Desde que Gray regresó de la misión de los 100 años, la relación con él iba de maravillas, era muy atento a Juvia. Sin embargo, había algo en ella que no funcionaba bien. Miraba a Gajeel y a Levy, ellos tuvieron una cita y eran novios con sorpresa i...
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Fᴀɪʀʏ Tᴀɪʟ
No había nada más hermoso que el sol brindando sus rayos de luz a la cuidad de Magnolia, dando felicidad a sus habitantes a realizar sus deberes de hoy. Muchos trabajaban, otros iban a estudiar para realizar sus sueños, niños pequeños yendo con sus padres a la escuela, gente paseando a sus mascotas, abuelitas regañando a los jóvenes por equis razón, Natsu destrozando algo sin querer, parejas disfrutando de sus citas, otras que no tenían todavía una.
Y no, no eran Jellal y Erza, o Natsu y Lucy, a pesar de que ellos cuatro lo necesitaban a urgente.
A estas alturas, todo el gremio lo sabía. Los otros gremios también lo sabían. Vamos, los chismes viajaban más rápido que Jet y los rayos de Laxus, preguntándose entre ellos si ya había sucedido. Pero nada.
No, nada.
Nulo.
Cero.
Hasta Gajeel y Levy tuvieron una cita y fue con sorpresa incluida. Quizás más de una cita, quién sabe.
¡Hasta Kinana tenía miles citas con Erik!
El asunto es, desde que el grupo de Natsu volvió de la misión de los cien años, la actitud de Gray se tornó diferente. ¿Para mal?, no, todo lo contrario, era sorpresivo para la gran mayoría del gremio, era más atento a Juvia, le correspondía en todo. Se podía decir que todo andaba bien y de mil maravillas, tanto que a Juvia la tenía flotando en las nubes, pues esperó por mucho tiempo que su querido Gray bajara el gran muro de hielo que le obstruía y soltara poco a poco sus sentimientos por ella.
Juvia sonreía como una niña pequeña, sus mejillas ruborizaban cada vez que Gray le acariciaba la cabellera por alguna razón en particular, aunque no fuese importante, o la ayudaba en ordenar el desastre que hacían cada vez que iban a beber a la casa de Lucy, o le ayudaba porque sí.
