Capítulo 2: Viejos encuentros

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—¡Katherina!

Giré el rostro en busca de la voz que desde hace rato me estaba llamando y yo pensaba que eran imaginaciones mías.

Una mata de cabellos negros interfirió en mi visión y en cuanto lo reconocí salí disparada en su dirección para brincarle encima mientras chillaba de la emoción.

—¡Roger!— grité —¡Oh, no sabes cuánto te he extrañado!

Separé el abrazo mirando mejor a mi amigo. Tenía el pelo un poco más largo que la última vez que lo había visto y estaba más alto, eso seguro. Su piel estaba más bronceada, por lo que se notaba que había estado tomando sol. Y habían unas pequeñas bolsas debajo de sus achinados ojos que revelaban las noches de desvelo que de seguro había pasado.

—Peli-peli, cuánto me alegra verte. ¿Cómo está la dulce Val?— preguntó animado —Oh, ¿y tu madre? Esa mujer hace la mejor lasaña del mundo. Si alguna vez tu madre deja a tu padre dile que estoy disponible.— le di un pequeño golpe en el hombro.

En el transcurso del tiempo que estuve viviendo en Estados Unidos, Roger nos iba a visitar cada 3 semanas porque sus padres tenían empresas en Estados Unidos y de vez en cuando viajaban. Roger, como se la pasaba de aventurero y no quería empezar la universidad, nos visitaba cada vez que sus padres iban al país. Pasaba tiempo jugando y haciendo bromas con Valeria, Lucas y Marcos. Por supuesto, nos hicimos cercanos cada vez más, hasta que Roger descubrió que se estaba enamorando de mí ocho meses antes de que volviera y decidió apartarse porque sabía que yo sólo quería que fuéramos amigos.

Esa fue la última vez que lo había visto, pero sabía que visitaba a los niños en los tiempos que yo no estaba en casa, Valeria me lo decía.

—¿Cómo has estado?

—Sobreviviendo.— me dio una mirada significativa y capté de inmediato el mensaje.

—Quiero charlar contigo. ¿A dónde vas?

—Voy a visitar a Clary, tengo mucho que no hablo con ella.

—Bueno, yo me estoy quedando a vivir con ella, así que podemos ir caminando juntos.— miré cómo su expresión adoptaba miedo pero a la vez anhelo, como si pensara varias veces la decisión que tomaría —¿Qué dices?— insistí —Claro, sólo si quieres.

Finalmente soltó un suspiro y asintió en acuerdo. Unos minutos en silencio pasaron mientras caminábamos por las estrechas calles del vecindario en el que antes solía vivir.

Miré a Roger tratando de encontrar las palabras correctas para romper el silencio tan tenso que se había formado y lo único que me podía llegar a la mente era una disculpa.

—Lo siento.— Roger me miró con una expresión de confusión —Por no poder corresponder tus sentimientos.— él negó repetidas veces e iba a hablar pero me le adelanté —En serio, Roger. Me siento tan mal por cómo la has pasado, esto es mi culpa y no deberías estar así...

—Nada de esto es tu culpa. Quien decidió estar así fui yo. Yo fui quien me enojé porque me rechazaste, yo fui quien me hundí en la miseria del alcohol y el sexo por semanas, yo fui quien decidió cambiar, tú no tienes la culpa de nada.

—¿Te enojaste conmigo porque te rechacé?

Se llevó una mano a la nuca con una expresión culpable y de vergüenza en el rostro.

—Pues... yo... verás, como que me... enojé un poco en cuanto me dijiste que sólo podríamos ser amigos. No lo entendía en ese entonces, lo único que estaba en mi cabeza era el porqué no era lo suficientemente bueno para ti, porqué estabas con Adam y no conmigo; hasta que te vi hoy y me di cuenta de cuánto te había extrañado— no lo mire, estaba totalmente ruborizada. Me pongo así siempre que me hacen cumplidos o dicen cosas cursis y nunca sé qué decir —, te vi y me di cuenta de que quiero seguir siendo tu amigo, aunque seamos solamente eso, me siento bien sólo con tenerte en mi vida de una u otra forma.

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2015 ⏰

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[Pausada] El Desamor de Katherina (LLDC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora