𝑆𝑒𝑣𝑒𝑛 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑡𝑒𝑠 𝑖𝑛 ℎ𝑒𝑎𝑣𝑒𝑛- 𝑆𝑢𝑘𝑢𝑛𝑎 x 𝑀𝑒𝑔𝑢𝑚𝑖

Capitulo 3

La oscuridad que invadía la habitación fue desapareciendo mediante las horas pasaban, ahora los rayos de luz se aferraban a entrar en la habitación, logrando golpear suavemente el rostro de Megumi.
El ya mencionado sintió un malestar en sus ojos el cual logró que lo hiciera despertar. Sus ojos lentamente se abrían, acostumbrándose a la luz en la habitación que horas atrás estaba en completa oscuridad.

Confundido miró a los alrededores, todo lo que veía era desconocido, no se parecía en lo absoluto a su habitación. Una respiración, una que se combinaba con la suya captó toda su atención. Bajo él se encontraba un chico quien yacía más que dormir, ambos desnudos en la misma cama.

Megumi abrió aún más los ojos al captar lo que tenía al frente. Estaba encima de alguien que no conocía, en completa desnudez. El menor quizo moverse, lo intentó pero algo en su interior le impedía que realizara hasta el mínimo movimiento.
Con cautela levantó la sábanas mirando así lo que tanto lo perseguiría.

La culpa fue quien entró por aquella puerta en la habitación, aferrándose al cuerpo que en algún momento el placer saboreó.

-¿Que hiciste Megumi?-El menor habló en voz baja. Los recuerdos estaban comiendo por completo su cabeza, gemidos y más gemidos, dos chicos hundidos en el placer, eso era lo que recordaba Megumi. Miedo, enojo, decepción de sí mismo, eso era lo que en ese momento sentía el menor. Sólo deseaba salir de ese lugar, quería estar solo, quería maldeciese una y otra vez.

Sin despertar al contrario, Megumi sacó de su interior el miembro del mayor, soltando un jadeo al sentir aquel vacío que por mucho tiempo lo acompañó. Lentamente, sin dejar de mirar a su mayor, bajo del mayor para sentarse en una esquina, con la mirada buscó sus prendas las cuales estaban regadas por doquier. Juntó todas las fuerzas para levantarse de la cama, y al hacerlo un fuerte dolor en su espalda baja lo atacó, tanto que estuvo por caer al suelo. Sus piernas flaqueaban en cada paso que daba, siempre lo hizo despacio pues no quería, no deseaba despertar al contrario, se moriría de la vergüenza mirarle a los ojos al chico que en la noche estuvo gimiendo su nombre y pidiendo que le jodiera más el culo.

Cómo pudo se vistió, no había tiempo de darse una ducha, tenía que salir de ese lugar antes de que alguien más lo viera, de ese modo los rumores se esparcirían y su vida se arruinaría.

-Esto nunca debió de pasar. Lo siento Sukuna.-Las últimas palabras, la última vez que diría aquel nombre. Megumi no quería volver a ver al mayor, no quería cometer el mismo error, por que para él todo fue una equivocación, estaba culpando al alcohol, aun teniendo en claro que no bebió demasiado para hacerle tener una resaca y perder algunos recuerdos.

Megumi no se dedicó a buscar a sus amigos, no estaba preparado para las tantas preguntas que le harían. Mentir no era su fuerte y menos con sus amigos.
Casi cubriéndose el rostro bajó las escaleras sin hacer demasiado ruido, toda la casa estaba en silencio, y mientras más se acercaba al primer piso, más basura se encontraba en el piso. Personas dormidas por doquier, el olor a alcohol era tan fuerte que era el único olor que inundaba la casa.
Megumi trataba de no pisar la basura que hiciera ruido, o despertar a las personas al brincar sobre ellas.

Tan sólo abrir la puerta, el aire fresco lo relajó por unos segundos, sintió tanta tranquilidad pero tan sólo mirar a sus espaldas sentía culpabilidad por lo que había hecho.
Un suspiro pesado salió de la boca de Megumi, sabía que al alejarse de esa casa su vida cambiará por completo y no estaba preparado en lo absoluto.
-Será mejor que me vaya antes de que alguien me busque-Megumi sin perder mas el tiempo, buscó las llaves de su auto en su bolsillo para así dirigirse a casa.

Unas cuantas horas más tarde, Gojo y Nobara estaban como locos buscando por toda la casa a Sukuna. El miedo en ellos era tan grande pues muy bien sabían que Sukuna se descontrolaba demasiado con sólo probar una sola gota de alcohol, tanto que podía amanecer en otro lugar que no fuera el sitio de la fiesta.