𝑬𝒏 𝒎𝒆𝒅𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒐𝒔....Kokonui, Inui X Tn.

CAPITULO 3

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POV TN
Desde que tengo memoria nunca fui feliz, siempre estuve hundida en la desgracia y rodeada de un ambiente oscuro y sombrío.

Mi madre era una prostituta, vendía su cuerpo al mejor postor sin ningún remordimiento, y después de tantos encuentros le dieron la noticia de que sería mamá, con tan solo 15 años.

Estaba acostumbrada, acostumbrada a las hirientes palabras de mi madre, con tan solo 10 años tenia que escuchar palabras como, "me arruinaste la vida"
"No sabes cuánto te odio por eso".

Mi padre por lo tanto, fue un hombre desconocido en mi vida después de todo había sido un simple cliente de mi madre, nada importante... solo había sido un acoston por una buena paga.

Había sido un error...

Pasaba la mayor parte del tiempo sola, y cuando no lo estaba, tan solo tenía la compañía de mi madre, drogada hasta las patas.

Nunca fue un misterio para mí, que eran las drogas, que era el sexo..después de todo el ambiente donde vivía solo giraba en torno a eso.

Nunca supe que era recibir una pizca de cariño, quería que alguien me abrazara..y me dijiera que todo estaba bien, pero no había nadie..

Y llegó el día, la primera vez que manche mis manos de sangre, al tipo al que le había arrebatado la vida con tan solo 13 años era un simple delincuente, alguien malo que no tenía ni la más mínima importancia, había intentado sobrepasar esa línea...y no me contuve.

Lo apuñale repetidas veces, y me sentí tan bien..

Desde ese momento supe que algo andaba mal en mi.
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Entre al reformatorio, por homicidio.

Después de todo me lo merecía, le había arrebatado la vida a alguien.

Mi estadía en el reformatorio no fue tan pesada, ya que había conocido a mis actuales compañeros de bonten, golpeabamos imbeciles y nos divertiamos tanto... ya no estaba tan sola.

Pero no pude evitar caer en una fuerte depresión, era una asesina sin familia
¿Cual era la razón de mi existencia?

Los malos pensamientos no me dejaban tranquila.

En medio de una crisis decidí hacerme daño, múltiples cortadas adornaban mi brazos, era tan satisfactorio sentir como ese filo traspasaba mi piel..

Y desde ese momento no pude parar.

Mi vida había sido trágica desde siempre, no podía quejarme, me daba igual.
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Había llegado la noche, las estrellas adornaban el cielo oscuro y en medio de mis pensamientos me invadieron unas fuertes ganas de hacerme daño después de tanto tiempo de contenerme.

Baje al apartemento, tome las llaves del coche y me dirigí hacia la mansión de reuniones.

Despues de todo ese era mi lugar perfecto para hacer aquellas atrocidades, casi siempre se encontraba sólo.

Llegue y entre a una habitación,busque el instrumento con el que tantas veces me había hecho daño.

Y empecé a hacer múltiples cortadas, mientras que lágrimas se resbalaban por mis mejillas.

Me encontraba tan concentrada, que no me di cuenta cuando la puerta se abrió.

¿Que haces?