Ella

Capítulo 6

Era imposible sentir atracción hacia alguien que era de mí mismo género y más sabiendo que ella ya salía con Charles. Charles un chico bastante alto, perfecto para jugar al baloncesto, pelo rubio pero es teñido, ojos verdes, piel un tanto morena pero de personalidad es el típico novio abusivo y tóxico de mi amiga, es decir, un red flag. 

Normalmente, él la hace pasar malos ratos por cualquier cosa, la última vez que estuve con ellos dos en su casa, él se enojó porqué ella le cocinó mucho su filete. Su forma de ser hace que me ardan las venas ya que él no la podía tratar así, esa forma de chulearse de las personas, ser muy orgulloso de si mismo. Además, trataba a Rosa como si fuera un trofeo, literalmente la paseaba delante de sus amigos que a decir verdad, todos son iguales en la forma de ser, la ropa, aspecto. No había ni una distinto, pero eso hay que dejarlo afuera ya que él no es importante ahora mismo ni nunca lo ha sido para mí. La persona que más importa ahora mismo estará conmigo unos días o semanas, tal vez sean meses pero eso significa miles, más bien billones de historias, aventuras y más para averiguar esta banda o de nuevas cosas, podemos hacer todos los días fiesta de pijama o no sé, no que se nos apetezca. Ahora toda esa niebla oscura que estaba mis ojos estaban llegando a su fin, por fin.

Aunque lo decía interiormente era muy fácil leerme exteriormente ya que yo demuestro todo en mi cara, mientras me brillaban los ojos como a una niña pequeña cuando está recibe el dulce que deseaba Rosa estaba tratando de averiguar qué es la cosa que me hace sentirme así de alegre de mientras ella trataba de saber que me pasaba o más bien que pensaba ella me miraba confundida, aunque con una cálida sonrisa en su cara que eso hace que me sonroje más, ¡Está chica va a hacer que pierda los estribos!

 En ese momento sonó el teléfono de Rosa, tenía un tono de llamada un poco peculiar, estaba sonando una canción que no pude reconocer ya que no la había escuchado antes y como no era el maldito Charles, ese tipo siempre quiere controlar a Rosa, como os dije anteriormente es un red flag . Tengo miedo de que ella también se vaya y que le pase algo con ese tarado, muchas veces la ha tratado de golpear pero nadie en este pueblo hace nada.

-Oye Janette, perdona tengo que salir a hablar con Charles. No le dije que me iba para tu casa- Dijo mi amiga. Nos separamos, ella se levantó del sofá y salió de la casa con el teléfono en la mano. 

Yo estaba en el salón hundida en mis sentimientos y pensamientos ya que por un lado no me quería quedar sola pero por el otro lado si quería pasar todo esto sola. Ya lo sé, soy una paradoja, pero a decir la verdad, en temas como estos soy muy indecisa. Lo que tenía claro es que debo de tener la mente fría y pensar en todo lo que ha pasado, empezar a  unir cables que nos lleven a este desenlace y no haya más tragedias. 

Me levanté a coger mi pizarra que estaba en mi habitación, una vez que la cogí, bajé y escribí todo lo que creía que estaba relacionado, cada cosa tenía un color y lee las cosas muchas veces para ver si tenían coherencia. Pero me faltaban datos. 

-Bien Janette todo comenzó con esos mensajes, después el perro y ahora el hospital pero necesito saber si solamente me ha ocurrido a mi, si hay una lista o si hay algo detrás, no creo que sea la única que esté pasando por esto- Dije murmurando aunque seguramente cualquier persona que estuviera ahí pensaría que estoy loca. En ese instante, noté como los bellos de mi cara se levantaban, miré por el rabillo del ojo y vi una sombra. 

Esa sombra enorme observándome, me daba mala espina esa sombra. 

Cuanto más me la quedaba mirando más pavor sentía. Un frío helador se coló por algún lado de mi cuerpo, sentía como ese aire se metía entre mis poros acabando en mi columna vertebral haciendo que todos los vellos de mi piel se pusieran de punta, como un gato a la hora de atacar. Eso me causaba un sensación de inferioridad llegando a un punto que sentía como mi cuerpo temblaba. Si pudiera echar a correr, lo habría hecho pero estaba helada del terror. No sabía que hacer me quedé estupefacta al saber que desconocía que hacer en esta situación que me causaba todas estas expresiones negativas.