"Es mejor mirar al cielo que vivir allí".
1643 D.C Italia
La mesa sostenía la pesadumbre de un silencio profundo, soportaba las grandes ojeras en la pálida cara de Wuxian, sin embargo era cómplice del acto más vil y probablemente valiente que el mancebo podría urdir en su mente minuciosa.
—ah.. ¿Podría ser que te has vuelto verdaderamente inútil?— La voz rasposa de Ruohan resonó tras el áspero golpe contra la madera bajo el plato de Focaccia Genovesa, derramando con el las gotas del d'Abruzzo de la fina copa, esparciendo así el dulce olor del Trebbiano.
La mente de Wuxian vagaba entre pequeñas y lastimosas preguntas, y es que; aquella áspera voz ¿Se había sentido siempre así? cuales miles de navajas encarnándose en las cicatrices penetrando tan profundo cuál estaca, retorciéndose y empeñándose a observar la sangre florecer desde lo más recóndito y acentuado de su ser.
—No derrames el vino sobre la mesa —Murmuró mientras observaba cual grávida faena el suelo bajo sus descalzos pies, sólo siendo irrumpido por los largos y enredados mechones cubriendo la demacrada belleza. — No grites, A Yuan duerme aún, sólo... disfruta del vino, ¿no está realmente bueno hoy? impecable para un "hombre" cómo tú.
Hablar sin el debido permiso siempre fue un verdadero terror en los infernales años bajo aquel techo, sin embargo, un ultimo golpe... ¿Quizá era la manera correcta para despedir al repulsivo hombre?. Y así fue, Wuxian fue golpeado y agraviado contra el rojizo colchón aquella noche.
Quizá la mejor escena que aquellos ojos grises observaron aquel lóbrego Lunes, enredado entre mantas pintadas con su bermejo, envuelto en los más miseros hematomas, no fue la blanquecina cara de Ruohan durmiendo a sus pies, tampoco lo fueron aquellos ojos sin vida, ni mucho menos el fétido olor desprendiendo tras su siempre pulcro cuerpo por la tarde, tampoco lo fue toda aquella investigación arrojando un simple "muerte natural".
NO, aquello no sería lo mejor, quizá por lo único que valía realmente la pena cada año de gotas carmesís, era la pequeña sonrisa del menor, pintada cuál pincel sobre la resplandeciente luz de sol, al saber que "papá" ya no estaría más.
Oh... dulce, dulce muerte Ruohan.
—Mamá, tenías razón — murmuró con una nostálgica sonrisa al cielo — Me veo peor que tu en aquel entonces. — continuó tras un largo suspiro, observando ésta vez el áspero asfalto, deseando buscar en las profundidades. — Realmente tardé demasiado ¿no es así? espero que puedas continuar castigandolo entre el ardiente fuego del infierno.
1640 D.C Italia
—¿Realmente lo hiciste?— Preguntó Wuxian a su envejecida madre, tan sólo unos pocos años de no verse fueron suficientes para que la hermosa y pelinegra cabellera se llenara entre pequeños rayos blanquecinos, unas solas horas bastaron para que las grandes bolsas bajo sus ojos se acentuaran, quizá unos días lejos de ella habían bastado para que los kilos se esfumaran de su esbelto cuerpo.
—Las mazmorras son mucho más acogedoras y calientes que los brazos de Changze. — Incluso aquella dulce voz, tejida a gran cuidado había sido remplazada por la nostálgica melodía de una madre devastada.
—Seguro que lo son... — Hizo un pequeña pausa. — ¿crees que la muerte que te espera sea mucho mejor que estar en casa con papá?
—Si. — Respondió sin más la derrotada mujer, observando las apiladas rocas en la esquina de la celda, tan afiladas cómo las voces en su cabeza. —Debo verme cadavérica para que me observes con esos ojos ¿no es así? — sus caídas orbes repletas de pesadumbre cruzaron el gris del chiquillo al otro lado de la rendija — Te verás peor que ésto, Wuxian.
El silencio retumbó en las tristes tripas de las mazmorras, con Wuxian abatido y decidido a una vez más a dejar las cosas inconclusas con el fantasma que siempre fue su madre.
—Lo siento — Le escuchó decir, cuál arrepentimiento floreciendo de las sucias entrañas. — Siempre pensé que serías sólo otro..
—¿Hombre? — Preguntó entre el frígido sarcasmo. — Soy todo... menos un hombre.
—Wuxian... ser un hombre va mucho más allá de lo que crees — Con un sonrisa dirigió su mirada a los oscuros moratones posados en los huesudos brazos. — Jamás habríais tocado a una mujer cómo él te a tocado a ti, mucho menos habrías abusado de ella cómo seguro él lo ha hecho, y eso te hace mucho más hombre que él qué espera impaciente por ti tras esa puerta.
Un azotón resonó en la cercanía, seguido por los gritos siempre conocidos.
— ¿Crees que esperare años? ¿ O que la multitud allá afuera dispone de tu tiempo?di lo que tengas que decir, y que la manden al infierno pronto. — cerró con el fuerte portazo y los pisotones alejándose por el pasillo cubierto de maleza.
—No creo que vayas al infierno — comentó el mancebo observando fijamente la rendijas, con los cansados ojos de la mujer cuestionando a sus repentinas palabras. — Sólo hiciste lo que debías hacer, matar a un pecador, no te hace pecadora.
— Seguro que no... pagaré en vida la muerte de Changze, y me pudriré en el infierno por el sufrimiento de mis hijos. — Wuxian trago, necesitando de refrescar su seca garganta ante las crudas palabras de la realidad.
Las personas pronto comenzaron a entrar al oscuro y frió lugar, llevando entre ataduras a la mujer, cual destino esperaba en la vieja horca de Campo'di Fiori.
— Quizá el infierno sea mi lugar, porque es sólo allí donde podré ayudarte.
— ¿Cómo podrías ayudarme estando ahí? — Cuestiono Wuxian, a sabiendas que aquella respuesta serían las ultimas palabras de su madre, en aquella primera y única platica que compartieron durante su corta y triste vida.
—Esperare por RUOHAN, esperare por él para hacerlo retorcerse en las llamas del infierno, y lo haré sufrir durante una eternidad... sólo asegúrate de no demorar demasiado. ¿Si?
¿Habrán sido cuatro años una larga espera?
Hoooola ¿mucho tiempo desaparecida? les dejo arriba una imagen representando la descripción del personaje de Wuxian en éste pequeño y triste fic.
¿que les ah parecido el capitulo? ¿desean seguir leyendo?
Pequeño recordatorio: no esperen un final feliz, porque aquí los finales existen, pero recuerden que la vida sólo acaba con una cosa, la muerte.
ESTÁS LEYENDO
Poison of the heart
Historical FictionEn 1600, unas pocas gotas bastaban para terminar con la vida del más fuerte de los hombres. Una decada repleta del abuso ejercido por el "hombre de casa" donde el derecho y voto quedaba bajo el mando de quien suministraba económicamente las...