CAPÍTULO 4(Oliver y Arty)

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                                                                             (Narra Oliver)En cuanto vi a esa mujer llevándosela a rastras del brazo supe que no le esperaba nada nuevo. Querida Elisa, lo siento por ti. Algún día te daré la vida que te mereces. No te desesperes en la espera.Nos fuimos enseguida. Nada mas subir al coche nos preguntaron a mi hermano y a mi si queríamos comer algo de camino y paramos en una hamburguesería. Cuando llegamos a casa casi nos ponemos a llorar de emoción. Teníamos un cuarto enorme para los dos y con televisión con consola incluida. Que locura. Nos dimos una ducha y nos pusimos a jugar hasta quedarnos dormidos. No sería difícil acostumbrarse a este lugar. Nuestro nuevos padres se llamaban Ramiro y Marta . Se apellidaban igual así que preferían hacerse llamar "los Sandoval". Empezamos el instituto a final de trimestre así nos que fue bastante mal. Repetimos curso, pero nos pusimos al día con todas las asignaturas y ya estábamos integrados. Arty y yo no compartíamos amigos, cada uno tenía su grupo. Ahora el tenía su skate y básicamente hacía eso, patinar todo el día. Yo disfrutaba estudiando. A demás por las tardes hacía boxeo y luego jugaba con mis amigos a la consola.Pasaban los años y yo cada vez tenía mas claro que con este sistema educativo estudiar no servía para nada. Empecé a expresarme a través del arte urbano. Decidí dedicarme a pintar y construir lo que me gustaba para poder sentirme bien con lo que hacía. A demás, el que entiende de arte paga bien y mi idea era ahorrar para hacerme una vida e ir a por Elisa.El día que Arty cumplía dieciocho años decidimos pasar el día en familia y nos fuimos a un centro comercial que estaba lejos de casa. Yo lo agradecía bastante porque a penas veía a Arty y siempre estaba muy raro. Vimos una película, fuimos de compras y cenamos en un buen restaurante. Justo cuando íbamos a entrar en el coche nos topamos con un amigo de Arty que también pasaba el día con sus padres en el centro comercial y Arty pidió permiso para quedarnos un rato. La verdad, no era mi rollo, pero no me apetecía acabar el dia ya y también quise quedarme. Como nuestros padres estaban cansados, los padres del amigo de Arty se ofrecieron a llevarnos mas tarde a casa y ellos lo aprobaron.Estuvimos jugando un rato en las máquinas recreativas y cuando se hizo tarde nos acompañaron a casa. Cuando tocamos al timbre nos abrió la puerta una pareja de ancianos, los padres de la familia Sandoval. Resulta que de camino a casa nuestros padres tuvieron la mala suerte de encontrarse con un conductor ebrio que les arrolló de frente. No sobrevivieron.Arty no soportó la noticia. Entró en casa, se encerró en la habitación de nuestros padres durante unos minutos y echó a correr gritando que nunca volvería a la iglesia ni a pasar por esto.Corrí detrás de el hasta alcanzarlo. Estaba sentado en un bordillo llorando. Me senté a su lado y le pasé el brazo por encima.-Oliver: lo siento.-Arty: tu estarás igual que yo, no lo sientas.-Oliver: ¿Qué vamos a hacer ahora?-Arty: Yo no se cual es tu idea, pero yo pretendo encontrar refugió hasta encontrar trabajo y hacer la vida. Al fin y al cabo ya soy mayor de edad. Mamá me contó que tenía unos ahorros para emergencia en un cajón de su armario. ¿Qué te pensabas que hacía en su habitación?-Oliver: Yo igual. Pero vamos a ir juntos ¿Verdad?-Arty: claro.-Oliver: y cuanto tenemos exactamente?-Arty: a ver si te crees que me he parado a contarlo por el camino mientras corría.Nos pusimos a contar el dinero y había casi tres mil euros. Fue todo un alivio.-Oliver: oye Arty, creo que es mejor que guardemos parte del dinero escondido por aquí, por si las moscas.-Arty: si hombre, el dinero lo guardo yo que para eso soy el mayor.-Oliver: vamos Arty, no me fastidies. No me vengas con tonterías de niños cuando es nuestro único sustento. Si vas a ir de ese rollo mejor divídelo en dos y ya controlaré yo mis gastos como crea conveniente. Siempre que a mi señor hermano, el rey Arty esté de acuerdo.-Arty: que si mira. Aquí tienes tu parte y lo manejas como te de la gana. Luego no me llores cuando te lo gastes en un día.-Oliver: ah, espera, que el irresponsable soy yo, maravilloso. Pero si te dan la paga a las cinco de la tarde y a la seis estás pidiendo mas con cualquier excusa barata. Que te dan una bolsa de chuches para toda la semana y te la comes en una noche y vienes luego a robarme las mías. Que me pides prestados los datos del móvil porque te los fundes en dos días. "Don control", "Señor ahorros". Para administrar estás tu.Fue un simple pique, pero nunca tuve la sensación de que estábamos verdaderamente mal y ese fue el primer día que acabamos muy distantes para lo unidos que tendríamos que haber estado.Arty y yo nos fuimos al bosque y nos construimos una cabaña en cuestión de dos días. Era una mierda, pero vivíamos al margen de todo. Nos bañábamos con garrafas de agua. Arty no encontraba trabajo pero yo si. Trabajaba en atención al cliente por las mañanas y era jardinero por las tardes.Esa época me resultó complicada ya que mi idea era trabajar y al primer mes largarnos a una casa y Arty lo complicaba todo. Faltaba dinero cada dos por tres. Intenté llevarlo encima, pero cuando me despertaba ya no estaba. Arty nunca lo reconocía. Estoy seguro de que estaba metido en droga, apuestas o algo y me sabe fatal aun hoy en día, pero yo no podía ayudarle.Pasaron tres meses y yo conseguí alquilar una habitación muy chapucera, ya que por la edad nadie me tomaba enserio.Seguí trabajando en lo mismo hasta que cumplí los diecinueve años. Consideré que ya tenía suficientes ahorros para cambiar un poco mi vida. Alquilé un ático y comencé a trabajar en proyectos artísticos que tenia en mente. Hice exposiciones y al principio no acudía casi nadie. Poco a poco mi arte llegó a los oídos adecuados y empecé a tener mas repercusión.Seguía trabajando en la obra perfecta para Elisa y el plan perfecto para encontrarla, pero no daba con nada suficientemente bonito y grande que le hiciera ver que la espero con mi promesa de darle una vida mejor.Por otra parte no dejaba de pensar en que había sido de mi hermano.

SIEMPRE NOS QUEDARÁ LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora