Extra n°2 🌻

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⚠️+18⚠️

Aclaro que todavía tienen 36 años.

Era un lindo día de verano, era muy temprano, quizás eran como las ocho de la mañana, todos en el mundo mágico estan durmiendo, descansando ya que eran vacaciones de verano. Excepto la familia Malfoy-Potter, ya que por toda la casa se escuchaban gritos de niños peleando.

–¡Papá, Dylan quiere hacerme el hechizo traga-babosas! –grito Simón que según lo que podía escuchar entre tanto alboroto, estaba afuera de la puerta de su pieza.

Harry estaba acurrucado a su lado mientras pasaba un brazo por encima de él para que no se vaya.

–¡Papá, Simón me quitó mi varita! –ese fue Dylan.

Draco se tapó la cara con su almohada.

–Ahh ¿Cuando se nos ocurrió tener tantos hijos?

Harry se rió.

–¿Por que no te aprendiste el hechizo para no embarazarme?

Draco lo abrazó y sonrió.

–Si me lo aprendí, es solo que tu cuerpo hace que pierda la cabeza. –le dio un largo beso en sus labios suaves.

Hasta que alguien toco la puerta.

–¡Papás, Simón y Dylan se quieren batir en un duelo!

–Merlín, estos niños me van a volver loco. –exclamó mientras se levantaba de la cama.

Se puso un buso negro que encontró y salió hacia el pasillo. Orión estaba hay.

–Hola pequeño, ¿cómo dormiste? –le pregunto Draco mientras lo tomaba en sus brazos.

–Excelente. Estoy muy emocionado por ir a quedarme donde la tía Hermione hoy.

Hermione se había ofrecido cuidar a los niños por unos días, para que Draco y Harry se tomaran un descanso de los revoltosos. Orión se divertía mucho con Hugo cuando iban a la casa de Ron y Hermione, en cambio Dylan y Simón se divertían con Rose y a Lyra le gustaba cuando iba Molly ya que ella la cuidaba y le hacía comidas especiales para la bebé.

Draco bajó las escaleras y en medio de el living estaban Dylan y Simón apuntándose con sus varitas.

–Ya basta los dos. –dijo cuando llego a donde ellos.

–¡Papá, Simón rompió uno de mis libros! –grito Dylan.

–¡Eso te pasa por haberle dicho a mis compañeros que me gustaba escribir poesía! –le grito de vuelta Simón.

Simón a sus 11 años tenía un don para escribir poesía. Y a Dylan le encantaba leer, nunca salía de casa sin un libro, su habitación tenía dos estantes llenos de libros y no dejaba que nadie se acercara a ellos sin su permiso, y en vacaciones, todas las tardes se pasaba por lo menos dos horas en la biblioteca que tenían en la Mansión.

–Haber, primero: dejen de gritar. –comenzó a hablar Draco, con Orión en sus brazos.– Segundo: Simón, sabes que los libros de tu hermano están prohibido tocarlos...

–Pero papá...

–Shh, déjame terminar de hablar. –Simón asintió.– Dylan, somos magos puedo arreglar perfectamente tu libro con magia. –al chico se le iluminó la cara con una sonrisa.– Pero no debiste contarle a los compañeros de tu hermano lo que le gusta hacer...

'puff 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora