VII

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Nala y Sarabi caminaban en total silencio ya sea por lo que el rey le había dicho a Nala o Sarabi no tenía intenciones de hacer platica con aquella leona.

Sarabi fue como la segunda madre de Nala y estaba bastante decepcionada de como había crecido aquella "dulce" leona y odiaba verla convertida en alguien que hecha odio sin ningún remordimiento aparente.

-Mi reina ya llegamos...- Dijo con la cabeza baja y dejándole el paso libre a la vieja leona la cuál no dudó en pasar a paso rápido empezando a oler en cualquier lugar buscando el aroma de algún otro león.

-Esta aquí!- Dijo con algunas lágrimas en sus ojos siguiendo un rastro qué era bastante obvio, cuando aquella leona salió corriendo hacia alguna dirección Nala le siguió el paso aunque le dolería el alma tener que volver a ver a simba con una "hembra" ya marcada.

Aquellas dos leonas llegaron a donde tu y simba se encontraban durmiendo, pero simba al ser un macho territorial despertó y olió aquel aroma familiar poniéndose en alerta y soltando gruñidos, claro sin separarse de ti al tener el gran instinto de protegerte.

Despertaste al escuchar algunas pisadas bastante serca y aceleradas al igual que el gruñido de tu macho el cuál estaba más inquieto que nada.

Te levantaste para luego restregarte en el pecho de simba tratando de calmarlo y teniendo una mirada de cachorrito regañado para que simba dejara de gruñir y alterar tus hormonas.

-¿Qué pasa?- Dijiste en un susurro tranquilizador para que simba se relajará un poco, lo cuál no conseguiste ganandote un gruñido haciendo que bajarás las orejas y unos ojos castaños te mirarán con miedo.

-Lo siento peque... estoy demasiado alterado...-Dijo acercándose y ganándose unas lamidas reconfortantes de tu parte.

-Vamos afuera, hay alguien ahí y quiero que estés tranquilo porque si no quizás me vomite por tus hormonas y el pequeño cachorro que tengo en el estómago- Dijsite riendo haciendo que simba también lo hiciera y lamiera tu cabeza.

Empezaron a caminar hacia la salida hasta que salieron vieron a una leona la cual miro con lágrimas en los ojos a simba, lo que se te hizo raro mientras que sentías la aura de tristeza de simba.

-Simba!!!- Grito aqulla leona la cuál era un poco mayor y enmendaba madurez.

-Mamá!!- Grito simba con alegría en su mirada, lo cual te sorprendió y viste como este corría hacia aquella leona abrazándose con sus cabezas.

Viste como Nala miraba desde una distancia prudente para tratar de llamar lo menos posible la atención (de simba más que todo).

Tu solo la llegabas a mirar de reojo mientras veías como simba deba pequeños actos de amor a aquella leona mientras ella se restragaba en el tratando de que su aroma maternal quedara en el mayor, haciéndo que ese acto fuera demasiado tierno a tus ojos.

Simba te miro de reojo y se separó de su madre para dirigirse hacia ti y restregarse en tu cabeza dejando su olor en el.

-Madre el es peque... mi pareja y futuro padre de mis hijos-Dijo con una de sus hermosas y conocidas sonrisas haciendo que la leona mayor te sonriera dulcemente y tu solamente te sonrojaste por la pena.

-Un gusto en conocerte querido-Dijo acercándose a ti y poniendo su pata en la tuya-. Se que seguramente no estés preparado al igual qué simba para ser reyes de un pradera... pero espero y puedan venir con nosotros.

Sonreiste ante aquello y miraste a simba el cuál veía le acena con los ojos brillantes, tu solo sonreiste y asentiste antes las palabras de aquella sabia reina.

Sé Mi Rey [Simba Y Male Lector]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora