𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗 𝗠𝗢𝗢𝗡 ─ 𝘄.𝘆𝘂𝗸𝗵𝗲𝗶 ✔

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"Oye."

Lucas dejó de caminar cuando miró hacia arriba para ver a Xiaojun allí, apoyado en un edificio, con los brazos cruzados.

Era de noche y la luna estaba alta en el cielo. Hendery y los demás se estaban divirtiendose de nuevo, pero, por supuesto, Lucas no podía debido a sus propios deberes. No fue una sorpresa que Xiaojun tampoco hubiera ido con ellos, siendo el hijo macho del Beta de la manada.

"Hola." Dijo Lucas, volviendo la cabeza hacia Xiaojun. "¿Puedo ayudarte?"

"Debería preguntarte eso." Dijo Xiaojun, empujándose de la pared. "Como sabes, uno aquí ha encontrado a su pareja."

Lucas trató de no reaccionar a las palabras de Xiaojun. Sí, Xiaojun tuvo la suerte de tener un compañero dentro de la manada. Él y su novia supieron que estaban hechos el uno para el otro en el momento en que alcanzaron la mayoría de edad, y no fue una sorpresa para la manada. Los dos habían sido cercanos desde que eran cachorros.

Sin embargo, Lucas fue todo lo contrario. No sentía ningún tipo de conexión con ninguno de los otros lobos de la manada, no anhelaba uno. Sus deberes ya eran más que suficientes para mantenerlo ocupado y no necesitaba que alguien más lo distrayera.

"Una pareja no significa nada". Lucas dijo, más que dispuesto a alejarse de la conversación, pero las siguientes palabras de Xiaojun lo hicieron detenerse de nuevo.

"No puedes ser el alfa sin una pareja y todos lo sabemos". Dijo Xiaojun, soltando una risita antes de alejarse.

Lucas apretó los puños, incapaz de hacer nada mientras veía a Xiaojun moverse por la calle, y su novia se encontraba con él a mitad de camino.

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"Este lugar apesta." Dijo Evie mientras se ajustaba las gafas de sol, no era una fanática del sol. No podía evitar mirar su anillo, asegurándose de que todavía estuviera en su dedo.

Bueno, no te estás convirtiendo en polvo, así que definitivamente está en tu dedo.

"Acabamos de llegar." Ten dijo, un profundo suspiro escapó de sus labios mientras señalaba el edificio frente a ellos. "Después de ti."

Evie le lanzó una mirada antes de entrar, los dos se dirigieron al nuevo apartamento. Sintió los ojos de la gente dentro del edificio sobre ellos, y escucho sus corazones latiendo rápidamente.

"Lindo, ¿no?" Ten rió disimuladamente una vez que estuvieron en el ascensor. "Los ponemos nerviosos".

"Si eso te hace feliz." Dijo Evie cuando el ascensor se detuvo y los dos se bajaron.

Evie hizo una mueca al ver el apartamento. "¿Por qué hay tanto sol?"

"Las cortinas opacas llegan mañana". Respondió Ten, levantando casualmente sus maletas como si no pesaran nada. "Supongo que tienes que usar tu anillo por hoy".

"Ugh. Odio esto." Evie refunfuñó mientras se dejaba caer en el sofá. Tosió cuando el polvo salió volando e inmediatamente le lanzó una mirada a Ten.

"¿Qué?" Ten exclamó, mirándola fijamente. "No he estado aquí por un tiempo, ¿de acuerdo?"

"¿Eres dueño de este lugar?" Preguntó Evie, mirando los muebles. Sabía que Ten tenía al menos un siglo de antigüedad y poseía muchas propiedades en todo el mundo, pero este lugar era demasiado moderno en comparación con los otros en los que había estado.

"Le pertenece a un amigo". Ten respondió, dirigiéndose a una de las habitaciones. Evie lo siguió.

"Pero no fue necesario que nos invitaran a pasar". Evie señaló cuando Ten comenzó a descargar su equipaje. "¿Entonces es propiedad de un vampiro?"

"Un brujo." Ten le dijo, con los ojos en la maleta. "Mitad demonio, mitad humano con poderes mágicos".

"Ya veo." Dijo Evie, levantando la mano y mostrando el anillo en su mano derecha. "Los que crearon estos".

"Eso es correcto." Ten dijo, asintiendo con la cabeza. "Neo City no es una ciudad normal".

"Eso es lo que dices de todas las ciudades". Dijo Evie, saliendo de la habitación de Ten para dirigirse a la que estaba al lado. Sin embargo, Ten se le adelantó, su edad lo convertía en un vampiro mucho más fuerte que ella.

Evie se detuvo cuando Ten estaba en la puerta, con las manos a ambos lados del marco. Su rostro estaba serio, diferente de su habitual yo feliz.

"Hablo en serio, Evie. No te metas en problemas por aquí."

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E

l sonido del saco de boxeo balanceándose fue interrumpido por pasos.

Lucas respiró hondo antes de agarrar el saco de boxeo, evitando que se balanceara antes de volverse hacia el hombre que había entrado en la habitación.

Debajo del restaurante de la familia Wong había un pequeño centro de entrenamiento, creado por el padre de Lucas para ayudar a su hijo a convertirse en el hombre lobo más fuerte que pudiera haber. Lucas pasaba todo su tiempo libre allí, desatando su ira y frustraciones y el saco de boxeo que constantemente estaba siendo reemplazado.

"¿Qué quieres?" Preguntó Lucas mientras se quitaba los guantes de boxeo y los tiraba al suelo. Caminó hasta donde estaba su botella de agua, tomando grandes tragos.

"Estás enojado." Dijo Hendery, mirando los guantes de boxeo. "¿Qué pasó?"

"Una cita de mierda." Dijo Lucas, respirando profundamente mientras tapaba su botella de agua. "Odio esto."

"Pero tu padre siempre te ha estado tirando chicas, esperando que sientas una conexión". Dijo Hendery, sentándose en uno de los bancos de ejercicios. "Sin embargo, se que hay más."

Lucas dejó su botella de agua y se sentó en el banco frente al de Hendery. Sabía que no tenía sentido mentirle a su mejor amigo. "Xiaojun sucedió."

"¡Ves, lo sabía!" Hendery exclamó, levantándose y chasqueando los dedos. Hizo una pausa por un segundo mientras Lucas lo miraba antes de sentarse.

"No es mi culpa." Lucas gruñó, apartando su cabello húmedo de sudor de la frente. "Me aparearía si pudiera, pero no con nadie con quien ni siquiera pueda mantener una conversación".

"Jugó la carta de la pareja, ¿no?" Hendery dijo, inclinándose hacia delante. "Sabes que solo está tratando de ponerte de los nervios".

"Lo sé." Lucas dijo, inclinándose hacia adelante también.

"Quiere ser el alfa, lo sabes, ¿verdad?" Preguntó Hendery. Lucas asintió con la cabeza.

No era ningún secreto. Xiaojun era fuerte y trabajador, similar a su padre. Sin embargo, y desafortunadamente, Xiaojun era el hijo de la beta, el segundo al mando de la manada. No el alfa.

"Sería un buen alfa". Señaló Lucas, recogiendo su toalla para secarse el sudor. "Tiene todas las cualidades adecuadas y tiene pareja".

"Está bien, pero también encontrarás una pareja." Dijo Hendery, dándole a Lucas una sonrisa tranquilizadora y una palmada en el brazo. "Puede que lleve algún tiempo, pero lo harás. Estoy seguro".

"Ya veremos." Lucas murmuró, pero Hendery no parecía muy convencido.

"¿Estás seguro de que una de mis hermanas no es tu alma gemela? Todas son mujeres muy hermosas y entonces podríamos ser hermanos". Hendery bromeó, una amplia sonrisa se extendió por su rostro.

Por otro lado, a Lucas no le pareció divertido el chiste y le tiró la toalla al chico frente a él. La idea de eso hizo que Lucas se estremeciera. "Definitivamente no, sin ofender. No son mi tipo en absoluto."

Hendery echó la cabeza hacia atrás riendo, plenamente consciente de los pensamientos de Lucas. "Créame, no estoy ofendido".

"Vamos." Lucas dijo, incapaz de contener su sonrisa mientras se levantaba, dándole a Hendery un ligero empujón. "Vamos a trabajar en esos brazos".

"¡Oye, mis brazos son geniales!" Hendery argumentó, los dos riendo mientras se dirigían al ring de box en la esquina.