Capítulo 05: Cambiando una visión del mundo.

593 34 11
                                    

En un lugar de la ciudad camina una niña en condición de calle, de cabello marrón oscuro, medianamente largo y con dos largas coletas a los lados amarradas con listones verdes, además, sus ojos son del mismo color, pero más claros. La pequeña usa una polera marrón manga larga y sucia, sus pantalones marrón claro están dañados y usa zapatillas completamente negras y gastadas.

Ella lleva una bolsa con un poco de comida mientras camina, luego ve una mujer con algo de edad e indigente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ella lleva una bolsa con un poco de comida mientras camina, luego ve una mujer con algo de edad e indigente. La niña sin dudar decide darle un poco de la comida que tiene.

Niña: (Amablemente) Tome señora, para que pueda comer algo.

Mujer: Gracias pequeña pero... yo también tengo necesidades.

La mujer le quita la bolsa a la niña, la empuja y huye.

Niña: ¡Espere! ¡¿Por qué?!

La niña comienza a llorar.

Niña: (Llorando) ¿Por qué? ¡¿Por qué las personas son tan malas?! ¡¿Acaso no se puede confiar en nadie?!

La niña llega a otro lugar desolado con varios edificios en malas condiciones unidos con escaleras cruzadas. La pequeña entra a un departamento ubicado en el primer piso donde hay un hombre de uno 30 años en la misma condición de la niña.

Hombre: ¿Conseguiste comida mocosa?

Niña: (Mirando hacia abajo) Si, pero por el camino, había una mujer que tenía hambre y por compartir un poco nuestras raciones me quitó todo lo que conseguí...

Hombre: (Enfadado) ¡¿Otra vez?! ¡Vez lo que por compartir con otros Yuko, quedamos sin raciones! ¡Eres una niña que no sirve para nada! ¡¿No sé porque tengo que cuidarte?!

Yuko: (Triste) Disculpe señor Saitaku.

Saitaku: (Enfadado) ¡Nada de disculpas! ¡Te estoy dando un techo y tú no colaboras con tu parte! (Suspiro) Y yo quería comprar más cerveza, así que solo compraré alimentos para mí, tú te quedarás sin nada.

Yuko: (Con lágrimas y molesta) ¡Eres una persona detestable! ¡No te soporto más! ¡Me voy de este lugar!

Saitaku: ¡Inténtalo! ¡Sabes que allá afuera es un mundo totalmente cruel!

La niña sale del lugar y de un escondite se le acerca un Wormmon.

Wormmon: No estés triste Yuko, se te pasará.

Yuko: (Secándose la lagrimas) Wormmon, ¿Por qué todos son malos conmigo? ¿Por qué no se puede confiar en nadie?

Wormmon apoya su cabeza en Yuko y ella abraza al Digimon.

Wormmon: (Contento) Tranquila, me tienes a mí. Tú sabes que siempre estaré a tu lado pase lo que pase... y si apareciera otro de esos Tamers con un Digimon yo te protegeré.

Digimon: La leyenda de los Elegidos - Parte I: Tamers y DigimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora