Madam Yu quiere obligar a Wei Wuxian a que se case con el joven maestro Lan Wangji del Clan Gusu Lan, en donde este se enamoró a primera vista de Wei Wuxian.
Sin embargo, Wei Wuxian está enamorado de un discípulo del Clan Jiang que es de un nivel b...
En otra parte, se encontraba Long ingresando a los territorios Wen. Cuando iba llegando a las puertas se percató que alguien lo estaba esperando.
- Al fin te dignas en aparecer - dijo aquella persona.
- Líder, perdón por no presentarme antes - se justificó.
- Espero que hayas traído información o sino ya sabes lo que te pasará - amenazó Wen Ruo Han.
- Si líder Wen, le he traído información. El territorio norte de clan Jiang consta con veinte jóvenes y en el sur tienen 30 jóvenes - empezó a explicar - También las tropas constan con discípulos con poca experiencia, por lo que será fácil atacar. Sin embargo, hace poco hubo una alianza entre el clan Gusu Lan y el clan Jiang.
- Así que están uniendo fuerzas. Ja! Como si puedan detenernos - se burló - El plan se retrasará unos meses más y luego atacaremos con todo lo que tenemos.
- Si líder - dijo Long. Estuvo un minuto en silencio esperando si es que Wen Ruo Han decía algo más.
- Te enconmendaré otra misión, necesito que te infiltres en Gusu Lan y me mantegas informado de todos sus movimientos - habló finalmente - Viajarás ahora mismo y te presentarás como un nuevo discípulo allá - concluyó.
- Como ordene - dijo para luego retirarse.
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De vuelta en Gusu Lan.
Un joven doncel iba caminando por los senderos admirando el hermoso paisaje.
- Es un hermoso paisaje, ¿Verdad? - dijo alguien a su espalda.
- Lan Xichen, gusto en verlo - dijo mientras hacía una reverencia - Y si, es un hermoso paisaje.
- ¿Qué lo trae por aquí? - preguntó.
- Vine a ver a mi hermano, ya que no he tenido noticias de él - respondió.
- Pues debe estar con Wangji, desde hace días que no se separan - dijo con una sonrisa.
- Ese Wei Ying, espero que no haga nada indecente - alegó.
- No se preocupe, mi hermano sabe cómo controlarlo. Por otro lado, ¿Quiere que lo acompañe en su caminata? - preguntó.
- Si, claro - dijo tímidamente y con sus mejillas sonrojadas, en lo cual Lan Xichen se percató de este detalle.
Mientras caminaban ninguno de los dos decía algo. Pues Jiang Cheng estaba muy nervioso, ya que estaba al lado de la persona que amaba de hace tiempo y por otro lado Lan Xichen no sabía de qué temas hablar.
El silencio se mantuvo hasta que llevaron a una cascada que estaba bien oculta.
- Whoa es hermoso - admiraba el doncel.
- Si, este es mi lugar secreto. Aquí vengo a relajarme - explicó.
Lan Xichen empezó a acercase al agua dejando en el camino su túnica para quedar solo con la ropa interior - Vamos, te gustará el agua.
El joven de túnicas moradas lo miró en shock, no porque lo estaba invitando a nadar, sino por el increíble cuerpo que tenía.
Jiang Cheng, ¿Vendrás? - preguntó.
Saliendo del shock, el joven asintió y empezó a desprender su túnicas lentamente. Una vez que quedó en ropas interiores este camino al agua lentamente y con la cara completamente roja.
Cuando ingreso al agua se estremeció al sentir el agua fría, sin embargo siguió entrando a lo más profundo.
- Está un poco fría - expresó.
Lan Xichen lo miró y sonrió - Si, pero después te acostumbradas - decía mientras se acercaba a él.
Jiang Cheng al ver su intención se empezó a alejar - ¿Por qué te acercas? Aléjate - decía mientras seguía alejándose, hasta que chocó con un roca.
El jade se acercó lo suficientemente y puso sus manos a cada lado de la cara del doncel - Te atrapé.
- Crees que no sé que te gusto - dijo - Sé que desde hace tiempo me miras de manera romántica.
Quedando pasmado, no sabía que responder. Por lo que intentó alejarse - ¿Q-ué dices? Por fa-vor suel-tame.
Lan Xichen en vez de alejarse se acercó más, quedando prácticamente pegados - No, no lo haré. Tú también me gustas.
Jiang Cheng se quedó quieto unos minutos tratando de analizar lo que había escuchado. Sin embargo, no podía creer lo que escuchó, la persona que siempre le había gustado dice que también le gusta.
Luego de unos minutos de silencio, el doncel tuvo el valor de levantar la mirada - Xichen, tú estás diciendo la verdad.
- En los recesos de las nubes está prohibido mentir - respondió sonriendo para luego agarrar su cara y plantarle un beso.
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