Capítulo 1

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Valentina POV

'Esto no está sucediendo'.

Valentina estaba en una de sus clases cuando de la nada su miembro comenzó a ponerse duro, dejándola sin saber qué hacer. Le sucedía ocasionalmente, suponía que se debía a que hacía un tiempo no tenía relaciones, pero normalmente pasaba en las mañanas y se libraba de él con una ducha fría.

Se cubrió con su mochila, poniéndola a un lado tan discretamente como pudo. Por suerte ese día se había sentado atrás. No estaba preocupada, no realmente. No pretendía ocultar quién era, solo que tampoco quería exhibirlo a la vista de todos.

Intentaba concentrarse en la clase, pero solo se endurecía más. Tendría que escaparse. Se levantó sosteniendo la mochila al frente y salió corriendo del salón hacia el baño más cercano, metiéndose en uno de los cubículos. No tenía el mejor de los olores, quizás porque a alguien se le había ocurrido que un baño unisex era una asombrosa idea. Al menos lo limpiaban varias veces al día, o estarían condenados a la pestilencia eterna.

Una vez dentro no supo qué hacer, ¿Debería de esperar? Aunque eso podría tardar mucho tiempo y quería regresar a la clase, así que cerró los ojos luego de decidir que tendría que encargarse ella misma del problema.

Se bajó el cierre y metió la mano dentro del bóxer, liberando a su miembro del encierro. De inmediato este golpeó contra su abdomen y se aferró a la base, comenzando a acariciarlo con lentitud.

'No debería de estar haciendo esto' pensó mientras movía su mano de arriba hacia abajo, aún con los ojos cerrados.

Se le escapó un gemido sin querer y se agarró con más fuerza, empezando a moverse rápido y un tanto desesperada, leves jadeos escapándose de sus labios y tuvo que sostenerse de la pared con su mano libre.

La punta de su pene comenzaba a enrojecerse y el líquido preseminal a escurrirse, para aquel punto se movía mucho más rápido y fuerte de lo que alguna vez lo había hecho, sus caderas acompañando el movimiento. Simplemente estaba haciendo lo que debía para alcanzar ese orgasmo que tanto necesitaba.

"¿Sabes que puedo ayudarte con eso?"

Abrió los ojos y detuvo sus movimientos de golpe.

Mierda. Aquello no debería de haber pasado, debió de haber revisado si había alguien dentro del baño antes de comenzar con eso. La voz claramente pertenecía a una mujer y siguió hablando.

"Es decir, solo si quieres. No tengo que hacerlo, pero suena como si lo necesitaras y a mí no me molestaría"

Valentina seguía en shock, pero su ritmo cardíaco se fue tranquilizando conforme sopesaba la oferta. En verdad lo necesitaba y la chica tenía una voz muy sexy, pero no dijo nada, seguro pensaba que era un chico y no quería desconcertarla.

"Mira, solo ponlo en el agujero y yo me encargo de él"

¿Cuál agujero?

Miró a su alrededor con algo de confusión, hasta que descubrió que efectivamente había un agujero ahí. ¿Era lo suficientemente grande como para meter su pene? No lo sabía y esto no era algo que usualmente consideraría, pero en verdad estaba necesitada.

"Okay, me voy entonces" El ruido del seguro del baño al quitarse la despertó. Sin pensarlo tomó su miembro y lo metió por el agujero.

"¡Mierda, eres enorme!" la escuchó susurrar.

Y lo era, Valentina tenía una longitud y un grosor más que adecuado, estaba orgullosa de ello. Se percató de cómo la chica volvía a poner el seguro y se arrodillaba mientras que ella se pegaba a la pared, su pene esperando alguna clase de atención.

Y después la sintió.

La chica tomó su miembro entre las manos y lo acarició un par de veces.

Joder, qué bien...

"Dios, está tan duro que me estoy empezando a mojar"

Y luego una boca húmeda le dio la bienvenida, besando y lamiendo la punta de su pene, limpiando el líquido preseminal. Fue bajando, tomándolo todo. Esa lengua estaba haciendo maravillas a su alrededor y sus ojos rodaron hacia atrás sin poder evitarlo.

"Mmm... qué pene tan grande, y está delicioso..."

Jesús, si seguía hablándole así, no iba a durar mucho.

Bajó la mano para jugar con sus testículos y la chica al otro lado comenzó a mover la cabeza de arriba hacia abajo con más rapidez, permitiendo que le follara la boca con su miembro. La castaña gimió más fuerte, tratando de moverse sin mucho éxito debido a la pared que las separaba y comenzó a preguntarse cómo sería sentir la nariz de esa desconocida contra su estómago, o el trasero golpeando sus muslos.

Lo siguiente que le hizo fue lo que la llevó al orgasmo, pues la chupó hasta la base haciendo arcadas, pero sin detenerse. Valentina entonces lo soltó todo. La sintió alejarse un poco, dejando la punta de su pene sobre la lengua mientras que las manos hábiles seguían trabajando su longitud, capturando toda su esencia en la boca hasta que esta dejó de salir.

Las mejillas de Valentina estaban completamente rojas y había perdido el aliento, regresando su pene dentro de sus pantalones.

"Fue un placer chuparte, luego de esto tendré que hacerme cargo de mí misma" gimió la chica, satisfecha.

"Por cierto, me llamo Juliana"

Se encontraba tan perdida en esa nube de placer que ya ni siquiera le importaba esconder quién era, así que respondió.

"Valentina"

Hubo un momento de silencio, antes de que Juliana volviera a hablar en un tono jovial.

"Bueno, Val, puede que para la próxima mi boca no sea el único agujero que folles. Nos vemos por ahí".

𝗨𝗻 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮【+18】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora