejo para que comiera y sin más se fue de ahi sin hacer ruido, todavía eran las tres de la mañana. No supo él porque pero quiso irse al hospital más temprano.

Camus por su parte sé despertó a las seis y sé levantó agudizó su oído pero grande fue su sorpresa al notar él departamento vacío así que algo preocupado decidió llamar al policía que sé supone, deberia estarlo cuidando.

Dentro de un auto.

Afuera del edificio.

Policía: - bien dormido –

Suena él teléfono él policía se despierta de golpe toma él teléfono  y contesta

En la llamada.

Policía: ¿Hola?

Camus: ¿Dónde está Luis? - preguntó con voz "calmada".

Luis: ¿Eh?... Pues no a salido de casa - dijo adormitado.

Camus: Luis, lamento informarle que mí esposo no está en casa, salió desde muy temprano, ¡No puede ser posible que usted sea tan incompetente para no haber visto a qué hora salió de casa! - le gritó molesto.

Luis: Perdón señor... Pero me dormí.

Camus: ¡Vaya a buscarlo, pero ya muevase! - le gritó.

Luis: si señor...

Fin de la llamada.

Luis: sólo espero que no le haya pasado nada, porque si es así ¡Ahí te voy San Pedro! - dijo preocupado encendió el auto y sé fué.

Con Camus.

Él trataba de pensar claramente no podía alterarse así sólo porque no estaba ¿Verdad?, De seguro ya estaba trabajando pero después de aquella llamada sólo se preocupo más.

– suena él teléfono –

En la llamada.

Camus: ¿Milo?... - preguntó

Degel: ¿Eh?... No soy Degel, buenos días - dijo amablemente.

Camus: buenos días señor Degel... - respondío con él mismo tono.

Degel: ¿Milo no está en casa Camus? - preguntó

Camus: ¿Qué no está haya? - preguntó preocupado.

Degel: no, de hecho te llamaba para decirte que le dijeras que lo necesitamos aquí con urgencia... - dijo esperando respuesta.

Camus: - en silencio -

Degel: ¿Camus?, ¿Dónde está Milo? - preguntó preocupado

Continuará...

Estaré eternamente a tú lado {Camus X Milo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora