III

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Cambio de siglo, de herencia.

 La Inquisición; mujeres torturadas sin derecho a opinión, 

misoginia y clasicismo; en cultura enmascarada

 Renacimiento, barroco; libertad robada.

-La ira de toffana-

1643 D.C Italia

      La recta final de la semana solía ser un suplicio para las bellas rosas compradas por unas manos rasposas. La casa debía mantenerse limpia para el hombre que reposaba en el hogar, el dulce olor de pastelillos recién horneados debía inundar la casa; no obstante es importante evitar ocultar el olor del amargo alcohol, por ello en mesa debía siempre reposar licor, si tan sólo una de esas pequeñas cosas estaba fuera de lugar el ama de casa podría esperar por gracia de Dios un simple puñetazo en cara o quizá un brazo roto.

    —¿¡No sabes hacer nada acaso!?— Justamente Wuxian sabía aquello en perfección, por ello siquiera discutía mientras su cara era empujada contra la mesa una y otra vez... Había puesto demasiado condimento a la comida, quizá realmente merecía aquel castigo para aprender.

     Los eternos golpes no causaban las lagrimas que justo ahora recorrían por sus mejillas, él sólo se sentía roto al observar los ojos del pequeño asomar por detrás de su puerta encontrándose con la imagen de su padre violando nuevamente a Wuxian; era tan... Humillante.

    Wuxian se a planteado una y otra vez matar al hombre que arremete una vez más contra él. Wuxian prefiere terminar en la horca por matar a su esposo así cómo su madre lo hizo antes, lo prefiere mil veces antes que encontrar su cuerpo en un ataúd tras ser asesinado por su comprador tal cuál lo que sucedió con su dulce hermana.

1637 Palermo, Italia

   Ruohan jamás fue un hombre de paciencia, es por ello que meses atrás terminó asesinando a su esposa en un mal golpe, ¿pero qué más podía hacer? A yuan lloraba día y noche, la inútil mujer no podía callar al niño de tan sólo 2 años, y mucho menos le permitía castigarle cómo lo merecía. Así que sólo quedaba golpearla hasta su muerte y conseguir así una perfecta esposa y madre para el pequeño A Yuan.

  Ruohan siempre había visto en las afueras del pueblo hacía años atrás a un pequeño niño cuál le había parecido encantador. En un principio su idea fue comprarlo cuál esclavo y tomando en cuenta la triste realidad económica en la que vivía, seguramente comprarle sería sumamente facil. 

   ¿Quién diría que terminaría arremetiendo contra un cuerpo de tan sólo 17 años? y para su colmo; contra el cuerpo de otro hombre. Pero es que fue irresistible.

    —¿Quién es éste hermoso bebé? — Dijo Wuxian limpiando sus lagrimas mientras su mirada se iluminaba al ver a un pequeñín asomándose por debajo de la mesa.

    En efecto, Ruohan deseo a ese hombre después de verle llorar y patalear durante horas, resistiéndose, para después llegar a casa y arrodillarse para apretar las mejillas de un niño, cómo si justo hace unos momento no hubiese pasado nada. (Cómo si segundos atrás no hubiese sido vendido cuál ganado).

     —Es tu hijo — dijo Ruohan, recostándose en el sillón. — Si él llora, serás castigado, si no eres una buena madre, serás golpeado, si no eres una buena esposa, dormirás en la calle.

Poison of the heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora