Esto no se siente bien

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Christopher estaba realmente ocupado y muy estresado con el nuevo comeback desde hace 3 meses, entonces empecé a llevarle comida a su estudio, o la pedía para él y le deja a notitas de aliento para que no se sintiera triste ni solo, y a pesar de su actitud cortante sabía que solo necesitaba que no lo juzgara, así que estaba dando todo de mi para que no tuviera tanto peso en él.

Hoy había llegado temprano de trabajar, así que me dispuse a hacer una rica cena para los dos, luego de unas horas de que Chris no llegara estaba a punto de quedarme dormida en el sofá cuando escuché la puerta ser abierta, no lo veía hace una semana entera, y al verlo mi corazón dió un brinco emocionado, lo abrace y le di un besito en los labios.

—Hola gatito, ¿Estás cansado? Te hice la cena...— Chris asintió y simplemente pasó hacia el sofá y se sentó en él, sonreí—¿Quieres un masaje en tus hombros?—me hice detrás de él y empecé a acariciar suavemente sus hombros a lo que él se removió brusco.

—Solo quiero descansar— fríamente habló, ese bronquitis paro dando paso a un vacío en el pecho pero me senté a su lado tratando de sonreírle.

—Si lo sé, pero si te hago un masaje puedes dormir más tranquilamente con los músculos suaves, además tú carita se ve muy reseca y...— en un rápido movimiento Chris bruscamente agarró mi muñeca apretándola haciendo que mis dedos dejarán de tocar su mejilla y me jaló por ella.

—¡¿Es que no puedes dejar de ser tan fastidiosa?! ¡Me tienes harto con tus malditas comiditas todo el tiempo en mi estudio estorbando haciendo que pare mi trabajo para abrir la maldita puerta! ¡Empieza a entenderlo, no quiero tu atención puesta en mi fastidiando! ¡¿O es que no tienes más que hacer en el día?!— gritó sorprendiéndome haciendo que me quedara rígida y callada sin saber que decir a su notable molestia por mi presencia y afecto.

Abrí y cerré mi boca realmente sin saber que decir, así que hacer solo quite mi muñeca de su fuerte agarre y me deslice hacia la habitación de invitados, ya que me quedo en claro que no me quería a su alrededor, conteniendo los sollozos que trataban de salir de mis labios, realmente sentía mi corazón hecho trizas. Le puse seguro a la puerta y deslice por ella sin poder evitar las lágrimas que cubrían mis mejillas.

Y para cuando me di cuenta el sol ya estaba saliendo y yo no había podido ni pegar un ojo en toda la noche, miré mi celular dónde lo primero que me apareció fue una foto de Christopher y yo, que Erick había tomado en el último viaje que habíamos hecho juntos, hace 1 año, cosa que me hizo soltar otra lágrima solitaria.

Sabía que Christopher ya no se encontraba en casa, porque muy temprano en la mañana lo había escuchado irse como de costumbre a trabajar, así que salí de la habitación para empezar a arreglarme.

Suspiré viendo todas las fotos de nosotros repartidas por la casa, que martirio para mi corazón, cuando fui a preparar el desayuno ví que los platos de la cena estaban limpios y un plato con desayuno se encontraba ya listo en la mesada, pero solo lo ignore y agarré una granola para ir a trabajar.

Al sentarme en el auto, miré la pequeña foto que se encontraba allí de mis mejores amigas y yo, la primera foto que nos tomamos cuando fuimos juntar a vivir a España, años después, yo recibí una oferta de trabajo aquí en Miami y terminé viviendo aquí, lejos de ellas.

Las extrañaba demasiado, y casi como señal de la vida, una de ellas empezó a llamarme rogándome porque fuera a visitarlas y lo ví como una oportunidad para tratar de relajarme de toda la situación, así que finalizar la jornada yo tenía un permiso de dos semanas d evacuaciones y un tiquete comprado para esa misma tarde para España, recogí alguna de mis  osas con las manos temblorosas empacándolas en la maleta y admitía que tenía muchas ganas de irme sin decir nada, pero lo conciencia no me lo permitía, y el amor que aún sentí por él, pensando que podría llegar a preocuparse por mi.

Así que miré el post-it encima de mi mesita de noche a mi lado de la cama, y le escribí una pequeña notita, la última que tenía pensado escribirle, ya no sería capaz de llamarlo y mucho menos mirarlo sin romperme a llorar, así que lo decidí de esta forma.

Tomaré unas pequeñas vacaciones, por favor descansa y aliméntate adecuadamente, siempre tuya: TN”

Vi que la última parte lo había hecho casi inconsciente y la rasgue para escribir otra pero esta vez solo poniendo mi nombre en ella.

Suspiré dejando la pequeña notita en su almohada y salí rumbo al aeropuerto, no podía dejar de pensar en cuando Chris miraría esa notita, si no volvería a casa hasta la próxima semana como a veces hace, o si ya la había visto y simplemente no le importaba, esos pensamientos me llenaban la cabeza, hasta que caí rendida del suelo en el asiento del avión. Sería un largo vuelo, y sería mejor aprovecharlo.

Chris pov:

Vi como la habitación de invitados se cerraba y luego unos pequeños sollozos, suspiré sin creer lo que le había dicho a la mujer que más amo en el mundo, jalé mi cabello en frustración y me pare enfrente de la puerta tratando de llamar para disculparme pero los sollozos que mi novia producía me hacían retractarme, era tarde ya, así que me asomé a la cocina y tal como tn lo había dicho, mi comida favorita se encontraba servida con una bonita decoración, me obligue a comermelo aún con el nudo en mi garganta, lave los platos y me fui a mi habitación.

Mañana haría todo lo posible por conseguir su perdón, por ahora la dejaría tranquila, porque se que no va a querer verme, y me acosté en la cama fría sin su presencia a mi lado, logré dormir solo unas cuantas horas y me levanté muy temprano a hacer el desayuno, hice su desayuno favorito y rogando para que me gustara fui hacia la habitación pero de nuevo no tuve las agallas para acercarme a ella.

Durante todo el día no pude concentrarme y solo podía pensar en ella, había Sido un patán al 100%, no tenía por qué descargar mi estrés en ella, ni mucho menos hacerla sentir mal cuando ella era la que siempre estaba allí alumbrando mis días.

Durante la hora de la comida, espere pacientemente que alguien tocara la puerta de mi estudio, pero cuando está fue tocada, era Erick preguntando si podía comer de la deliciosa comida que TN siempre suele hacerme, haciendo mayor mi sentimiento de culpa, ya que no había recibido mi comida de hoy, sabía que era lo más posible, pero tal vez, solo tal vez mantuve la esperando de ver otra notita de ella dándome fuerzas.

Tenía un pequeño lugar en mi pared exclusivamente para sus notitas y algunas fotos de nosotros juntos que no deje de mirar en todo el día.

La ansiedad que sentía me hizo salir 2 horas más temprano de lo usual, ya que normalmente salgo a las 3 horas después de que todos terminaran.

Pase por la florería y compré el ramo más hermoso que ví, sus dulces favoritos y sus amados dumplins.

Al llegar a casa estaba silencioso, ví en la mesa de la cocina el desayuno que le había hecho esta mañana intacto, lo que me hizo encoger en mi sitio.

—¿Nena?— toqué la puerta de la habitación de invitados llenándome de valor, pero al no tener respuesta abrí esta encontrándome la cama tendida y vacía, fui a nuestra habitación y está también estaba vacía. Vi una notita encima de mi almohada y mi corazón empezó a latir desenfrenadamente.

Deje más flores encima de la cama y agarré la notita leyendo.

No, no, no, no. Abrí su closet encontrándome con que su maleta no estaba y alguna de su ropa también había desaparecido.

Sentí mis ojos empezar a picar por las lágrimas que venían y empecé a llamar como loco a su celular, dejando mensajes de voz.
Esto no puede estar pasando, no. Soy un imbécil.

Ya sin saber que hacer, me fui de allí corriendo como loco sin dirección alguna, pero termine en el apartamento donde solía vivir con los chicos antes de irme a vivir con TN.

Zabdiel me abrió la puerta y yo solo pude llorar desenfrenadamente.

—Ella se fue, esto es mi culpa...

...

Imaginas; Christopher Velez y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora