Capítulo 3

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Cuando desperté de aquel sueño que parecía tan real,  observé una habitación blanca pero no era la mía ya que no estaba ni el poster a mi derecha ni mi escritorio con mis hojas desordenadas. Unas sábanas blancas, finas y frías cubrían mi cuerpo pero por debajo llevaba una ropa de hospital, olía mucho a lejía para ser mi casa además había unos barrotes a mi alrededor y muchas máquinas hospitalarias que no sabía para que servían cada una. Me incorporé asustada ya que fue la primera reacción que mi cuerpo dio al saber que no estaba en mi casa, no era aquella acogedora habitación, a primera vista vi a un hombre no muy alto de estatura media, pelo blanco y largo que le cubría las orejas, no era tan mayor o al menos eso es lo que parecía, unas gafas redondas seguramente las tenga que usar debido a su carrera, una barba blanca y unos labios rosados pero secos, esos ojos verdes profundos me estaban mirando a mi al verme tan exaltada por no saber donde estaba, seguramente pensaba que había olvidado mi sentido de la orientación hasta de quien soy. Sin embargo, este señor cuyo nombre no vi debido al pánico que había en mi cuerpo trató de calmarme con su voz.

- Ya despertó señorita Janette, menos mal que está usted bien. Perdone las molestias pero soy su médico- dijo el hombre con una voz grave pero tranquilizadora, me quedé mirándolo ya que para mí es un completo desconocido ya que no había escuchado el hecho de decir que era mi médico.

- Está usted en el hospital, pero tranquila solamente ha sido unos rasguños debido a su atropellamiento comentándose vulgarmente. No se preocupe solamente quédese aquí tranquila el tiempo que necesite hasta que su salud esté mejor. Cuando usted esté preparada le haremos un par de preguntas para ver si todo está bien- siguió empleando el mismo tono de voz, un tono que trasmitía para mi una calma y una serenidad muy inquietante ya que estoy acostumbrada a las voces más ruidosas.

Intenté comunicarme con aquel sujeto pero las palabras no me salían, estaba balbuceando, tal vez o puede que esté arrastrando las palabras debido a la anestesia para no sufrir de los dolores que me había causado aquel incidente, seguramente parezca una loca recién medicada con pastillas tranquilizadoras pero aún así, estando en aquel estado aquel hombre que estaba a mi lado izquierdo intentó entenderme a pesar de que era difícil, ¡ni yo misma sabía que decía! Pero la noticia que salió de sus labios rosados y agrietados me dejó a cuadros, me quedé atónita al saber que la desgracia me sigue y yo sin saber la razón.

No sabía como reaccionar ante la noticia ya que mi cuerpo tenía anestesia pero a pesar de eso otra vez la tristeza me inundó. El médico tras darme la noticia se fue a los 5 minutos dejándome sola en la habitación, sola con mis pensamientos y sentimientos inundándome otra vez, otra vez ese pozo me está arrastrando al fondo y yo no quiero ser arrastrada, quiero salir a la superficie donde pueda respirar , no sentía nada y no lo decía por la anestesia, de repente en mi interior donde se albergaba mis sentimientos dejé de sentir, no sentía nada es como si todos mis sentimientos se fueran, se hubieran ido, esfumado, como si aquel deseo de no sentir ese dolor se hubiera hecho realidad, recé pensado que todo es una pesadilla, una pesadilla muy larga y que buscaré la forma de despertar. 

Cerré los ojos esperando al nuevo amanecer de nuevo y deseando con todas mis fuerzas que fuera todo acabase, que solamente es mi imaginación o los sueños que a veces tengo y que no tienen explicación, sueños que parecen tan reales que los sientes, cuando despierte deseo nada de esto hubiese pasado, que cuando despierte sea mi habitación, cuando abra los ojos veré a quien es mi compañera aunque no hable siempre fue la mejor en acompañarme, de mientras cerraba los ojos ya que me pesaban los párpados, no sabía si era por la medicación o por los pensamientos que aparecían sin avisar me preguntaba a mi misma como si yo supiera la respuesta ante este mal ¿Por qué a mí? ¿solamente a mí? ¿Qué hice mal? ¿De nuevo sola? No sabía como sentirme, no sabía hacer nada si estaba sola y más en este estado, con dos penas muy grandes. De fondo en mi cabeza sonaba my future de Billie Eilish ya que no sé que hacer ya con mi futuro, mi padre siempre dice que las cosas pasan por algo pero, ¿hasta las cosas malas pasan por algo? necesito una razón o algo que me dé la respuestas para saciar esta duda y este dolor que tengo. 

A pesar que estaba en un estado de dormitación, las enfermeras venía a revisar si todo iba bien, si iba a comer algo, a hablar aunque las mirases ya que no había abierto los ojos. Me cambiaban las bolsas de la medicina, me animaban a hablar o a comer ya que no había comido nada desde mi ingreso hospitalario como herida, pero nada de eso funcionaba, yo no estaba por la labor de darles ese placer ya que no quiero que nadie me vea en este estado, no otra vez. Algunas de estas mujeres se cansaron de rogarme y a veces las oía decir que soy muy rara pero eso me da igual ellas no saben nada y al no saber nada se quejan o hablan mal de alguien. Algunas, seguramente las más jóvenes, seguían animándome para que les diera el placer de abrir los ojos o de apenas decirles un "gracias" pero como vuelvo a decir no quiero hacerlo, no ahora ya que no tengo ganas ni las fuerzas de hacerlo. Puede que otro día lo haga, pero ahora no. 

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora