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Cada que Chifuyu debía salir en un viaje durante su fin de semana, Baji trataría de hacer lo que su hija más quisiera para que ella no notara la ausencia de su otro padre, razón por la que terminaba cumpliendo todo capricho que su niña dijera

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Cada que Chifuyu debía salir en un viaje durante su fin de semana, Baji trataría de hacer lo que su hija más quisiera para que ella no notara la ausencia de su otro padre, razón por la que terminaba cumpliendo todo capricho que su niña dijera.

Comenzaba su tiempo de padre-hija los viernes en la noche, luego de que ambos hayan pasado a dejar a Chifuyu al aeropuerto, Eiko aprovechaba su noche de convivencia para probar todo tipo de maquillaje nuevo que le enseñó su tía Emma en su papá y Baji siempre la elogiaba diciendo que había mejorado mucho en su práctica de sombras de ojos, después de algunos retoques más ambos pasaban a la cocina a preparar algún bocadillo liviano, para así finalmente ambos terminar en la sala viendo alguna película de terror barata. Su noche concluía con más risas que sustos.

Durante el sábado Keisuke la llevaba a pasear por los diferentes locales de sus amigos, desde el restaurante de los Kawata, donde la menor recibiría un plato de ramen gratis, hasta la tienda de motocicletas de Draken, donde tanto padre como hija se verían atrapados en una charla sobre el arte de las motocicletas, al final de la tarde terminaban en el dojo de los Sano, donde su tío Mikey le hablaba sobre sus tiempos en la pandilla y lo mala influencia que había sido tu padre, así que no termines como él, inmediatamente después de decir eso recibía un golpe del mayor. Cuando la noche comenzaba a caer, ambos se retiraban a su propio hogar con algún postre en manos, cortesía de la menor de los Sano. 

Finalmente los domingo ambos moreno se levantaban temprano para aprovechar y limpiar toda la casa junto con la música sonando lo suficientemente alta de fondo, entre medio siempre había alguna que otra conversación sobre como fue su semana, que tal iba la escuela o la tienda de mascotas. Después de terminar de limpiar el interior pasaban un rato en su patio llenando los tazones de comida para algunos gatos callejeros que pasaran por ahí y tuvieran hambre, y si tenían suerte alguno de esos gatos se acercaría lo suficiente para que ambos pudieran darles unas caricias. Cuando daban las cinco de la tarde, los dos se alistaban y pasaban al aeropuerto, donde recibirían a Chifuyu luego de su largo viaje.

Entre quejas y risas, su fin de semana terminaba con los tres durmiendo en la misma cama del cuarto principal.

BajiFuyu are the types of parents...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora