Crossville (#CA2022)

Herencia

Un día antes de la siguiente pesadilla murió Nina, la hermana menor de las gemelas Marcela y Yocelin, la niña murió por razones desconocidas dejando a su madre devastada al igual que sus hermanas, pues no se esperaban que ella fuera la siguiente.

Esta vez las protagonistas seria Mariana y su madrastra... Paulina.

Herencia.

¿Qué ha pasado? ¿Por qué me duele la cabeza? ¿Por qué estoy en el suelo?

Al despertar me doy cuenta de que me encuentro en el piso, me duele la cabeza me parece muy raro, lo único que recuerdo es que entre a la casa que mi padre nos ha dejado de herencia a mí y a mi hermano.

-Quizás me caí.-

Fue lo primero que ha llegado a mi cabeza tan pronto como me pude poner en pie.

Pero no fue así como sucedieron las cosas...

La casa esta desordenada más de lo que yo la había dejado, algunas de mis cosas no están.

-No me preocupe, pues pensé que nos las había traído conmigo-

Recuerdo que antes de venir aquí tuve una pelea con mi madrastra por esta casa y por otras propiedades que había dejado mi padre antes de morir, me amenazo, sin embargo no preste mucha atención.

Subí a una de las habitaciones de la casa, pero me percate de algo, había sangré.

-¿Qué había sucedido aquí?-

Pero la sangre estaba un poco seca, parecía ser de un día antes, me atemorice, así que trate de esconderme, pero el lugar que parecía más seguro en la casa lo habían cerrado y no podía abrirlo

-El baño está cerrado ¡genial!- Pensé.

Intente esconderme en otras habitaciones, pero estaban vacías así que decidí salir de aquella casa. En ese momento tocaron la puerta.

-¿Hay alguien en aquí?- Preguntaron desde afuera.

Probé responder, pero parecía que no me podían oír así que fui a abrir la puerta, eran policías y peritos

-¿Qué sucede?- intente preguntar.

No obstante parecía que no me escuchaban pensé que aún estaba soñando y estaría en una pesadilla, pero todo era tan real.

-Sí, aquí ha ocurrido algo- Alcance a escuchar a uno de los policías.

Me sentí aterrorizada, pregunte a todos fui de habitación en habitación tratando de averiguar qué había sucedido, pero nadie me dio la respuesta, una señora afuera de la casa estaba dando una declaración a los policías.

-Escuche a una mujer gritar- Decía.

¿Quién podría ser? Me preguntaba cada vez más asustada, me dirigí al segundo piso habían abierto el baño, sentí una corriente pasar por mi cuerpo, así que entre allí habían encontrado algo, quizás sea la mujer que habían escuchado gritar.

-Asesinato- Afirmo un policía.

No lo podía creer... Era yo, estaba llena de sangre, mirando al rededor todo estaba manchado de sangre, como era posible, será una broma, porque estoy allí, gire de inmediato al espejo, no estaba mi reflejo, que había pasado, de verdad estaba muerta.

Esas preguntas giraban por mi cabeza hasta que pude recordaría todo.

Entrando a la casa, deje la puerta abierta porque aún estaban unas cosas afuera... entre hasta una de las habitaciones del piso de arriba, al volver a salir mire a dos sujetos vestidos de negro; me asuste y volví a casa corriendo, pero no alcance a entrar, me golpearon causando que cayera al piso aun consciente, pude reconocer la vos de los dos sujetos... Era Michel, el hijo de mi madrastra y el otro era Andrés su primo.

-¿Qué hacen aquí?- Pregunte.

Ellos me mandaron a callar, escuche sus planes, porque tendrían que matarme, no entendía nada, ahí fue cuando grite, pero nadie vino a ayudar ya era tarde... Me golpearon muchas veces hasta que caí por las escaleras.

-Nos quedaremos con tu herencia y con la de tu hermano.-

Escuche que decían desde la parte superior de la escalera, lo último fue un disparo.

Estaban a punto de abrir la puerta. ¿Qué sucedió? Porque mi madrastra haría algo así, porque Paulina haría algo así.

***

De nuevo los habitantes de Crossville se levantaron y encendieron una vela a las tres de la mañana, la marcaron con el número 4.

Al siguiente día Crossville se despertó esperando lo que sucedería al contar de nuevo tres días.