🦋𝟏𝟗🦋

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Jimin pasó la madrugada sin poder dormir. No era tanto por Jungkook; sabía que no debía temerle a él. Lo que lo mantenía despierto era lo que había descubierto: los vampiros existían, no solo en historias. Algunos de ellos tenían una sed de sangre tan aterradora que podían amenazar su vida, incluso la de Taehyung o su familia. Cada vez que intentaba cerrar los ojos, las imágenes oscuras volvían.

El miedo lo llevó a tomar una decisión inesperada: quedarse en casa de Jungkook.

La seguridad tangible de estar con él le ofrecía algo a lo que aferrarse, pese a la realidad que acababa de conocer, los brazos de Jungkook lo envolvían en una calidez que debería tranquilizarlo, no podían disipar el frío que se asentaba en su pecho. Jimin intentaba visualizar a Jungkook haciendo esas cosas terribles, pero la imagen se desvanecía, sustituida por el hombre que ahora lo abrazaba.

Lo amaba, pero ¿cómo podía amar a alguien con un pasado tan oscuro? Las preguntas lo mantenían despierto, su respiración entrecortada y el pulso acelerado. Sentía como si algo frágil colgara sobre ellos, a punto de romperse con el más leve movimiento. No era solo el miedo a los vampiros o a la sangre; era el miedo a que el amor no fuera suficiente para sostenerlos.

Jungkook, sintiendo el leve temblor de Jimin, abrió los ojos.

—¿Estás bien? —susurró, su voz suave, cargada de preocupación.

Jimin tardó en responder. Su mente era un torbellino de pensamientos que no lograba ordenar. Miró la habitación buscando respuestas, pero solo encontró el reflejo de sus miedos.

—No lo sé, Jungkook —murmuró finalmente—. Todo esto es demasiado, y-yo necesito tiempo para pensar, para entender qué significa para nosotros.

Jungkook lo miró, el dolor latente en su mirada. El miedo de perderlo era real, pero sabía que no debía presionarlo.

—Son apenas las seis de la mañana —dijo Jungkook, su voz temblando ligeramente—. No quiero que te vayas de esta forma.

—No me iré para siempre. Iré a la exposición, estaré allí contigo. Solo... necesito un poco de espacio ahora mismo, despejar mi mente por mi propia cuenta.

Jungkook asintió lentamente. Aunque el temor seguía acechando en su pecho, sabía que tenía que dejarlo ir.

—Lo entiendo... solo prométeme que estarás bien, esta amaneciendo así que estas a salvo.

—Te lo prometo. Y prometo que estaré contigo esta noche. —dijo Jimin, intentando sonar seguro, aunque su corazón seguía lleno de dudas.

Jimin una vez que estuvo fuera de la habitación, se dirigió hacia la puerta y una antes de que pudiera girar el pomo de la misma, sintió una mano firme cerrarse alrededor de su brazo, deteniéndolo. El calor familiar lo invadió, pero también la tensión que provenía de Jungkook. Lentamente, Jimin se giró para encontrarse con los ojos oscuros de Jungkook, más profundos que antes.

No podía dejar las cosas con Jimin así, no en un día tan importante, entendía el tiempo que este necesitaba, pero... el miedo a perderlo era más fuerte.

—No te vayas así —susurró nuevamente Jungkook, su voz baja, llena de temor ante lo que pudiera ocurrir—. No quiero que pienses que soy ese monstruo, no tienes nada que temer de mí... no voy a negarte que cometí actos terribles en el pasado, actos imperdonables, pero no soy esa persona, estaba cegado, lleno de odio y- se que nada justifica lo que hice, p-pero jamás haría algo que te lastime a ti, Jimin.

Jungkook dio un paso hacia adelante, su agarre suave pero firme, y sus ojos comenzaron a cambiar, revelando su naturaleza vampírica. Las venas alrededor de sus ojos se oscurecieron y sus colmillos aparecieron brevemente, pero su mirada estaba llena de dolor, no de amenaza.

𝐁𝐮𝐭𝐭𝐞𝐫𝐟𝐥𝐲 || ➵ 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 [𝐑𝐞𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora