Capitulo 27

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Capitulo 27

*Lauren*

¿Acaso ella podría odiarse?

¿Por qué se culpaba tanto?

Solo, no podía entenderlo, no podía entender el por qué tenía que destruirse a ella misma y vengarse contra ella, cuando la que la lastimo fue el mundo, ella no era culpable en lo absoluto. No era culpable de tener unos padres incapaces de amar a su propia hija incondicionalmente, no era en lo absoluto culpable de lo que la orillo a llegar a tal grado.

No podía mirarla de otra forma, ella estaba recostada delante de mí, en el diván de cuero negro, con los ojos apretados, respirando entrecortadamente mientras se mordía el labio. Estaba a punto de llorar, lo sabía, pero estaba obligándose a no hacerlo. Podría abrazarla justo ahora, besarla y decirle que ella no era en lo absoluto responsable de tener que vivir sus propias pesadillas. Pero no podía, era frágil y estaba rota. Tenía miedo de tocarla, de que con tan solo un roce ella terminara desmoronándose en un millón de pedazos.

-Me odias ¿No es así?- Su voz me atrajo de nuevo a la realidad, sus ojos empañados y la mirada triste que me estaba dando casi me dejaron sin aliento.

-Te quiero- Susurre y la vi fruncir el ceño.

-¿Por qué mientes?- Me levante de la silla incomoda en la que había estado y en cambio me senté a su lado.

-No te mentiría- Aclare y ella se incorporo, sentándose enfrente de mí. -No puedo creer por todo lo que has tenido que pasar y lo lamento, lamento que hayas tenido que pasar por todo eso, solo...- Balbuce torpemente y ella acaricio mi brazo tranquilizadoramente. -Quisiera que nadie pudiera lastimarte, me gustaría poder evitarlo-

-Deberías odiarme- La forma sorprendida en que lo dijo me tomo fuera de lugar, levante el rostro y la mire a los ojos.

-¿Por qué debería de hacerlo?- Pregunte incrédula.

-Porque yo lo hago- La mire por unos segundos, antes de extender mi mano hasta su rostro y acariciarla, amaba la suavidad de su piel, amaba la forma en que sus labios se curvaban ligeramente hacia arriba cuando la tocaba, amaba sus ojos mirando directo a los míos, amaba su historia y quería tanto a la pequeña y rota chica frente a mí que me asustaba el hecho de que ella no pudiera valorarse tanto como yo lo hacía.

-Cambiaremos eso- Asegure. -Juntas cambiaremos eso, te lo prometo.- Susurre y la acurruque en mi pecho, sin decir nada, solo el silencio de la habitación, estaba presente, Solo quería mantenerla aquí, en mis brazos y alejarla del peligro, solo quería pegar cada parte rota...

***********************************

Meses después.

Estaba sentada en la cafetería, con la vista pegada al teléfono, decir que no me sentía ansiosa, era una mentira, pero prefería mirar y distraerme en los mensajes.

Las nubes estaban grises, afuera llovía, adentro en cambio las lámpara daban un ambiente acogedor. Nada realmente me parecía mejor que el olor a café mesclado con frio y olor a lluvia, pero esta vez no me reconfortaba, me sentía mal. Extrañaba sus brazos y la estupida broma que había creado en la última semana.

Camila había encontrado un libro en la biblioteca del hospital, me conto que se llamaba "La Huésped" que era de la misma escritora de los vampiros florescentes, pero que en realidad con este libro se había encontrado "Sorprendentemente identificada".

*Es un mundo futurista- Recordé su voz emocionada. -Enserio es realmente bueno, hay alienígenas y estos alienígenas invadieron la tierra porque pensaban que los seres humanos eran demasiado violentos, teniendo cuerpos realmente desarrollados, ellos se apoderan de los cuerpos humanos y viven en ellos, el caso es que, la protagonista que es un alma que se llama Wanda se aloja en un cuerpo humano de una chica que se llama Melani, Esta chica Melani habla con ella subconscientemente e inclusive pueden tener conversaciones. Es una locura-

-Lo creo- Dije yo mientras escondía una leve risilla.

-Tal vez yo sea "un alma" y me hayan puesto en un cuerpo humano ¡Por eso escucho esa voz! Entonces todo tendría sentido- Aseguro convencida y yo reí abiertamente.

-Lo creo, eres igual de extraña como un alienígena-*

Recordé la forma en que su ceño se frunció y se paso la tarde entera enojada por que la había llamado alienígena cuando principalmente ella se llamo de esa forma.

Justo ahora, debajo de la tormenta que caía afuera, la extrañaba. A veces cerraba los ojos con mucha fuerza y nos imaginaba paseando como una pareja real, yendo al cine o comiendo en algún restaurante malo, ver series de televisión juntas y luego ir a dormir con un beso de buenas noches.

Pero no podía tener eso, al anochecer, cuando regresaba a casa la sentía el doble de lejos de lo que realmente estaba, tenía ganas de llorar, solo por llorar y la extrañaba hasta la mañana siguiente.

Ahora era sábado, todos los doctores salimos temprano ya que los enfermeros se harian cargo de una pequeña fiesta que habían organizado para Dinah, ya que era su cumpleaños.

De seguro Camila estaba divirtiéndose con su amiga, mientras yo pensaba en lo mucho que la extrañaba y necesitaba, pero por otro lado estaba más feliz que nunca, Camila estaba avanzando de forma rápida después de que me conto su historia, había podido trabajar de forma mas rápida sabiendo sus traumas y ella estaba poniendo mucho de su parte para avanzar, tal vez la tendría afuera mucho antes de lo que esperaba.

-Hey- Escuche la voz de la pelirroja y la vi detenerse justo enfrente de mi.

-Hola- Salude de forma rápida.

-¿Como está usted doctora Jáuregui?- Su voz melodramática me hizo reír a medias y la vi sentarse enfrente de mí.

-Creo que estoy bien-

-Pues yo no lo estoy, me tomaste desprevenida, fue toda una revelación que al fin hayas querido salir conmigo.- Sus ojos verdes recorrieron mi rostro y seria una mentira no decir que de alguna forma me sentía estúpida por sentir un calor interno al ver su mirada sobre mi.

-Sí, pues yo soy toda una sorpresa.- Bromee con ella y Leslie sonrió de forma abierta.

-Tú lo eres, no negare eso. - Aseguro -Pero ¿Puedes explicarme algo?, Es enserio cuando te digo que estoy sorprendida, después de tu seco tal vez, no habías querido saber más de mi, ¿por qué de la nada cambias de opinión y me llamas?-

-He estado pensando un montón en lo que sea que hayamos tenido, quiero cerrar eso sabes, no quiero seguir pensando en eso y que me siga lastimando, quiero cerrarlo y olvidarlo, ¿Eso está mal?- Pregunte insegura y la vi negar de forma rápida con la cabeza.

-Para nada- Dijo de forma rápida.

-Me podrías decir solo...¿Por qué?- Suspire de forma ruidosa ya que esto aun seguía afectándose, no quería enfurecerme con ella, en realidad solo no quería sentir nada por ella.

-¿Puedo pedir un café?- Se mordió el labio -Esto será largo...-

"Continuara"

Tu pesadilla favorita (Camren fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora