- CAPÍTULO 1 -

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Entraba a Tagus, era realmente preciosa igual el día que la acompañaba, lo único que la arruinaba eran los niños mimados que recorrían el lugar, con sus bolsos caros y ropa fina, dirán: siempre es lo mismo en las escuelas de millonarios, pero es verdad, me quejaría un poco más pero aquello también forma parte de mi vestidor y de mi vida.

Estaría en el campus, en los departamentos para una sola persona, mi padre se encargó de que todo mundo se enterará que estaría en Tagus, que pesadilla.

El primer día estuvo regular, siempre es presentación de los profesores y de los alumnos, en la cafetería vi un grupo que me llamó la atención, eran varias chicas pero una captó mi atención solo que no logré verla a detalle, a lo lejos vi unas gradas sin nadie y decidí estar ahí, comí sola pero no me faltaba compañía, necesitaba pensar.

Terminaban las clases, una profesora "Lauris" me cayó muy mal, "que asco de compañeros" pienso, todos fueron una mier*da conmigo, creían que era becada por alguna razón, mi prioridad no era presumir mi dinero, no como ellos, al final todo es una farsa, todos mienten.

En los pasillos se hablaba de una fiesta de bienvenida, probablemente no iría, convivía la mayor parte de mi tiempo con personas como estás antes de llegar aquí por trabajo de mi padre y ahora estar aún más tiempo con ellas..no gracias.

Estaba por salir cuando alguien me llamó:

— T/n Petsch hola, me presento, soy la directora de Tagus, tu padre me pidió que te diéramos lo que necesitaras, cualquier cosa puedes ir y pedírmelo. — me dió la mano y por educación se la acepto, ogh bit**ch.

— Está bien, tranquila, no soy una niña para que estén cumpliendo mis caprichos pero gracias — retrocedo, encaminándome a donde se encontraba mi departamento.

Se hacía de noche, caminaba tranquila, observando los árboles y coches que pasaban hasta que un coche lujoso paró a mi lado, me asusté un poco hasta que ví al conductor, Aegan Cash, su presencia en Tagus se me había olvidado por completo.

— T/n Petsch, ¿mucho dinero y no tienes auto propio?, que farsa ¿no?, pensé que no nos volveríamos a ver.

— Aegan Cash, mucho auto pero poca educación ¿no?, pensé lo mismo, me hubiera gustado que fuera así pero aquí el maravilloso destino.

— Todos piensan que eres becada.

— Se llama humildad, caminar no está mal, aveces hace falta aire fresco, por lo que veo a ti te falta salir de tu zona un poco.

— Lo que digas guapa, vivimos en el mismo edificio, ¿quieres que te lleve o seguirás caminando en el pasto como una princesa en un cuento de hadas?.

— Pues llegó mi príncipe azul en su caballo por fin — ironicé y subí al auto, me interesaba la conducta de Aegan, cada vez me intrigaba más. Conocer lo que nadie conocía, era fácil ver que escondía una parte de él.

— Al parecer no eres tan inteligente como creía, caminando llegabas al edificio como en dos horas, contando que caminas lentísimo.

— ¿Supongo que Aegan Cash siempre es el que salva el día no?.

— Sí, ¿irás a la fiesta? - su ego me está matando, y no de una buena manera, puso su mano en mi muslo, le gustaban mucho pensando en nuestro encuentro en aquel casino.

— No.

— ¿Por?, ¿no tienes con quien ir?.

— No es eso, no quiero convivir con gente como tú.

— Ya veo, ¿entonces qué haces aquí conviviendo conmigo?, lo de antisocial no te lo cree nadie.

— Solo no quiero, ¿y tú, con cuál de tus mil novias vas a ir?.

PERFECTO GANADOR || Aegan y tú || (fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora