𝑆𝑒𝑣𝑒𝑛 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑡𝑒𝑠 𝑖𝑛 ℎ𝑒𝑎𝑣𝑒𝑛- 𝑆𝑢𝑘𝑢𝑛𝑎 x 𝑀𝑒𝑔𝑢𝑚𝑖

Mar inquieto-Capitulo 9

La tranquilidad en todo el cuerpo en Megumi, su respiración normal y la mente sin preocupaciones se vieron interrumpidos por un sonido. Fue como olas agresivas sorprendiendo a un barco en un día supuestamente soleado.
El sonido iba al par del ritmo cardíaco de la persona que estaba atenta desde las escaleras, esperando que aquellas pisadas se acercaran mas y mas hasta revelar la identidad de la persona. Su ritmo cardíaco dejó de estar a la par de los pasos en las escaleras,se adelantó como notas rápidas de piano, dejando atras notas lentas como el soplar de una brisa agotada.
Sus pensamientos eran todos iguales. ¿Aquel sueño, a caso aun estaba atrapado en el? No encontraba otra explicacion en ese momento. El nerviosismo hizo que sus ojos se cerrasen con fuerza, su respiración fue mas difícil de controlar. Estaba preparado para escuchar la voz de aquella persona.
En realidad, no lo estaba .

"¿Que haces ahí?" Una voz frente a él se hizo escuchar. Quizá, el nerviosismo, miedo y rabia le hicieron olvidar a quien pertenecia la voz que estaba escuchando. "Megumi. ¿Estás bien?" El tacto de las manos ajenas en sus hombros hicieron que se cuerpo reaccionara con un pequeño sobresalto.
Sus ojos tomaron la valentía de conocer a la persona a escasos centimentros de él.

-¿Nanami?-Preguntó sorprendido.

-¿Quien mas podría ser? ¿Esperabas a alguien mas aparte de nosotros?- Respondió Nanami. La curiosidad se reflejaba en su rostro. Aquellas preguntas en la punta de su lengua, las ignoró, pensando que quiza no era adecuado cuestionar a su amigo.

-¿Nosotros?- Justo despues de preguntar, Maki terminaba de subir las escaleras. Su pecho subia y bajaba por el cansancio. Lo primero que optó fue apoyarse sobre sus rodillas para tomar un descanso y controlar su respiración.

Tomó una bocanada de aire.-Sabes lo mucho que odio estas escaleras. Deberías estar agradecido por tenerme como amiga. Todos los días siento que muero subiendo estas escaleras pero verte esparandonos en el salon es una recompensa.-Respondió Maki con una sonrisa en sus labios.

-No me trates como un niño- Un poco molesto respondió Megumi. Sus pasos se adelantaron, dejando a los dos detras suyo. Cada escalón lo tenia con los nervios segundos atras, solo queria respirar aire fresco.

-Espera- Maki tomó del brazo a Megumi deteniendo sus pasos al instante.-¿Estás molesto por lo que dije?- Buscaba poder hacer contacto visual pero no lo lograba. Sabía a lo que se enfrentaba y debía actuar rápido. Se coloco frente a Megumi haciendo que este la mirara.-Aja, perdiste.- Megumi tenía la costumbre de evitar a toda costa hacer contacto visual con las personas cuando estaba molesto, pero una vez que lo hacía ya no podia seguir con ello. Es como un tonto juego.-Responde. ¿Por que estas molesto?.

Suspiró- Estoy asi por que no llegaron justo a tiempo al salón. De ser asi el profesor no se hubiera dado cuenta que estaba durmiendo-Respondió Megumi. Frente a él se encontraba una chica que trataba con todas sus fuerzas contener la risa y mantener un rostro serio.

-Entiendo. Nuestro querido niño quiere que lo recojamos temprano al terminar las clases. Nuestro error, no te molestes más- Maki tomó ambas mejillas de Megumi, moviendolas de un lado a otras mientras sus labios hacian pucheros.

-Te dije que no me trataras como un niño.- Divertido corría detrás de Maki, riendo ambos mientras los alcanzaba Nanami con una sonrisa en los labios.

Pequeños empujones, risas y cosas demás captaron la atención de cierta persona afuera de la escuela. Miraba todo atentamente sin ser demasiado obvio. Los tres chicos emprendieron su camino en la dirección contraria al que él iría.-¿Puedes ir a casa esta vez sin mí?-Preguntó a su acompanante.
Al estar sólo comenzó a caminar, dejando la distancia adecuada para que los tres frente a él no lo notarán. Los autos pasaban, la gente se acumulaba entre mas se acercaba al cruce peatonal. La misma distancia mantuvo entre la multitud, esperando la luz verde colocarse en el lugar de la luz roja, sin siquiera perder de vista a los tres que al parecer no notaban que estaban siendo perseguidos.
La luz cambió, la gente comenzó a cruzar la calle, viniendo de ambos lados haciendo un poco difícil no alejarse demasiado de los tres que parecían inseparables aun entre la multitud.
Segundos tarde pudo vaciar el vaso lleno de agua. Ahora su preocupación era sí se dirigían a la estacion del tren o a una parada de autobuses ya que ambos estaban en esa dirección. Sumergido en sus pensamientos hizo que por poco fuera descubierto cuando uno de los tres retrocedió unos pasos al ver que una moneda se habia caído de su bolsillo. Rapidamente se escondió dentras de un local de comida rapida, logrando miradas extrañas caer hacia a él mientras degustaban su comida.
Emprendió una vez más su camino, siguiéndolos nuevamente.