Naruto [Infinite Primordial]

IV

Chapter IV《Relleno》

[Kioto]

La pequeña Kunou, se encontraba sentada en el patio trasero del templo central de la ciudad de Kioto, contemplaba las estrellas de manera calmada, hasta que paso una estrella fugaz. La Kitsune cerró rápidamente sus ojos y murmuró cosas imperceptibles para el oído humano.

Segundos después abrió los ojos y bajo su vista a una foto que tenía en su mano derecha. En ella apareció una figura de cabello rojo desafiando la gravedad, sus ojos estaban vendados por una venda negra. Sus manos unidas en forma de aplauso y su dorso levemente inclinado hacia la derecha.

-Otou'sama, cuando piensas regresar- murmuró para guardar la foto y seguir mirando las estrellas.

[Kioto dentro del templo]

En la sala star se encontraba Yasaka vistiendo su kimono como habitualmente hace, sentada sobre sus piernas y mirando a la figura frente a ella, la diosa del sol en el Panteón sintonista, Amaterasu, una hermosa mujer de cabello negro y figura esbelta.

-Yasaka, debes ser paciente, sabes bien que los Youkai's del sur de Japón no son muy... ¿cómo lo digo?... ordenados como ustedes- hablo Amaterasu mirando a Yasaka mientras tomaba un sorbo del té preparado por una de las criadas del templo.

-¿Ordenados?... ¿a que te refieres con eso Amaterasu'sama?- preguntó la rubia.

-¿Eh?... verás, como sabes los kitsune masculinos no existen en lo sobrenatural- la mujer rubia tembló levemente -Naruto es un caso a parte Yasaka... pero bueno a lo que iba, el grupo del sur está formado por Kitsune solamente o al menos la mayoría, ¿sabes lo que pasaría si ellas se encontraran con Naruto aquí?- Yasaka alzo una ceja mientras pensaba en una respuesta.

Miró una y otra vez a Amaterasu mientras buscaba alguna respuesta, la diosa del sol solo negó con la cabeza -Lo violarían para crear kitsune de sangre pura- Yasaka abrió los ojos y negó la idea de Naruto siendo montado por cientos de kitsune -Ya entiendes, debes tomar una decisión con el sur, pero debe de ser de la manera más inteligente posible-

-......- silencio total abundó la sala en solo cuestión de segundos -Naruto esta marcado por mí, el me pertenece por lo que ninguna zorra se acercaría a él... a demás con las vendas puestas como habitualmente las usa, se haría pasar por un ciego... ¿quién montaría a un discapacitado?-

Amaterasu alzó una ceja y señaló a Yasaka -Tu- la rubia se ruboriso por completo y a su mente le llegaron los recuerdos de como concibieron a Kunou.

-¡¡Es diferente!!, en ese momento no usaba las vendas, demás ¿por qué demonios sacamos este tema?- la diosa del sol solo de encogió de hombros y tomo un sorbo del té -Tsk, diosa estupida-

[Heaven]

Han pasado tres semanas desde que Naruto y Adán tuvieron esa pequeña pelea en el Jardin del Eden. En una de las habitaciones del cielo se encontraba Naruto durmiendo, rondaba mientras sus colas lo auto abrazaban.

El pelirojo se movía de un lado a otro en la gigantesca cama de sábanas blancas y toques dorados, de un momento a otro abrió sus ojos y miro al techo seriamente, fijando su vista en los dibujos de varios ángeles jugando entre sí mientras sonreía.