¹ VERITASERUM ━━ regulus black ✓

xxxi. HE'S MISUNDERSTOOD

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VERITASERUM ── ◦'𖥸'◦ ── ACTO TRES
↳ ❛ es un incomprendido ❜︎
capítulo 31 ╱ ╱ ☕️🕊˚◞𑁍ﾟ

DESPUÉS DE LA VISITA a la oficina de Dumbledore, Reyna se sintió un poco mejor al saber que había un boleto a la libertad ahora que se unió a la Orden del Fénix.

La oclumancia es una habilidad enseñada en la familia De Martel que Dumbledore encontró útil. Especialmente si una joven bruja como ella ya lo domina; ofreció un papel peligroso pero clave.

Convertirse en espía de la Orden.

Reyna consideró aceptar la oferta y decidió comenzar cuando Regulus obtenga la Marca. Lo horrible es que tuvo que mentir a sus seres queridos sobre esto, incluido Regulus.

No tenía que hacerlo, pero Reyna no sabía cómo decírselo.

A la mañana siguiente, Reyna bajó las escaleras para encontrar a Regulus sentado en una de las sillas leyendo algo.

Se dio cuenta de Reyna e inmediatamente dejó su libro. —No te vi anoche.

—El profesor Slughorn me detuvo en los pasillos para preguntarme algo —informó Reyna y la chica se encogió internamente ante la estúpida mentira.

Regulus asintió y levantó una sonrisa. Se inclinó y la besó en la frente por un segundo y se apartó. —Buenos días.

Ahora, esto es algo que siempre hacen, saludarse por las mañanas. Reyna tomó su mano, dándole un ligero apretón y abrazando su costado.

Ella podría quedarse en sus brazos todo el día.

—Buenos días.

Regulus sacó una pequeña bolsa de dulces. —Mi madre quería que te diera esto.

Los ojos azules de De Martel brillaron al ver los dulces. —¿Chocolate? —Walburga favorecía más a su hijo menor que a su hijo mayor. Ella nunca se molestó en enviarle a Sirius nada más que Vociferadoras y cartas que le decían que era una decepción.

A veces, Reyna le enviaba a Sirius dulces que su madre le compraba y los compartía con él.

—Tu favorito —Regulus sonrió y juntos dejaron la sala común de Slytherin hacia los pasillos.

—Entonces, ¿Cómo estuvo tu verano? —Reyna preguntó.

—Igual... pero mi madre me ha estado presionando ahora que Sirius se ha ido. Pero en el fondo creo que mi padre está triste porque se ha ido.

Reyna tarareó y asintió. —Lo siento, mi verano estuvo bien. Madre y padre quieren casar a mi hermano... él es un idiota como siempre para mí.

—¿Por qué no estaría celoso? Tú eres la niña de oro.

—¿No eres tú el niño de oro? —Reyna sonrió.

—Ahora que Sirius se ha ido, lo soy... por defecto —Regulus señaló. Sus padres amaban a Sirius pero tenían una forma divertida de demostrarlo.

Reyna puso los ojos en blanco y se rio, —Lo único bueno del verano fue salir de casa en medio de la noche para comer Pizza con Barty.

Solo así, el estado de ánimo bajó y Regulus frunció el ceño. —¿Barty Jr?

—Solo somos amigos, honestamente, no lo veo así. Necesita una amiga... y yo quiero ser esa amiga. ¿Alguna vez has notado que se siente solo a pesar de estar con Snape y todas esas cosas?

—Tal vez esté fingiendo o... —Regulus Black no ocultaría el hecho de que está celoso. Pero sus celos opacaron la ansiedad. Pudo ver la mirada enloquecida en los ojos de Barty Crouch Jr cuando obtuvo la Marca.

La vacilación que no tenía cuando se trataba de matar a una mujer nacida de muggles para demostrar su valía como seguidor de Voldemort.

Tenía una muy buena razón para no confiar en él. —Él es diferente...

—La última vez que pensaste que algo era diferente, ya sabes lo que pasó —Regulus interrumpió con severidad. Sonaba duro, sí, pero no podía permitir que Reyna se lastimara de nuevo.

—Nada de lo que puedas decir puede hacerme cambiar de opinión. Tengo la sensación... de que él no lo ha comprendido, ¿sabes? —Los orbes de Reyna brillaron de dolor y esperanza—. Es bueno... de verdad, pero nadie nace monstruo al principio.

Regulus suspiró y la besó en la mejilla, le acarició el cuello con la nariz.
—Reyna De Martel siempre intentas ver lo bueno en las personas.

—Puedes agradecerle a Andrea, Narcissa y a Andy por eso. Bella por otro lado...

Bellatrix podría matar a alguien a dos metros de distancia de ellos con una sola mirada.

Ambos estallaron en carcajadas al pensar en la bruja rizada delirante. La hermana mayor de Black-Lestrange ya tenía cinco años de matrimonio y odiaba cada segundo. Pero tanto Bellatrix como Rodolphus compartían una devoción por el Señor Oscuro.

Reyna finalmente logró hablar después de unos momentos de risa.
—Deberíamos llegar a Herbología. No voy a reprobar este año.

—Ah, sí, tus hermosas macetas y plantas.

—Cállate Reg.