Destino

Capítulo 6: El nacimiento de Sombra

"Bella"
Estoy ardiendo de rabia por el comportamiento de mi disque prometido, bueno no solo de rabia, el contacto con su piel eleva mi temperatura a grados insospechados

Este hombre está para morirse, Bella deja de babear por él, me recrimino

Me detengo en una región más privada del jardín y suelto su mano

-¿Qué desea hablar conmigo, princesita? ~su voz roca envía señales eléctricas por toda mi espina dorsal

-No me llames princesita y en tu vida vuelvas a besarme

-Pues si mal no recuerdo participaste gustosa ~dice burlón

Siento como el rubor se apodera de mis mejillas, maldición, este petulante francés que se cree que es

-Fue solo para no dejarte en ridículo ~brillante Bella, eres una genio~ si vieran que tú prometida te golpea por besarla serías el hazme reír de toda Sicilia

-Así que solo respondiste al beso por mi reputación ~dice pensativo

-Exacto~ me felicito por mi ingeniosidad

Se acerca a mi posición y me toma del brazo suavemente

-Suélteme ~ digo sin aliento

Sus dientes brillan en la oscuridad sonriendo misteriosamente

-No ~susurra en mi oído

-¿Pero que crees que estás haciendo?

-Te voy a besar ~me dice con soltura~ ahora no hay nadie viendo

-No creo que te haya dado permiso ~trago saliva

-No te lo he pedido ~dice con arrogancia

Me atrae hacia su cuerpo deslizando un brazo por mi cintura mientras que con la otra mano viaja hacia mi cuello para luego ladearme la cabeza. Con el pulgar acaricia mis labios gentilmente y su boca desciende sobre los mismos

Me quedo muy quieta lista para safarme en cualquier segundo, pero algo me detuvo, tal vez si no moviese su boca sobre la mía urgiéndome a separar mis labios o si no hubiese deslizado la lengua entre ellos haciendo que me haga gelatina, le hubiese pegado el puñetazo de su vida

Algo oscuro se agita dentro de mi alma y empiezo a temblar como una loca, un gemido escapa de mi garganta haciendo que Alexandre me apriete todavía más contra su cuerpo, acariciándome la espalda y bajando las manos hasta mis glúteos, apretándolos y masajeándolos haciendo que pierda el poco control que me quedaba

-Si ~afirma con violencia

El triunfo en su voz me recorre como una descarga eléctrica, entreabo sus labios y me apoyó en sus hombros para ponerme de puntillas, me saca casi una cabeza de altura, y me aprieto contra él

Inclino la cabeza hacia atrás mientras sus labios trazan un sendero ardiente por mi cuello, Dios mío, como deseo a este hombre

De pronto se separa de mi bruscamente y me mira con los ojos ardiendo en lujuria

-Te he deseado desde que te vi y tenlo por seguro que serás mía ~mas que decirlo sonó a promesa ~ pero será cuando yo lo decida princesita y bajo mis términos

-Eres un petulante francés ~lo fulmino con la mirada cuando al fin puedo encontrar palabras

-Este petulante francés es el que hace que se te mojen las bragas

-Si piensas que me acostare contigo, espera sentado

-¿Quieres apostar? ~ríe con suficiencia~ tu misma vendrás a pedírmelo