Mein herz in flammen •[Richard Kruspe]• ||Terminada||

{XVII} • Es real

{RICHARD POV}

Buscaba a Will con la mirada, la había perdido sin siquiera entender cómo. Estabamos de fiesta en una discoteca de la ciudad y llevaba un rato corriendo de un lado a otro, pero con la multitud era imposible.

Me subí a un altillo del lugar y me quedé parado, observando hacia todo el mar de personas que habia en la parte baja.

Entonces ahi la vi, practicamente en medio de la pista y sus movimientos se ralentizaban para mi. Se veía preciosa bailando mientras bebía de su vaso.

Suspiré y sonreí, me sentía afortunadisimo de que me eligiese para estar con ella (...)

{WILLOW POV}

Bailaba a ritmo de la musica cuando noté como alguien se pegaba a mi por detrás, me giré y era él

Era Richard. Continué bailando y cogi su mano, comenzando a besarle lentamente en medio de todo el mundo, no importando nada más.

Estaba pegada a él y no pude evitar acariciar su mejilla viendole a los ojos este me dedicó una sonrisa.

—¿Te escapas conmigo? -Dijo a mi oido besandome suavemente el cuello-

—¿Vas a dejar aqui a los chicos? -Dije viendole-

—Que no es ningun drama Will, ¿Crees que ellos solo estan esperandonos? -Dijo sonriendo con gesto de... Tontita...-

Le cogí de la mano y le seguí, me llevó a una zona de reservados que había en la discoteca, este se posicionó sentado cogiendo una botella que había en la mesa del reservado y yo me puse sentada en sus piernas con una de las mias a cada lado de el. Este alzó la botella y yo abrí la boca, me echaba en la misma y yo tragaba. Reímos y entonces entró Paul empujado por alguien.

—PERDON PERDON -Dijo este tapandose los ojos-

Richard rodó los ojos y yo emití una carcajada divertida ya que iba bastante ebria.

—¿Quién te ha empujado ahora por cotilla? -Dije viendole-

Paul se rascó la nuca entre avergonzado y divertido tambien por la embriaguez encogiendose de hombros a lo que entró Schneider.

—Ya ya me lo llevo -Dijo cogiendole del brazo arrastrandole fuera mientras el bajito profería quejas-

Richard actuó como si nada y recogió un mechón de mi pelo tras la oreja.

Sentía que no hacía falta que dijesemos nada, porque incluso el silencio con él se sentía comodo, comprendido y un acto de complicidad.

Volví a besarle y este siguió el beso nuevamente de forma apasionada.

Me reclinó en el sofá, se posicionó encima, entre mis piernas y continuó recorriendo mi cuello con besos, bajandome la parte inferior de la ropa a la vez que hacia un camino de besos recorriendo mi torso.

Se desabrochó su pantalon y de igual forma se desnudó de la parte inferior para proceder a hacerme el amor una vez más.

Salí despeinada del reservado y me choqué con Till que iba bebiendo de una botella discutiendo con otro tipo porque le había empujado. El otro se disculpaba pero Till simplemente parecía no escuchar y mantenerse encerrado en su enfado.