Capitulo 2: Memorias erróneas

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-¿Cómo quieres que acabe el mundo?- Preguntaba Steve mientras hacíamos tarea de Biología.

-¿Por qué preguntas eso ahora? No tengo idea, me da mala espina pensar en todo eso.

-Es solo una pregunta no hace falta que me la respondas.

Miles de cosas se me habían pasado por la cabeza cuando mis oídos captaron esa pregunta, muchas cosas horridas y mórbidas. De mí boca se escapó una palabra. -Zombies- dije sin pensármelo dos veces.

-¿Zombies? ¿Seguro?- Preguntaba mi par muy desconcertado con mi elección entre tantas opciones de apocalipsis.-No se me hace que sería el mejor final, creo que para mí el mejor sería que una guerra nuclear acabe con todos menos algunos, y en el algunos entramos nosotros por supuesto para sobrevivir hasta morir o suicidarnos- La idea de Steve era muy fantasiosa, aunque de las dos era la más probable si las potencias mundiales se decidían a jugar con sus juguetes de megatones.

-Sí viejo, zombies, son lo más. Imagínate a nosotros con armas militares matando bichos a toda velocidad que se nos abalanzan brutalmente hacía nosotros, despilfarrando balas hacia todas direcciones.

La idea le gusto más cuando le mencioné el armamento militar, sus ojos se agrandaron y dijo muy entusiasmado-¡¡Esa idea es genial!!-.

"Plaf" pasó uno "Plaf plaf" pasaron dos más y unos gritos casi inhumanos se oyeron muy fuerte.

Me asomé a la ventana y no vi nada, solo oía más disparos que no eran de gran calibre, un arma corta tal vez... -Ahhhggg-El grito interrumpe aquella deducción si era un arma grande o chica-¡¡Socorro!!-La voz era un tanto fina, muy delicada... Los disparos no cesaban.-¡¡Qué alguien me ayude por favor!!- La voz se hacía cada vez más cercana a mí percepción auditiva.

Sin duda era de una mujer, algo en mí decía que tenía que salir a ayudar a esa mujer... Los gritos se hacían más y más intensos mientras mis manos se aferraban a un tubo de hierro solido que tenia detrás de la puerta por si algún día lo necesitaba.

Salí al patio delantero buscado a la voz que suplicaba ayuda.

Era alta, el naranja de su pelo se movía por todos lados meneándose de izquierda a derecha de arriba abajo, los zapatos de taco mediano no le ayudaban nada a correr... Corría aterrorizada por algo o por alguien y yo no sabía que era... Hasta que por la esquina se asoma un grupo de gente que a la vista estaban bañados en sangre.

-¡¡Ey!! ¡¡Por acá!!- Grite lo más fuerte posible para captar la atención de la chica pero esta seguía en su paranoia de correr de las cosas. Salí directo a los bultos prácticamente sin vida que correteaban a la damisela en apuros, asesté golpes a la rodilla a uno de ellos tan fuerte que cayó al suelo con la rodilla dislocada, tomé a la chica por el brazo arrastrándola hacia mí casa. Las cosas eran muy rápidas y nos tenían a trote rápido.

Al pasar la puerta de mi casa la trabé rápidamente y sin pensarlo moví varias cosas hacia la misma para taparla e impedir el paso de estas cosas-Gracias- vociferó la chica cuyo nombre no sabía con exactitud-Venía corriendo desde hace dos calles de aquí.- Los disparos seguían, no se dé donde provenían.

-¿Tu nombre?- Pregunté mientras jadeaba, hace un buen tiempo no corría y menos con tanta adrenalina dentro de mí.

-Samanta, de nuevo gra...- -No tienes que agradecerme nada.- Interrumpí.

-¿De dónde eres Samanta?.-

-No importa eso, tenemos que llegar al centro, allí nos ayudaran... Por cierto ¿Tu nombre?-

-Sebastian... ¿Al centro? ¿Qué pasó? Sigo sin entender mucho esta situación ¿Qué son esas cosas?

-No tengo ni la menor idea pero sean lo que sean, hay que darles duro con lo que sea, sí, al centro, allí están haciendo extracciones a un campo libre del brote.-

Brote, esto iba en serio, me arrimé a la televisión y el molesto zumbido del encendido dio paso a las luces. El EAS estaba activado, la voz de computadora repetía "No salgan de sus casas a menos que estén cerca de un punto de evacuación, cierren todo tipo de entradas, no dejen entrar a nadie, la ayuda está en camino" y me sentía que cada verso mentía más que el otro. Cambie de canal buscando más respuestas y un solo noticiero estaba transmitiendo, las imágenes eran brutales. Las fuerzas militares habían desplegado todo su armamento y tropas para combatir esta amenaza, pero las cosas ganaban por cantidad sumando que eran muy fuertes.

-No hagan caso alguno al mensaje del EAS, manténganse en movimiento, no es seguro en ningún lado, lleve armamento y provisiones y cuídese no solo de los infectados sino también de las otras personas, no confíe en nadie- Decía el asustado reportero sentado en la mesa del estudio mirando para todos lados muy alterado. -Hagan lo posible por sobrevivir, esto de seguro tiene solución.- La mirada del reportero se agrandó y miró detrás de cámara. Se podía oír gritos y corridas -Esta es mí ultima transmisión, dios los bendiga y los tenga en su gloría.- Acto seguido tomo un revolver debajo del escritorio y rápidamente jaló el gatillo en su cabeza.

La sangre decoraba la escenografía del estudio mientras que las imágenes en vivo desde un techo a la calle mostraba como un grupo de soldados combatía a tripa y corazón a las cosas, las cuales no les encuentro un nombre.

-Zombies- Dijo Samanta sin dudarlo como si hubiese leído mi mente que buscaba un nombre para ellos. -Son Zombies.-

Un silencio se hizo con el livingroom.

-Y pensar que yo de chico fantaseaba con esto.-

El tipo de traje.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora