Experimento Ruso

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Corto de misiones -provincia argentina-

Misiones -hijo de Rusia y  Argentina-

.....

- Hola pa. ¿Todo bien?- Habló tranquilo el misionero.

- Hola hijo. Todo está bien ¿tú?- contestó Rusia feliz.

- Todo tranqui por acá. Che, te hablaba porque quería preguntarte una cosa, sino estás ocupado viste...

- Dime. Tengo tiempo para ti.

Misiones sonrió mirando el suelo de baldosas.

- Bueno, este... Mirá, Estuve hace unos días metido en YouTube y me apareció un vídeo que se llamaba "experimento ruso del sueño", ¿no? Y bueno, me pareció piola y me puse a verlo...

El argentino hizo una pausa, tratando de ver como seguir hablando.

- Emmm...-pensó en voz alta.

Muchos dirían que ese chico decía las cosas sin rodeos, sin pensarlo y que no le importaba el resultado de sus palabras. Alguien igual a su padre. Pues, ese trato sólo se daba con personas ingenuas al ojo de ambos Tricolor. Personas a las que no vale la pena esforzarse para encontrar las oraciones correctas. Esas que hablan por hablar. Aquellos que no tenían un valor significante en sus vidas, esas personas que dejas de lado para ver una película o que prefieres no pedirles un favor por el hecho de no querer verles la cara.

Pero con las personas más especiales en sus vidas, claro que eran otras personas. Eran tiernos, amables, un tanto exigentes, me atrevo a decir, aplicados, cero cortantes, cariñosos, entre otras mil virtudes que casi nadie conoce, y esa personalidad se daba entre padre e hijo.

- ¿Como fue?- Soltó por fin, sintiendo un peso encima.

- Bueno hijo... Déjame decirte que no estoy muy enterado de eso.

Misiones se sintió medio descepcionado. Su papá era el único que podía darle información real y le dijo que no tenía ni idea del tema. Genial.

- ¿Qué es lo que te acordas?  Al menos eso...

- Pues... Creo que eran cinco hombres metidos en una habitación de la cual no podrían salir como castigo. Éstos serían los sujetos de prueba. Las ratas de laboratorio.- Aportó algo disgustado por esas personas.

- ¿Porqué estaban encerrados?

- Eran traidores políticos de la nación.

- Okay, seguí.

- El fin del experimento, era ver que le podría pasar al cerebro humano si no dormía durante al menos un mes. Según mi padre, el gas serviría para futuras guerras en las que no dormir fuese una ventaja, y estaban probando el gas que usarían si llegaba a funcionar. Al principio los sujetos se veían bien. Los investigadores no detectaban actitudes inusuales. Hasta el momento todo estaba yendo según lo planificado.

Misiones escuchaba atento con los ojos clavados en el suelo.

- En el transcurso de cinco o seis días más o menos, fue cuando las cosas empezaron a ponerse raras. El primer sujeto de la misma nada comenzó a gritar durante unas tres horas a todo pulmón hasta hacerse pija, como dice tu padre, las cuerdas vocales. Los otros no reaccionaron. Conforme los días pasaban y los hombres iban optando actitudes aún más extrañas.

El pequeño argentino asimilaba las palabras de su padre con los vídeos que había visto respecto al tema. Todo encajaba a la perfección. Todo era real.

- Llegó un día en el que pensaron que los micrófonos de la sala usados para escuchar todo, claro, dejaron de funcionar, ya que no lograban oír las voces de las personas que tenían de experimento. Era totalmente imposible que cinco hombres "vivos" no estuviesen diciendo nada. A duras penas convencieron a los mejores soldados de entrar en la habitación y comprobar sus micrófonos. Por supuesto adviertieron a los hombres encerrados que si no cooperaban, serían disparados sin pensarlo, e hicieron la falsa promesa de liberar a uno si se comportaba de manera adecuada. Dicho esto, los soldados entraron y arreglaron los micrófonos, que en realidad, estaban en perfectas condiciones. Los días siguieron pasando y los científicos dieron por sentado que el estado físico y mental de cada uno dentro de aquella sala, estaba totalmente deteriorado. 

A medida que Rusia contaba lo que apenas recordaba de ese experimento horrible, su hijo residente en Argentina sentía que a su historia le venían faltando detalles. No sabía si su padre quería Guardarle las peores cosas o las situaciones más traumáticas, lo que no le decía realmente no recordaba o la URSS no le contó. Aún así, decidió no interrumpir a su mayor. En otro momento seguro le preguntaría, tenía mucho tiempo por delante para quitarse las dudas.

- Al entrar, se dieron cuenta que uno de los sujetos estaba muerto. Así que decidieron seguir adelante con las pruebas. Dentro de la sala donde se harían las revisiones físicas, dijeron que debían hacerle cirugías a cada uno de ellos por las cosas horribles e inimaginables que se hicieron ellos mismos.

Misiones recordó aquella parte del vídeo "explicativo". Decían que los hombres de prueba se habían sacado partes del cuerpo por puro morbo y placer. Hasta descubrieron que se comieron partes significantes del cadáver de unos de los hombres.

- Insistieron y lucharon contra éstos para poder llevar adelante la operacion con anestesia, pero los hombres se negaron, entonces los operaron a cada uno mientras los mismos observaban todo...

Rusia hizo una pausa.

- ¿Pa?

- Perdón. El oso está haciendo ruido.

- Ah ok. ¿podes seguir?

- Pues luego de un tiempo un científico se hartó del experimento y decidió matar a todos los que quedaban vivos y algunos soldados.

Terminó por contar, mirando a su oso a través de la ventana.

El chico del otro lado de la línea se quedó pensando todo lo que le contó su padre.

- ¿Misi? ¿Estás allí?

- Sisi. Gracias por contarme la historia pa.

- Está bien hijo. Oye, ¿me dejas hablar con tu papá? Estuve pensando ir a visitarte. ¿Quieres?

- De una. Ya te paso. Te quiero pa,  chau.

- Chau misi, yo también te quiero.

.....

Wow

Raro, casi mil palabras -explosión mental-

HeadCanons [C.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora