Capítulo Final

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Valentina POV

La puerta se cerró detrás de ellas cuando Valentina la empujó contra la superficie. Se besaban y respiraban de manera pesada sobre sus labios, compartiendo el aliento conforme se perdían en la otra.

La castaña tiró de la blusa y Juliana con gusto se deshizo de ella. Sus ojos azules bajaron de manera momentánea, apreciando la nueva visión frente a ellos. Incluso con el sostén cubriéndolas, sabía que sus tetas debían ser de otro mundo.

Se agachó para besarlas, usando la lengua para acariciar el espacio que no cubría la tela y ganándose un gemido de la pelinegra.

Juliana comenzaba a moverse, sacándole la playera a Valentina y siguiendo después con su cinturón. La castaña sintió cómo su miembro se retorcía, completamente endurecido. Necesitaba alivio.

Tomó a Juliana de los muslos para poder alzarla y colocó una mano en su espalda baja, deleitándose con su cuello mientras caminaba con ella hacia el comedor, dejándola sobre la mesa.

La pelinegra seguía luchando con sus pantalones, pero la detuvo. Vio la expresión de confusión en el rostro perfilado, la cual no duró mucho cuando se dejó caer de rodillas, bajando los shorts de Juliana en el camino. Esto hizo que automáticamente ella abriera las piernas.

Pudo ver lo mojada que estaba a través de las braguitas arruinadas, le apretó los muslos y la miró directamente a los ojos, encargándose ahora de bajar la prenda mojada.

Se inclinó hacia delante, dejando besos de mariposa por todos lados menos donde sabía Juliana la necesitaba, escuchando los jadeos suplicantes.

"¡Joder!" se quejó la pelinegra.

Valentina aprovechó entonces para separar los pliegues con sus pulgares, exponiendo la capucha del clítoris que gritaba por atención, y con su lengua presionó sobre él.

Una mezcla entre un jadeo y un grito se escapó de la garganta de Juliana, y eso fue música para sus oídos, motivándola a presionar más fuerte y recoger la humedad que había entre aquellas torneadas piernas.

La pelinegra estaba con las palmas sobre la mesa para sostenerse y la cabeza echada hacia atrás. Tenía la boca abierta y los ojos cerrados mientras Valentina se la estaba comiendo como nunca lo había hecho con nadie, dándole a ese pequeño clítoris y delicioso coño la atención que se merecían.

"Mmm... Sí ..." Juliana soltó junto a una bocanada de aire, llevando una mano a las sedosas hebras castañas.

Valentina sonrió ante eso, deslizando su lengua más abajo y probando con su punta la entrada rosada, su pulgar reemplazando la labor que su boca había estado haciendo.

La penetró con la lengua, escuchando a Juliana gemir fuerte e incitándola a moverse más rápido, sintiendo que la pelinegra estaba al borde del orgasmo.

"Val... Valentina... Joder, voy a - voy a venirme"

Y luego de eso Juliana se corrió, cerrando los muslos alrededor de su cabeza y sobrellevando el orgasmo mientras Valentina seguía torturándola con la lengua.

Lentamente la castaña se puso de pie, besándola para que se probara a sí misma y soltó un gemido.

"Todavía no acabo contigo" murmuró.

Juliana estiró un brazo, tocándole las bolas sobre la tela del pantalón al responderle con una sonrisa traviesa. "Más te vale que no"

"¿Y la habitación?"

"Al final del pasillo" Valentina la cargó hasta ella, dejándola sobre la cama con cuidado. Juliana aprovechó para sacarse el sostén y la castaña se perdió al ver aquellos pechos perfectos, quitándose su propia ropa interior y pantalones en el proceso.

𝗨𝗻 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮【+18】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora