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Sangre.

Habían pasado ya unos días luego de nuestra reunión, por lo tanto tenia miedo de lo que podría pasarnos si llegábamos a hacerlo. Porque no conocemos bien a los vampiros y entro en pánico con solo pensar lo que harían si nos descubrieran. Gabriel se había levantado de mal humor, muy típico en él cuando tenia muchas cosas en mente (que debía hacer en un solo día). El plan consta en escabullirnos hacia la enfermería, donde guardan las muestras de sangre y los utensilios médicos.

Al no consumir las pastillas mi sangre sería diferente a la de los demás, o eso decía mi mejor amigo, quien estaba muy seguro de eso.

—No lo creo seguro, nos descubrieran —murmuró Kevin mientras se recostaba en la columna del corredor— Siempre creí que mi destino en la vida era ser un pacifista con problemas de autoestima y pretendo lograrlo. Saben que estoy en contra la violencia.

—¿Siempre eres tan negativo? —pregunté entrecerrando los ojos— Se optimista, yo también tengo miedo pero trato de no alarmarme.

—Solo cuando creo que enfrentarse a vampiros, es una mala idea —dijo alejándose de nosotros rápidamente—, tengo que pensarlo. Lo siento chicos, pero no dejaré que eso me pase de nuevo.

Lo vimos por última vez mientras corría escaleras abajo, yendo hacia la sala Principal. Debimos recordarlo, Kevin había perdido a su hermano cuando tenia ocho años quien había sido asesinado por un No-Humano. Puede que tenga miedo por tener ese mismo final y seguramente también se encuentre preocupado por nosotros.

—¿Desde cuando es tan quisquilloso? —protestó Gabriel cruzándose se brazos con indignación—Siempre hacia todo lo que le proponía.

—Bueno, tiene personalidad. Esta bien, ya sabes lo que pasó debemos entenderlo —opiné caminando hacia mi casillero seguida por mi amigo.

Saqué mis libros de Épocas Antiguas y Criaturas Marinas, mi bolso estaba demasiado pesado. Deberé vivir con eso, tendré problemas mas importantes en un futuro no tan lejano. Amaba esa materia ya que podía conversar libremente con todas las personas, las cuales me caían muy bien.

Vi un grupo de chicas a lo lejos, quienes parecían estar muy entretenidas charlando pero aun así me miraban y sonreían de una manera extraña. No hace falta decir que obviamente eran vampiros ya que llevaban sombreros, guantes y gafas negras, para protegerse del sol que seguramente estaba muy fuerte hoy. 

Una de ellas se acercó a mí, de cabello negro y ondulado que llegaba hasta sus hombros, se sacó las gafas y empujó levemente a Gabriel al pasar por su lado. Tenia un aspecto de chica problemática y  sus ojos eran rojos, era carnívora.

—¿Está pesado? —preguntó con el ceño fruncido mirando mi bolso. Me negaba a donar sangre, no estaba lista para algo tan importante y ademas sus colmillos me daban miedo, tenia la boca color rojo sangre- No quiero que dones nada, pero necesitamos una chica nueva, nuestra amiga ha desaparecido y tu serias la indicada para reemplazarla. 

—¿De que hablas?

—Tendrás toda la fuerza que quieras, no volverás a dormir en esa torre y ya no deberás preocuparte por tu peso—insinuó con una sonrisa.

—Completas los requisitos —continuó una chica de cabello púrpura (había aparecido en un abrir y cerrar de ojos), tenia un vestido rosa muy lindo que terminaba en el suelo y sus ojos estaban escondidos detrás de unos lentes negros, lo único diferente de su apariencia Hippie—, tienes un aura especial, lo veo. Por eso se lo comenté a las chicas, ella estuvieron de acuerdo y nos harías un gran favor.

Se alejaron de nosotros y se reunieron con sus amigas de nuevo, esto nunca me había pasado y sentía muchas emociones en este momento. Ellas eran hipnotizantes.

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⏰ Última actualización: Feb 20, 2016 ⏰

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