Mirarte, es ver el universo

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Narra Yuzu

Era un lunes por la mañana, tenía que llevar a Aiko a la academia, por supuesto, siendo hija de la directora, tenía que ser en la academia Aihara.

Aiko: mami, no quiero ir, tengo sueño. -Volvió a abrazarse a la almohada.-

Yuzu: sabes que a Mei no le gusta que faltes a clases, arriba mi amor. -Moví las sábanas para levantarla, pero ella solo se hizo bolita y volvió a aferrarse a la almohada.-

Aiko: pero mamá no está aquí y nunca la veo, ni siquiera en la academia.

Mi corazón dolió, Aiko nunca había tenido el tiempo suficiente, Mei siempre ponía de excusa su trabajo, la academia... Todo estaba por encima de nosotras.

Yuzu: probablemente la veas un poco mi amor -me incliné para hacerle cosquillas y borrarle ese triste puchero de los labios- te prometo que después de la academia, te llevaré a comer helado!

Aiko: ¿No está prohibido ir a otro lado después de la academia mami?

Yuzu: nadie le dirá a Mei ¿Verdad? -y le guiñé un ojo, Aiko me seguía en cada prohibición de Mei y ella jamás lo notó.-

Aiko: ¡Entonces vayamos! -y se levantó tan rápido que casi me hace caer al suelo.-

Yo tenía a Aiko, tenía su amor puro y profundo. Sonreí mientras la veía correr al baño y entonces me detuve a pensar en todo lo que Mei había dejado ir. No solo perdió nuestra lucha como pareja, se perdió tantas cosas de su hija, que casi podíamos hablar con su ausencia.

                      ~🍊~

NARRA MEI

Era lunes, un asqueroso lunes por la mañana, antes los amaba, mi estúpida cabeza me decía que tendría que estar lejos de casa, sin tener que escuchar los gritos que hacían Yuzu y Aiko cada mañana. Cada día era una batalla campal solo para levantar a mi pequeña...
¿Qué tan idiota he sido?
Solté una carcajada completamente amarga, aún sentía el sabor del vino en mi garganta, la habitación estaba hecha un desastre, vidrios rotos por las botellas quebradas, los muebles volcados. Pero esto solo se podía comparar al desastre que estaba hecho mi corazón, se sentía como la mierda perder todo, sentir que eres un cascarón vacío de nuevo.

Me dirigí a la ducha a prepararme, hoy buscaría a mi pequeña en la academia y con un poco de suerte y fé, podría ver a mi hermosa Yuzu.
Yuzu... Mi cabeza solo está llena de ella y de las tonterías que hice para fallarle, pero dejaría de comportarme como estúpida y volvería a ella, tenemos qué, somos un equipo.

Aparque el auto en el estacionamiento exclusivo de la academia, en mi lugar especial como directora, avancé unos pasos y entonces las ví, un hermoso cabello rubio y una hermosa cabellera azabache. Eran ellas. Eran mis chicas, así que caminé tan rápido como pude, escuchando un poco de su conversación.

Aiko: ¿entonces vendrás por mi mami?

Yuzu: lo haré mi amor, después me acompañarás al estudio por Harumin y saldremos por ese helado.

Aiko: ¡HELADO!

Mei: sabes que está prohibido salir después de clases, Yuzu... -entonces ella volteó y sentí como el aire no llegaba a mis pulmones con la misma intencidad.-

Yuzu: disculpe señorita Aihara, Aiko -miró a nuestra pequeña- tendremos que ir a casa para cambiarte el uniforme.

Aiko: si mami -Aiko me miró- hola mamá, buenos días -me hizo una reverencia que yo correspondí-

Mei: hola pequeña -me puse a su altura- te extrañé mucho.

E hice lo que jamás había hecho, abrazar a mi hija. Sentí su cuerpo tensarse y entendí el poco contacto físico que había tenido con ella, me separé para evitarle alguna incomodidad y le dije que fuera a su clase, así lo hizo, antes se despidió de Yuzu y la abrazó tan fuerte que por un momento envidié su relación.

Yuzu: jamás la habías abrazado así... -Yuzu tenía la mirada al frente y los brazos cruzados sobre su pecho-

Mei: jamás he sabido ser una madre para ella... -lo admití, las reglas no le dan el amor a un hijo, yo mejor que nadie debería de saberlo.-

Yuzu: te prometo que antes de salir, irá a cambiarse el uniforme. No quiero que la regañes por una tontería mía. -Ella dió la media vuelta y estaba a punto de irse cuando tomé su brazo.-

Mei: Yuzu... Yo... -solté su brazo y aferré ambas manos a mi maletín, bajé el rostro y sentí como me quedaba sin palabras.-

Yuzu: no te esfuerces tanto por nosotras, ya no tenemos solución... Pero aún tienes a Aiko, ella puede perdonarte cualquier cosa por que es buena.

Mei: como tú... También puedes perdonar cualquier cosa ¿Verdad?

Escuché su risa amarga y me dió la espalda.

Yuzu: no todas las promesas durán para siempre Aihara. Será mejor que te acostumbres a nuestra promesa rota, rota por ti.

Y se fué, levanté la cara y mis lágrimas corrieron mientras la veía alejarse y subir a su auto. No estamos rotas, aún puedo hacerlo Yuzu, aún puedo hacerlo mi amor...

Continuará...

Nota
AL FIN ALGO DE INSPIRACIÓN! xD
Espero que sigan aquí y no me hayan abandonado :"v
¿Maratón o qué? xD
Gracias por su espera :") los quiero ❤️
Estoy abierta a cualquier idea que se venga a su cabeza, así que no duden en contarme ¿Qué les gustaría que pasará?
Cuidense, sayonara :3


Después de mi...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora