Tal Vez Quizas ; Paulina Rubio
"Amores como estos no se deben de perder"
La biblioteca era el lugar más tranquilo de todos, ni su casa, ni su cuarto eran suyos. La biblioteca tampoco lo era sin embargo esa pequeña esquina en donde le gustaba esconderse a leer si lo era, incluso se había comprado un puff inflable para estar más cómodo. nadie lo miraba y nadie le hablaba. era tan ignorado como le gustaba
—¿Este es tu lugar para leer?—escucha de pronto Chifuyu, cuando levanta la mirada cree haber visto un ángel, más bien un demonio. Cabello largo y negro, los ojos intimidantes y el porte de matón de barrio simplemente lo habían engatusado totalmente.
—si bueno de hecho...yo...si tú quieres, digo que puedo...me puedo ir— el joven frente suyo lo mira algo confundido, dándole un toque mucho más varonil. parece más molesto que confundido a pesar de todo la sonrisa que se forma en su rostro luego es la más hermosa que Chifuyu jamás ha admirado.
—me refería a leer contigo— le dice antes de sentarse a su lado de manera abrupta— yo soy Baji Keisuke ¿y tú?
—Matsuno Chifuyu.
—Que bonito nombre, Chifuyu—le dijo el pelinegro antes de sonreírle y ponerse a leer, una sonrisa que dejó a Chifyuy totalmente flechado por el desconocido a su lado.
Días después Chifuyu estaba dirigiéndose a la biblioteca más temprano de lo normal, siempre encontraba a Baji sentado en viejo mueble que había encontrado, leía incluso más tiempo que él y cuando terminaba de leer su segundo o tercer libro ponía una expresión triste y se iba a casa, se iba a su casa como si no soportara estar a allí y tuviera la misma idea tonta de Chifuyu de hacer un fuerte de libros y quedarse a vivir ahí. Hablaban muchas veces, se atrajeron como dos poderosos imanes que parecían jamás separarse
(...)
Hoy Chifuyu estaba decidido, había pasado casi tres meses leyendo junto al lindo desconocido, algunas veces lo había escuchado cantar en voz baja y otras lo había visto hacer gestos mientras leía los cuentos para niños o libros de veterinaria que solía leer como si su vida dependiera de ello, otras veces habían compartido un par de besos y manos agarradas en el silencio de la lectura, un amor de biblioteca. Otras veces Baji tambíen hablaba con Chifuyu y le había llegado a contar de algunos de sus amigos como Kazutora, Draken y Mikey. El también le había contado alguna que otra cosa, más que todo de Takemichi y Hina. Sus únicos amigos.
Antes de que pudiera llegar a la esquina escucha la voz de Baji algo irritado, cómo quejándose de algo, quejándose de la actitud de alguien.
—Quiero estar solo, Ayaka— susurra algo molesto, cuando Chifuyu se asoma puede ver que la persona con quien habla Keisuke es una linda jovencita de bucles dorados, ella lo mira fijamente mientras que Keisuke desvía la mirada ocasionalmente con un gesto de molestia.
—Pero Kei-kun, tu padre me dijo que tu me ayudarías con los preparativos de la boda y todos lo demás ...sabes que solo falta un mes y no queremos que nada salga mal ¿verdad?— le dice la joven mientras toma a Baji del brazo, este se suelta rápidamente.
—Creo que no lo entiendes, tu no quieres que nada salga mal— le dice dándole una mala mirada— déjame solo, te lo estoy diciendo de manera tranquila. Si necesitas ayuda pídesela a tu madre. Haz lo que quieras.
Dice al momento de voltear y encontrarse con Chifuyu, el espectador de la pelea. Antes de que Baji pudiera decir algo el joven rubio ya tenía los ojos inundados de lágrimas y corría fuera de la biblioteca sin mirar atrás. Baji lo sabía y Chifuyu parecía saberlo también, los roces de manos y las miradas lo decían todo. Se gustaban.
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Bajifuyu playlist
Roman pour AdolescentsDiferentes canciones con historias Bajifuyu -no se sigue la línea del tiempo del manga -los personajes no me pertenecen