Nuevo atardecer

—¿Cole?

No, por favor no.

—¿Estás ahí amigo?

Hago lo que he estado haciendo desde que llegué, me mantengo en silencio.

—Aquí estas —soltó una ligera carcajada—. Apenas me enteré de que estabas en el Bounty. ¿Por qué no me avisaste?

—Lo lamento Jay.

—No importa. —me dio una palmada.

Intentó no hacerlo, pero terminó alzando la cabeza para observar. Se había sentado al lado mío, tenía su mirada fija en el horizonte de la noche estrellada. La luz de las estrellas hace un contraste con el azul de sus ojos que terminan por iluminarlos de una manera que no creía posible... Sus ojos.

—¿Qué has estado haciendo en la popa? —interrogó.

Aislarme de todos, de ti.

—¿Observando el paisaje? —eso sonó más como una pregunta que como una respuesta.

Mi día iba tan bien. Había hecho las paces con mi padre y desbloquee mi verdadero potencial. Pero nada de eso importa ahora mismo, todo está arruinado.

—¿Hay algún problema?

Yo.

—No.

—Hemos sido mejores amigos desde hace meses Cole —mejores amigos—. Se cuando estas mintiendo —suspiro—. ¿Cuál es el problema?

Que me enamore de ti.

Inicio del flashback

—Ustedes adelántense, le prometí a mi padre que me quedaría para comer.

Hacía tiempo que no me sentía tan bien con mi padre. Había perdido el sentimiento de culpa cuando dejé de engañarlo y le conté que era un ninja. Nunca me había llevado tan bien con él. Desde que tengo memoria siempre me había exigido dar lo mejor de mi para ser un buen bailarín y un gran cantante, para ser como él. Todo empeoró con la muerte de mamá.

Era el pilar de nuestra familia y cuando la perdimos todo se desmoronó.

Cada uno de nosotros tomó su fallecimiento de manera diferente, papá decidió que lo mejor era dedicarse por completo a la banda, mientras que yo debía de quedarme en la Escuela de Artes Escénicas Marty Oppenheimer para heredar su legado como el próximo Herrero Cantante. Por el otro lado, yo opté por conseguir el máximo de mi capacidad física como una especie de duelo por la muerte de mamá.

Es por eso por lo que abandoné la academia de baile en búsqueda de cumplir mi sueño. Para no romper el corazón de mi papá, le tuve que mentir, mandando correos sobre lo que he estado haciendo con mi vida. No sé qué habría sido de mi si es que Wu nunca me hubiera encontrado, pero sé que no sería mejor de lo que estoy viviendo.

Ser un ninja significa mi vida. Puedo honrar la promesa de mi madre de enfrentar a los crueles e injustos, ayudó a los inocentes, enfrento mis miedos, hice nuevos amigos... Conocí a Jay.

No puedo evitar sonreír al pensar en él.

—Pásenla bien. —exclamó Jay para después sonreír.

Como es usual cuando lo veo sonreír, siento un ligero ardor en mis mejillas, pero como en las ocasiones anteriores, nadie nota mi sonrojo.

—Agradece a tu padre por nosotros. —mencionó Zane para retirarse con los demás.

—Eso haré —cerré la puerta—. Ok, Cole, es hora. —me dije a mi mismo.