Sé Mi Rey [Simba Y Male Lector]

XII

Hola chicos/as/es, ya esta disponible una nueva historia en mi cuenta de "Spirit y Male Lector". Espero y disfruten esa historia cómo está, sin más que decir empezamos con el capítulo 👋🛐🌞.

🌊🌊🌊

Simba

Caminaba apresuradamente siguiendo el rastro de peque, la hierba alta no me dejaba ver absolutamente nada así que tenía que guiarme por el olfato.

En un punto de mi caminata encontré la hierba alta con algunas manchas de sangre, me altere aunque el olor no era completamente de Peque sino también de Nala, haciendo qué mi sangre hirbiese por la sola idea de pensar qué esa perra toco a mi peque.

Corrí siguiendo el rastro de las manchas rojas, la yerba alta se iba haciendo más pequeña mientras sentía algunas gotitas de sangre resbalar por mis mejillas, ya que la yerba me había cortado en algunas partes, en un punto escuchaba pasos y susurros unos pocos metros adelante de mi, sabía perfectamente quién era, así que mi caminar se volvió lento mientras me iba agazapado escondidome entre los arbustos siguiendo el sonido de los susurros.

-Maldito... ¡¿donde se habrá metido ese idiota?!- Nala caminaba con manchones de sangre en su pelaje, unos de ellos acompañados de rasguños y otros en su hocico y patas, el olor que desprendía la sangre era una combinación de la suya y peque.

Mi vista se nubló en el momento en el que reconoci aquel olor, me lancé hacia ella, mi enojó era tal que no me importo atacar hacia su garganta para poder acabarla lo antes posible, no reacciono a tiempo pero si dio unos pasos más definieron mi ataque hacia su lomo en dónde me aferre y rasgue hasta ver la sangre pintar más su pelaje, el pasto y su mirada de horror se reflejó en mi.

La empuje lo necesario para que callera de lado, me incorpore dándole tiempo a reaccionar algo que logro luego de 10 segundos, su mirada de enojo se reflejó aunque quizás por el dolor está era más débil que de costumbre. Enseñe los dientes y las garras mientras ella también trataba de hacer lo mismo pero la herida que dejé era la suficientemente grande como para hacerla perder mucha sangre.

Me lancé hacia ella mientras está solo trataba de hacer algo para moverse un poco más rápido qué yo, pero sin éxito pude aferrarme a su pecho mientras abría la boca para poder morder su cuello. Su expresión era de dolor puro ya que mis garras se habían clavado demasiado profundo en su pecho y mis dientes hora estaban clavados en su cuello soltando rugidos mientras ella trataba de darme arañazos para que la soltara de mi agerre.

-¡¡¡Sueltame!!!- Su voz salió ronca y rasposa cómo si en cualquier momento se pusiese a llorar, algo qué me hizo alegrarme así que solo enterre más mis garras mientras apretaba mi mandíbula sintiendo el horrible sabor a metal de la sangre de otro leon.

Despegue mis dientes de su garganta escuchando el grito de la leona, gruñi para darle un adavertencia de que si se movía era muy probable que muriese en ese mismo instante, ante mi advertencia no se movió aunque sentía sus extremidades queriéndolo hacer mientras su mandíbula temblaba por el el miedo.

-¿Qué le hiciste?- Mi voz salió entre un gruñido y un grito, hice lo mejor para retener las ganas que tenía de romperle en mil pedazos el cuello.

Su mandíbula temblaba y sentía su mirada dirigirse hacia otros lados en señal de nerviosismo, aunque nunca la había visto así sentí que era la mejor manera de verla, mi mandíbula se tensó ya qué no respondió por algunos segundos.

Solté un rugido desde mi garganta haciéndola despertar del shock que seguramente estaba al verme lleno de sangre y sentir dolor en las áreas dónde la había arañado y mordido.