Mary se sentía realmente culpable.
Minho no había ido a la cafetería ese día, y temía que el día siguiente tampoco fuera. Ella no había querido que él se sintiera mal, pero creía que su plan no iba a funcionar mucho.No quería que Minho saliera lastimado, y sabía que tenía muchas probabilidades de salir herido en esa situación.
La idea era buenísima, pero no contaban con la información suficiente.
No sabían si Christopher se interesaba en hombres y tampoco sabían nada de sus gustos, ¿cómo pensaba regalarle algo, sin conocerlo ni un dos por ciento?
Así que ayudaría a Minho, y decidió comenzar el interrogatorio hacia Christopher.
—Tengo una pequeña duda—le habló ella luego de servirle su café.
—Dime
Ella pensó varios segundos, antes de preguntar:
—¿Alguna vez sales de fiesta con amigos o tomas vacaciones? Porque realmente parece que estuvieras encerrado trabajando siempre.
Christopher sonrió y dijo:
—No puedo dejar de defender a mis clientes así nomás. Siempre que puedo, salgo a tomar algo con unos amigos o compañeros del trabajo a un bar del centro llamado Millie's.
—Christopher, discúlpame si sueno grosera, pero tienes una vida muy aburrida.
Éste soltó una leve carcajada, acompañado de una risita de Mary.
—Dime que al menos usas redes sociales, por favor —rogó divertida.
—Sí, uso las redes sociales—rió Christopher y siguió con su desayuno mientras charlaban de otras cosas.
La rubia esperaba poder sacarle un poco de información sobre sus gustos.
Mary pensaba en Minho.
¿Le había pasado algo o no fue a la cafetería por qué no quiso? Se lamentaba haber sido tan directa con él. Esperaba que saber cosas nuevas sobre Christopher, arreglara un poco la situación.
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El castaño entró a la cafetería, notando la mirada sorprendida de Mary al verlo.
Simplemente se sentó en una mesa de la esquina derecha, y la rubia llegó a su lado para tomar su pedido y servirle un café. Él no estaba enojado, sino que se sentía un estúpido por no darse cuenta que su plan era horrible. Y ahora estaba seguro de que no funcionaría ni un poco.
Después de unos minutos, Mary pasó a su lado y dejó su plato con waffles y una servilleta en la mesa. Frunció el ceño extrañado, y tomó la servilleta. Estaba escrita en el centro y sonrió al ver lo que decía:
"Minho, realmente lamento lo que dije el otro día, y creo que deberías seguir con tu plan. Aquí te dejo alguna que otra ayudita :)
1. Su color favorito es el rojo.
2. Ama la playa.
3. Sale a tomar con sus amigos los sábados a la noche, a un bar lujoso llamado Millie's en el centro de la ciudad.
4. Le gusta bailar, y dice que es bueno en eso;)
5. Es fanático de las fresas.
6. Dijo que utiliza mucho sus redes sociales, así que busca su perfil.De nuevo, lo lamento y aquí te dejo mí número para que podamos seguir hablando".
Cuando terminó de leer, pudo escuchar la campana de la puerta. No se atrevió a levantar su mirada, porque ya sabía que era él. Respiró profundamente tomando valor, y le hizo una seña a Mary para que acercara. La rubia lo hizo y le dedicó una sonrisa tímida, y él se levantó y la abrazó fuertemente mientras susurraba un "gracias" en su oído.
La obligó a sentarse, y con voz baja e intentando ser discreto, le empezó a contar su nuevo plan. Le daría regalos a Christopher cada vez que pudiera, de forma anónima.
"Es bastante riesgoso" le advirtió Mary.
Minho asintió, ya lo sabía, pero eso no iba a detenerlo, necesitaba hacer que Christopher se sintiera bien. Mary decidió apoyarlo en ese nuevo plan, y Minho no pudo evitar abrazarla otra vez.
—Te quiero pedir otra cosa —soltó el muchacho cuando terminó el abrazo. Mary lo miró con curiosidad y asintió. Comenzó a hablar con voz baja para que nadie oyera. —Cuando salga de aquí, quiero que le lleves un pedazo de tarta de fresa a ya sabes quien. Dile que es un regalo adelantado de un desconocido.
Mary sonrió y volvió a asentir. Minho miró la hora en su celular luego de sentarse. Eran las 8:55 am. Tenía aproximadamente 10 minutos para terminar sus waffles y salir de allí antes que Christopher. Así que comenzó a comer rápidamente.
Dejó el dinero en la mesa y se levantó para irse. Se guardó la servilleta en el bolsillo. Vió a Mary charlando con Christopher, y ella también lo observó. Le guiñó un ojo y salió de la cafetería con una sonrisa nerviosa. Rogaba para que a Christopher le gustara su "regalo adelantado"
Salió de la cafetería y se acercó a una de las ventanas. Se pegó contra la pared, para poder ocultarse mejor, y observó como Mary le llevaba el pedazo de tarta a Christopher. El pelinegro la miró confundido, logrando que Minho soltara una risita nerviosa y emocionada.
A pesar de su ceño fruncido, Christopher aceptó la tarta. Comenzó a comerla mientras miraba alrededor, esperando encontrar a ese desconocido que le dió tal regalo. Por más que buscó y buscó, no pudo ver a nadie sospechoso. Así que solo siguió comiendo, con un agradable sentimiento en el pecho y una sonrisa en su cara.
Minho salió de su escondite y se fue a su departamento.
Se sentía feliz.
Feliz de que Christopher estuviera feliz.Supongo que eso es amor, pensó.
Le dolían las mejillas por sonreír tanto y cuando llegó a su departamento notó que estaba un poco sonrojado. Si Christopher se ponía así cada vez que recibiera uno de sus regalos, le podría regalar un millón y más.
Por primera vez en su vida, se sentía orgulloso de sus acciones, y eso era nuevo.
Tenía un sentimiento cálido que lo impulsaba a seguir con su plan. Podía sentir mariposas en su vientre y tenía ganas de sonreír hasta durmiendo.
¿Por qué Christopher provocaba tanto en él?
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𝐑𝐄𝐆𝐀𝐋𝐎 •° 𝙼𝚒𝚗𝚌𝚑𝚊𝚗 °•
FanfictionChristopher era un hombre desconocido que desayunaba todos los días en la misma cafeteria que Minho. "Nunca me han regalado nada para el dia de San Valentin" le comentó Chris a la mesera con la que siempre charlaba Y Minho decidió que iba a ser el...