Desde que Gray regresó de la misión de los 100 años, la relación con él iba de maravillas, era muy atento a Juvia. Sin embargo, había algo en ella que no funcionaba bien. Miraba a Gajeel y a Levy, ellos tuvieron una cita y eran novios con sorpresa i...
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—Gray-sama... —dijo en un tono bajo, aferrándose a la bolsa de papel. Ahora tenía una cita, no precisamente con su amado mago de hielo.
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Mαɢɴolια
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Vestirse bonita y arreglarse era lo más planificado para la cita con Gray, claro que hubo cambio de la persona con la que tendría esa cita.
No quería arreglarse tanto, pero tampoco mostrarse desinteresada, sería irrespetuosa con Lyon.
Se animó, se duchó y se vistió.
Pasó por el pasillo y Levy la vio. No preguntó a donde iba, pero si así iba tan arreglada y bonita, la respuesta era una cita con Gray. ¡Lo había conseguido!
— ¡Mucha suerte, Juvia-chan!
—Gracias, Levy-san. —¿ya sabían que tendría una cita con Lyon?
Salió de Fairy Hills bajo un día soleado. Tuvo suerte de vestir con una camisa corta y abotonada, con una falda desde la cintura hasta por encima de las rodillas. Su cabello atado en una cola de cabello, caminando hacia el parque de la cuidad.
Miró a su alrededor observando a las parejas jóvenes tomados de la mano. Sintió envidia.
Continuó caminando y vio a Lyon esperando en la pileta. Él sonrió diciéndole que estaba bonita. Por supuesto, ella todos los días era bonita, pero hoy era radiante.
—También se ve muy bien, Lyon-sama.
—Gracias. —a continuación, le ofreció caminar e ir por un cono de helado de dos o tres sabores, lo que desee.
