Extra #1

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Wookie

La llegada de los rebeldes era cada vez más inminente, el miedo pero sobretodo la incertidumbre tenía dominados a todos los pobladores y la familia de Wook no era la excepción.

Sus padres lo querían mandar a Seúl con un primo que tenía algunos años viviendo ahí, pero Wook no se quería ir solo, pero tampoco podía llevar consigo a sus amigos, aunque eran bien recibidos por su primo, ellos no querían irse.

Su casa era una de las que estaba en la entrada del pueblo y por lógica, sería una de las primeras en ser posiblemente atacada, tenía que convencer a sus amigos de irse lo antes posible, y con esa idea en su cabeza se dispuso a salir de su casa.

Ni bien pudo poner un pie fuera de ella cuando una voz lo dejo inmóvil de terror.

Kyu_ ¡¡¡Miren nada mas que preciosura nos salió a recibir!!!
Eun_ Comportarte Kyu...
Mimi_ Por favor disculpa a este imbécil, no conoce de modales.
Henry_ ¿Podemos pasar?...

Wookie no podía hablar ni siquiera podía moverse, los miraba con el miedo reflejado en sus ojos, no supo cuánto tiempo paso, posiblemente  solo unos cuantos segundos que para el fueron horas, cuando su papá lo jalo del brazo al interior de la casa y se encargo de atender a esas visitas indeseables.

Wookie miraba todo desde un rincón de su sala, su mente lo atormentaba con imágenes crueles en donde él y su familia sufrían de terribles torturas para después morir en manos de esos hombres.

De repente sintió una mirada sobre él, el responsable era uno de ellos, posiblemente tres o cuatro años más grande que él, de cabello negro y un poco largo, le cubría parte de su cara, sus ojos eran negros y profundos, su piel era casi del color canela, solo un poco más clara, labios delgados y de un rosa pálido, delgado pero con cuerpo definido, se podía apreciar apesar de la ropa e indudablemente más alto que él.

Por lo que escucho cuando se presentaron, se llamaba Yesung, y solo hablo para saludar, después no dijo nada más, solo levantaba la vista de vez en cuando para mirar a Wookie y volvía a bajar la mirada.

Después de que se fueron Wook no podía dejar de pensar en él, fue su mirada la que hizo que el miedo dejara su cuerpo, por algún motivo su mirada le dio paz y seguridad.

Muchas fueron las ocasiones en qué volvió a sentir esa mirada los días posteriores, pero por más que buscaba no lo encontraba y él deseaba volverlo a ver.





Cuando leyó la carta su corazón brincaba de felicidad, se despidió de sus amigos y fue a su casa para arreglarse, quería verse muy guapo para él, se probó mucha ropa, busco combinaciones, hasta que dió con el atuendo perfecto, en la carta no decía la hora de la cita así que sin perder más tiempo fue al jardín donde sería el tan ansiando encuentro.

Se sentó en el columpio que su papá había hecho para él con un neumático y una soga, cuando era un niño, mentiría si dijera que no estaba nervioso, pero también estaba emocionado, se sentía muy atraído por Yesung, y si, tal vez estaba inquieto, enterase que era un asesino no era para menos, pero dejaría que hablará, seguramente tendría un motivo muy fuerte que lo llevo a eso, y además, una persona que los ayudo a librarse del yugo del sr. Park, no podía ser malo como las malas lenguas decían.

Sintió la presencia de alguien a su espalda pero cuando trato de girase la voz de Yesung lo detuvo.

Yesung_ No, por favor no te des vuelta, si miro tus ojos me voy a perder en ellos y mis palabras no saldrán de mis labios, y yo...yo necesito decirte todo lo que tengo en mi corazón, solo...solo quédate así y escúchame...

Wookie hizo caso y no se movió, confíaba en él completamente, como si lo conociera de años.

Yesung_ Yo tenía un primo, era como mi hermano, apesar de mi carácter tan introvertido, él siempre estuvo ahí para apoyarme y cuidar de mi, yo lo amaba...lo amaba mucho...no...no me mal entiendas...lo amaba como un hermano ama a su hermano, pero lo apartaron de mi de la forma más cruel y vil...

Mi sexi rebelde (EunHae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora