Estaré eternamente a tú lado {Camus X Milo}

No puede ser...

En él consultorio de Milo.

Camus: No... - susurro mientras lo separaba y Milo lo veía incrédulo.

Milo: ¿Camus?... - preguntó.

Camus: Milo sólo aléjate de Mí, yo sé lo que te conviene, tú y yo no podemos seguir juntos - le respondió triste.

Milo: Camus... - él mencionado lo tomó de los brazos y desesperado le Dijo.

Camus: tienes que irte de aquí Milo, antes de que salgas lastimado - mencionó preocupado.

Milo: ¿De que hablas? Y suéltame un poco que me lastimas - le respondío más que confundido.

Camus: ¡Yo ya no te amó! ¡¿Entiendes?!, ¡Tú para mí no eres nada más que un juego! - le gritó en él precisó momento que lo soltó.

Milo sólo retrocedió unos cuantos pasos de dónde estaba, tratando de procesar lo que él otro le había dicho, Camus sólo escuchaba aquellos sonidos los cuáles indicaban que estaba apunto de llorar, no quería hacerlo llorar, simplemente nunca le gustó verlo llorar en este caso ahora sentirlo, escuchó cómo la perilla de la puerta era abierta, así que deduciendo lo que él contrario le quiso dar a entender era que se fuera. Caminó hacia ahí pero justo cuando iba a pasar él arco de la puerta escuchó que le dijo.

Milo: ya no voy a molestarte más... - le dijo con voz quebrada - iré por mis cosas en la noche, no te preocupes.

Camus: jamás fue mí intención llegar a tanto Milo - respondió con un tono de frialdad.

Milo: no te preocupes, la verdad, jamás esperé que sólo para poder acostarte conmigo hayas recurrido a tener que casarnos Camus, tuviste que haber sido claro con tus intenciones desde él principio - ninguno se dijo más Camus sólo empezó a caminar mientras que Milo pues intentaba no llorar.

Tiempo después...

Con él policía Luis.

Él policía ahora sí se mantuvo atentó ya eran las ocho así que no tardaria en salír y así lo hizo, vio cómo aquel joven salía del hospital, pero vio que no tomó la misma ruta que seguía hacia su casa, así que encendió él auto y comenzó a seguirlo, lo vió caminando cabizbajo con una mirada triste pero en sus manos aparte de la maleta dónde guardaba sus cosas llevaba un pedazo de papel con él cuál sé acercó a varias personas preguntando por lo que ahí había escrito, las personas amablemente le señalaban la ruta y él agradecía siguiendo con su camino, en un punto se dió cuenta que no podría seguirlo en él auto así que él policía se bajó y lo siguió a pie, unos cuantos pasos bastaron para que él se diera cuenta de que estaba entrando a un callejón oscuro y solitario.

Luis: ¿A dónde va?, ¿Aunque esté lugar me da muy mala espina? - se preguntó siguiendolo.

Milo seguía caminando mientras veía él pepel en fin que llegó a una pequeña casita de apariencia extraña, ahí se detuvo y lo escucho decir.

Milo: parece que es aquí... - dijo para después tocar él timbre, Luis se escondió detrás de un poste después de ciertos minutos un hombre salió a abrir hay fue dónde Luis reaccionó ya que era Radamanthys uno de los tres delincuentes más buscados por asesinato iba a llamar a sus demás compañeros cuándo vio que él hombre le apunto con un arma a Milo y se dirigió a su persona.

Radamanthys: para ser un policía encubierto, eres muy predecible - le dijo sonriendo triunfante.

Luis: - salió - ¿Porque lo citaste aquí? - preguntó saliendo con su arma en mano, mala idea eso hizo que Radamanthys tomará a su reé en por él cuello para que lo viera ahora él arma tocaba su cabeza.

Radamanthys: Mj... Eres nuevo - aseguro - de lo contrario no hubieras hecho éso tan peligroso - se dirigió a Milo - se nota lo mucho que te quiere tú padre, de lo contrario hubiera puesto a alguien más capacitado para cuidarte cómo lo hace con tú madre.

Milo: ¿Qué es ésto? - preguntó confundido.

Radamanthys: jamás pensé que vendrías y más acompañado de un elemento de la policía... - Milo trataba de soltarse.

Luis: si logras tocarle un sólo cabello... - Radamanthys interrumpió.

Radamanthys: ¿Qué?... - preguntó desafiante.

Luis: él jefe me mata... - respondío con preocupación.

Radamanthys: ¿Eh?... - confundido.

Milo: por favor díganme qué no todos son igual de tontos que estos dos... - susurró.

Radamanthys: ya basta de tanta palabrería, tú serás él primero en morir - dijo apuntando él arma hacia Luis pero este pudo esconderse detrás de un contenedor de basura y llamar a la estación.

En la llamada.

Luis: se solicita apoyó en la calle central del Inframundo, Gyudecca, uno de los que se dice juez tiene un re en, él re en no es nadie más que Milo, repito interceptaron a Milo...

Estación: Enterados y de inmediato enviamos refuerzos, sólo asegúrate que no le haga nada grabé Condor uno 1...

Fin del comunicado.

Después de eso sintió cómo una bala había logrado impactar con su pierna, Radamanthys se estaba acercando y él no podía disparar porque cualquier movimiento podría ser fatal para Milo ya que Radamanthys lo tenía cómo escudo humano.

Radamanthys: - empezó a reír y después habló - a llegado tú fin... - apuntó.

Milo: ¡Ya basta, atraparme era lo que querías no, ya me tienes no le hagas nada! - le gritó.

Radamanthys: si lo hago es muy seguro que nos sigue... - le respondió.

Milo: ya le heriste una pierna no va a seguirte y te recomiendo empezar a huir porque los demás ya vienen para acá por si no lo sabías - le contesto.

Radamanthys: es cierto de todos modos ya tengo mi botín así que... - se subió a Milo cuál costal de papas.

Milo: ¡¿Oye que te pasa?!, ¡Bájame animal puedo caminar sólo! - gritó con mucho orgullo.

Radamanthys: ya cállate y espero que durante él caminó no estés gritando si no quieres que te duerma a golpes... - le dijo para después hecharse a correr.

Milo: ¡Huy... A mí nadie me calla! - le gritó molesto mientras desaparecían en la oscuridad.

Luis en su último intento de cumplir su misión empezó a correr con la pierna aún lastimada mientras que enviaba un mensaje hacia él número de Kardia y una nota de voz a Camus aún sabiendo que lo encarcelarian posiblemente por no haber estado más activo y dejar que se llevarán al objetivo uno cómo ellos le llamaban, pero cuando llegó al final de aquél callejón se dió cuenta de que daba a una carretera la cuál ellos no sabían que existía.

Luis: ¿Que se supone que voy a hacer ahora? - se preguntó preocupado.

Continuará...