"-¿Me dejas robarle el gatito a la vecina?
-¿Que dijo Fuyu?
-Que deje de robar los gatitos de los vecinos.
-¿Y por qué crees que yo diré otra cosa?
-Porque él no es tu jefe, y tú también quieres robar gatitos.
-... Si Fuyu pregunta, lo encontra...
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Cuando Eiko llegó a su vida, era obvio que ambos padres eran totalmente inexpertos en el ámbito de ser padres.
El primer y gran reto que tuvieron que afrontar, cuando su niña llegó, fue la de aprender a cómo cambiar un pañal.
A pesar de que ambos adultos habían tomado toda clase de cursos sobre el cuidado de un bebé, y de haberse leído decenas de libros sobre el arte de ser padres, nada realmente los preparaba por completo cuando llegó el momento de poner en práctica dicha sabiduría adquirida.
Fueron varias las veces que ambos se equivocaron en poner un pañal, ya sea porque lo colocaron al revés, o si las cintas no estaban lo suficientemente apretadas o porque ninguno sabía que venía más de un tipo diferente de tamaño de pañal y terminaban comprando el equivocado.
Pero como dicen, la práctica hace al maestro, por lo que unos meses después, y de cientos de cambios más, ambos adultos habían aprendido de sus errores, sabiendo ya cómo cambiar a su hija hasta con una sola mano.
Aunque al final, su práctica se vio evaporada cuando un tiempo después se dieron cuenta que su hija había superado la etapa de los pañales.
Al menos a los dos le había quedado grabada la enseñanza de como prender bien una cinta, cosa que un tiempo después sirvió para enseñarle a sus amigos la forma correcta de colocar un pañal en sus futuros hijos.
