10 de octubre de 2016Katherina
Una blusa verde de algodón, una chaqueta blanca a juego con el pantalón negro ajustado elástico y mis botines negros de tacón favoritos que repiqueteaban en el asfalto de la calle.
El atuendo perfecto que podía combinar para mi día de admisión en la universidad. Me sentía segura y nada podía arruinar mi confianza.
Excepto que no me convaliden los papeles de admisión y tenga que empezar todo desde cero.
-Es que... es tan... ¡ugh!- lancé un grito de exasperación mientras caminaba de un lado a otro en la sala de la casa de Clary.
-Sí, es todo tan ugh. Yo también te entiendo.- bromeó ella.
Le disparé una mirada amenazante por lo que ella dejó de sonreír y se hundió en su asiento.
No me aceptaban los dos años de carrera que había hecho en la universidad en Estados Unidos, lo que significaba que debía de empezar desde cero. Como si nunca hubiera tomado una clase de teatro. La vida es tan injusta.
-Son unos hijos de... ¡chucha!- Clary rió de mi término y yo tampoco pude evitar hacerlo. Me desplomé a su lado en el sofá y tapé mi cara con las manos -No sé qué voy a hacer.
-Ese es el problema con las universidades privadas, no convalidan las materias de todas las carreras cuando es en otro país, sólo las de algunas.- me explicó ella pasando una mano por mi pelo como consuelo -Ve a una universidad pública y tal vez allá te la convaliden.
Mordí mi labio inferior, un hábito que había tomado mientras estudiaba en Estados Unidos. Sólo lo hacía cuando pensaba en algo, cuando estaba nerviosa y cuando me concentraba en hacer algo. Que en este caso sería lo segundo.
-¿Tú crees?- la miré a los ojos.
-Estoy segura.- asintió ella.
-O... podrías hablar con el rector o el vicerector y que me permitan retomar mis estudios donde los dejé.- añadí emocionada por esta idea. Clary gruñó, a ella no le gustaba interferir en cosas que ella no tenía que ver. Me lo había dicho una vez que Derek y Loren tuvieron una pelea y cada uno le pidió ayuda con el otro -Por favor, Clary. Sé que no te gusta interferir en las cosas pero tú tienes gran voz y voto allá. Digo, eres prácticamente una escritora y escribes columnas en el periódico universitario. Tienes que ayudarme con esto.
Clary seguía insegura, así que puse mi mejor cara de perrito. Esa cara tierna de puchero que siempre le ponía a Adam cuando quería algo.
Adam.
El nombre quedó flotando en mis pensamientos indecisa en si pensar en él o no. Pero en cuanto Clary dio un suspiro derrotado y me miró asintiendo mis pensamientos volvieron a la realidad, llevándose lejos el pensamiento de Adam.
-Te ayudaré.
Chillé, aplaudí, salté y besé a Clary. Sabía que si ella me ayudaba en esto podría entrar.
Pasamos la tarde hablando como nunca lo habíamos hecho antes. Digo, Clary es una de las amigas más fieles que tengo, pero nunca había tenido tanta confianza y cercanía con ella antes como la tengo ahora.
-Gracias por permitirme quedarme en tu casa, Clary. Lamento ser un estorbo pero prometo que será sólo hasta que encuentre un lugar para alquilar.
-Nada de eso, Kathy. No eres un estorbo.- sacudió la mano despreocupadamente -¿No escuchaste a mi madre? Está encantada contigo.- no pude evitar sonreír ante eso.
-Sí, de verdad le caigo bien.- pensé sobre eso un momento -Ni siquiera sé porqué.
-Porque tú lavas los platos y planchas sin que te lo digan y yo no, y sabes cómo calmar a los gemelos cuando lloran a la misma vez.
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[Pausada] El Desamor de Katherina (LLDC #2)
Teen FictionUn sueño es todo lo que Katherina siempre quiso. El sueño de convertirse en porrista, en cambio, terminó siendo una actriz. Otro sueño que había estado ideando desde hace tiempo era el tener un novio que la quisiera tanto como los personajes en los...